La URSS busca un compromiso entre la eficacia econ¨®mica y los principios del sistema
ENVIADA ESPECIAL, La elecci¨®n de Mijail Gorbachov como nuevo l¨ªder sovi¨¦tico ha alentado a los partidarios de reformas econ¨®micas en la URS S, pero el prestigioso Instituto Econ¨®mico de Novosibirsk -dependiente de la Academia de Ciencia Siberiana-, considerado el m¨¢s atrevido de la URSS y dirigido por el acad¨¦mico Abel Agambegian, busca las recetas para resolver el conflicto entre los principios pol¨ªticos intocables del sistema y la eficacia econ¨®mica.
"Es mejor un gran experimento que una peque?a reforma", afirmaba el profesor Alexander Granberg, vicedirector del instituto. El profesor Granberg hablaba en tono humor¨ªstico, pero reflejaba las reticencias ante una palabra que es pr¨¢cticamente un tab¨² en el lenguaje oficial sovi¨¦tico. Embarcada en una serie de experimentos bajo el impulso de Yuri Andropov, la URS S busca, por tercera vez en 20 a?os (antes, en 1965 y en 1979), una soluci¨®n a los males que afectan a su econom¨ªa. ?stos siguen siendo los mismos que llevaron a la reforma de 1965, basada en las ideas del profesor Liberman
Aquella reforma, que preve¨ªa un mayor peso del beneficio, abort¨® cuando los acontecimientos che coslovacos de 1968 asociaron la idea de descentralizaci¨®n econ¨®mica con la p¨¦rdida de control po l¨ªtico.
Hoy, los economistas del insti tuto que dirige Agambegian creen que hay motivo para ser m¨¢s opti inistas que entonces, ya que la necesidad de cambios econ¨®micos (y especialmente de modernizar t¨¦c nicamente el pa¨ªs) el considerada desde los niveles jer¨¢rquicos supe dores en Mosc¨² y es una comisi¨®n del Politbur¨®, el m¨¢ximo organis mo del poder, la que vela directa mente por ella.
Escuchar a los t¨¦cnicos
Los expertos del Instituto Econ¨®mico de Novosibirsk no quieren evaluar el cambio en la direcci¨®n sovi¨¦tica y lo mismo citan a Yuri Andropov que a Konstant¨ªn Chernenko o a Mijail Gorbachov. Son precavidamente optimistas sobre el papel de los economistas profesionales en el asesoramiento de la pol¨ªtica econ¨®mica de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. "En los ¨²ltimos a?os", se?ala el profesor Ralmon Karagedov, jefe de secci¨®n en el instituto, "recibimos m¨¢s garant¨ªas de que nuestras propuestas se van a realizar".
En 1983, un documento producido en Novosibirsk y atribuido a la acad¨¦mica Tatiana Saslavskala pon¨ªa de manifiesto la necesidad de cambios profundos en el sistema de gesti¨®n econ¨®mica. El documento se filtr¨® a la Prensa occidental y Saslavskala jam¨¢s reconoci¨® su autor¨ªa. Hoy, las ideas de ese documento se expresan p¨²blicamente sin prevenciones en debates econ¨®micos.
El experimento a gran escala es e m¨¢s importante de los ensayos que se realizan en la URSS para descentralizar y ampliar los derechos de las empresas industriales. Iniciado en 1984, afecta ahora a empresas de unos 30 ministerios (entre estatales y de las Rep¨²blicas fe deradas) y debe extenderse en 1986 a toda la industria. Para el profesor Karagedov, que ha supervisado el experimento en Siberia la idea de ¨¦ste "no se realiza tan r¨¢pido como deseamos", pero la evaluaci¨®n oficial es positiva, y c¨ªrculos cient¨ªficos sovi¨¦ticos achacan el 50% del crecimiento de la producci¨®n industrial en 1984 al experimento. En ¨¦ste parecen converger los l¨ªmites actuales entre los principios intocables y el grado de eficacia m¨¢ximo en las condiciones dadas.
La teor¨ªa del experimento
En teor¨ªa, el experimento incrementa el papel de la empresa en la elaboraci¨®n de los planes, reduce sus obligaciones de forma realista y pasa a considerar el cumplimiento de los contratos de abastecimiento de tal forma que no es suficiente cumplir el plan, sino tambi¨¦n vender los productos fabricados. Los salarios se ligan al resultado del trabajo y la empresa relaciona su gesti¨®n con el reparto de primas entre sus empleados. En la pr¨¢ctica, y seg¨²n un an¨¢lisis de los primeros meses de su funcionamiento efectuado por Karagedov, el experimento se ve lastrado por la resistencia de los ministerios los planes que no tienen en cuenta las sugerencias de la empresa y la falta de recursos materiales y financieros.
