Confusi¨®n procesal

LAS RECIENTES diferencias surgidas entre el Pleno de la Audiencia Territorial de Barcelona y el magistrado Ignacio de Lecea, encargado de instruir el sumario de Banca Catalana, nacen en gran medida de la confusi¨®n existente en torno a esa figura judicial. El Tribunal Supremo acord¨® que la querella presentada por el ministerio p¨²blico contra Jordi Pujol y otros administradores de Banca Catalana fuera conocida por la Audiencia Territorial, en funciones del todav¨ªa inexistente Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a, al que el estatuto catal¨¢n conf¨ªa la "inculpaci¨®n, prisi¨®n, procesamiento y juicio" del presidente de la Generalitat. O sea, que la instrucci¨®n del sumario es atribuida, por razones del fuero que ampara a Pujol, a la Audiencia Territorial en pleno.?Cu¨¢l es, entonces, el papel que corresponde al magistrado De Lecea? La ley de Enjuiciamiento Criminal establece que las audiencias territoriales podr¨¢n designar un juez instructor especial en circunstancias extraordinarias y "para la m¨¢s acertada investigaci¨®n o para la m¨¢s segura comprobaci¨®n de los hechos". El magistrado De Lecea no es, empero, un juez especial, sino un delegado de la audiencia, la cual se reserva la capacidad de procesar o no a los implicados.

Se explican, as¨ª, los desencuentros entre el juez delegado y los restantes magistrados del pleno. De Lecea no es due?o de adoptar las resoluciones normalmente atribuidas a un juez instructor, ya que act¨²a s¨®lo en nombre y representaci¨®n de sus compa?eros de la Audiencia Territorial. Estas complicaciones procesales est¨¢n adelantando a un primer plano las dimensiones de embrollo jur¨ªdico del litigio y relegando casi al olvido los restantes aspectos del sumario de Banca Catalana.

No hay que descartar la posibilidad de que las demoras provocadas por el actual ritmo de la instrucci¨®n hagan que el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a quede constituido antes de que la Audiencia Territorial concluya sus trabajos. En cualquier caso, el lento discurrir por los meandros procesales del asunto de Banca Catalana no s¨®lo contribuye a alejar en la distancia los hechos investigados, sino que tambi¨¦n -y sobre todo- deteriora la imagen de la Justicia y perjudica al presidente de la Generalitat, que tiene pleno derecho a que los tribunales se pronuncien cuanto antes sobre las acusaciones que se le imputan. Los ¨¢rboles del Derecho procesal no deben taparnos el bosque del Derecho sustantivo. Hace falta aclarar lo sucedido en Catalana. Hace falta que Pujol sea exculpado p¨²blicamente si es inocente o se someta a los principios de igualdad ante la ley si el tribunal lo considera culpable. Cuanto antes.