Para el profesor Karagedov, es necesario aumentar el papel del beneficio de la empresa. El problema es c¨®mo hacerlo, porque "si vamos muy lejos podenios entrar en conflicto con los principios ¨¦tico-morales de nuestra sociedad socialista. Todos sabernos lo que hace falta, pero no hasta qu¨¦ l¨ªmite". Como principios ¨¦tico-morales intocables, Karagedov cita la seguridad social y el derecho a un trabajo para siempre en la ciudad donde se reside, la distribuci¨®n seg¨²n el trabajo, la solidaridad y el colectivismo, y la prioridad de los intereses comunes sobre los intereses de grupo o individuales. "Lamentablemente", afirma, "estos ideales no siempre est¨¢n de acuerdo con las exigencias de la efectividad econ¨®mica".
La pr¨¢ctica de estos ideales es un asunto distinto. La actitud negligente ante el trabajo, la falta de disciplina y est¨ªmulos materiales, la centralizaci¨®n burocratizada y la rigidez y complicaci¨®n de las decisiones econ¨®micas son algunos de los problemas que pesan sobre la econom¨ªa sovi¨¦tica. Est¨¢n, adem¨¢s, el escaso crecimiento demogr¨¢fico, la dificultad de extracci¨®n de crudo en los campos de Siberia occidental, las condiciones clim¨¢ticas adversas y los malos resultados agr¨ªcolas.
Millones de movilizados
La ausencia de paro es considerada como "un gran valor" por el profesor Karagedov, aunque "a veces se refleje en el nivel de efectividad de la producci¨®n". El personal redundante en las empresas es un m¨¦todo para cumplir m¨¢s f¨¢cilmente el plan, pero tambi¨¦n una manera de hacer frente a las movilizaciones masivas de trabajadores hacia la agricultura en ¨¦pocas de cosecha.
Economistas occidentales calculan que varios millones de personas son desplazadas cada a?o de su lugar de trabajo habitual para hacer frente a tareas temporales prioritarias y fijadas por la pol¨ªtica econ¨®mica central. En Novosibirsk, una empleada de un supermercado se quejaba de que en verano el trabajo en la tienda aumenta debido a que el personal ha sido en parte movilizado hacia la agricultura.
El subempleo encubierto se pone de manifiesto en el hotel Central de Novosibirsk, por ejemplo, donde varios trabajadores -vigilantes en diferentes rellanos- hacen las funciones que en Occidente corresponder¨ªan a un solo puesto de trabajo o no tendr¨ªan. equivalente. Mientras tanto, en la puerta de acceso al hotel, un cartelito solicita mujeres de la limpieza, planchadoras y ascensorista.
El aumento de los salarios en funci¨®n de la productividad lleva al problema de qu¨¦ hacer con el dinero ante una oferta de bienes de consumo limitada. En Novosibirsk, por ejemplo, la carne y algunos ,alimentos est¨¢n racionados.
En un supermercado de la ciudad, un letrero exhorta a los clientes a no dejar sus compras para los dos ¨²ltimos meses del a?o, e indica las cantidades de carne (dos kilos y medio), embutido (un kilo) y pollo (algo m¨¢s de un kilo) que se pueden comprar por persona y mes. La raci¨®n de mantequilla es de 400 gramos por persona, y los cupones se dan en el barrio, afirma una dependienta del supermercado, muy satisfecha de la introducci¨®n, hace un par de a?os, del sistema de cartillas. "As¨ª la gente sabe que tiene asegurado su aprovisionamiento".
Las nuevas directrices conceden a los gestores de las empresas un mayor margen de acci¨®n y as¨ª pueden despedir a obreros con criterios de rentabilidad, establecer relaciones directas con el extranjero y administrar las divisas que obtengan por ello.
Ampliar la independencia
La independencia de las empresas no puede, por otra parte, "ser tan amplia como en Occidente", pero puede ser "sustancialmente ampliada", seg¨²n el profesor Karagedov. No ha sido as¨ª hasta ahora en la Uni¨®n Sovi¨¦tica, y una encuesta de la revista Eko, publicaci¨®n mensual del Instituto de Novosibirsk, se?alaba que un 53% de los directores de empresa no ha comprobado ninguna ampliaci¨®n de la independencia de ¨¦sta en los ¨²ltimos 10 o 15 a?os. El 30% de los directores cre¨ªa que la independencia se ha restringido.
En el Instituto Econ¨®mico de Novosibirsk se acepta que el riesgo es un factor de progreso social y econ¨®mico, aunque se se?ala que en el mecanismo de direcci¨®n de la econom¨ªa sovi¨¦tica tal riesgo, seg¨²n el profesor Ralmon Karagedov, "no se encuentra casi en ning¨²n sitio". Los experimentos econ¨®micos en marcha tratan de buscar una f¨®rmula que, por una parte, fomente el riesgo, y por otra, lo controle. La resultante est¨¢ a¨²n por ver.
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