Militares y polic¨ªas

LA DECISI¨®N del ministro del Interior de disolver la III Compa?¨ªa de Le¨®n de la Polic¨ªa Nacional y destituir a varios mandos militares del cuerpo ha sucedido despu¨¦s de que el teniente coronel David Cervera anunciara su prop¨®sito de abandonar la jefatura del Estado Mayor de la Polic¨ªa y reintegrarse al Ej¨¦rcito. El que pasaba por ser el segundo hombre en importancia dentro de la estructura de la Polic¨ªa Nacional hizo saber que su postura estaba provocada por "una falta de autoridad" demostrada por el titular del departamento de Interior en el desarrollo del conflicto surgido en la III Compa?¨ªa de Le¨®n, resuelto primero con la destituci¨®n del capit¨¢n que mandaba la misma, despu¨¦s de que 300 polic¨ªas se encerraran para solicitar su renuncia por "su actitud vejatoria y coaccionadora, absolutamente intolerable hacia sus subordinados". La disoluci¨®n de la compa?¨ªa, que no se supo hasta ayer a medianoche, y la remodelaci¨®n en el terreno militar de la c¨²pula policial son los ¨²ltimos datos de una crisis que se anuncia larga y profunda..Hay que poner de relieve que el teniente coronel Cervera no present¨® su dimisi¨®n ni exigi¨®, que se sepa, ninguna medida cuando se formularon las primeras denuncias contra la especial forma de proceder del capit¨¢n con sus subordinados; ni siquiera cuando el Sindicato Unificado de Polic¨ªa (SUP) elabor¨® un informe sobre los hechos que suced¨ªan en la III Compa?¨ªa de Le¨®n. No le preocuparon, por lo visto, los excesos del capit¨¢n tanto como la debilidad del ministro, que le decidi¨® a reintegrarse al Ej¨¦rcito por considerar que Barrionuevo hab¨ªa sido tolerante con lo que consideraba una "campa?a de injurias", llevada a cabo por los sindicatos policiales contra los mandos militares destinados en la Polic¨ªa Nacional. Las protestas un¨¢nimes de todos los sindicatos contra la militarizaci¨®n de esta fuerza de seguridad, definida como un cuerpo civil en la Constituci¨®n, y la denuncia formulada por uno de ellos (el mayoritario SUP) de que con la llegada de los socialistas al Gobierno se asist¨ªa a "una escalada militarista" propiciada por '1a existencia de un bunker, especialmente en la c¨²pula del mando", son afirmaciones que en opini¨®n allegada al jefe dimisionario "enlodan la imagen y el honor" del colectivo de militares que ejercen el mando en la Polic¨ªa Nacional. Independientemente de que cada cual es muy due?o de depositar donde quiera el concepto de su propio honor, es preciso insistir en que las cr¨ªticas de los polic¨ªas, cargadas de sentido com¨²n, han sido ejercidas en funci¨®n de un derecho constitucional y precisamente buscando que se cumpla, en materia de orden p¨²blico, lo que la Constituci¨®n establece y el PSOE prometi¨® en su programa electoral. En cuanto a la debilidad del ministro hay que reconocer que, desde anoche, ¨¦sta puede ponerse en duda. Y aunque estamos seguros de que todo esto se habr¨ªa podido evitar si Barrionuevo hubiera aplicado desde el principio la pol¨ªtica sugerida por su partido y demandada por sus electores, es de elogiar la energ¨ªa con la que ha reaccionado en esta ocasi¨®n.

No es posible resignarse, ya se sea polic¨ªa o simple ciudadano, a que ese compromiso claramente formulado no haya merecido' casi dos a?os y medio despu¨¦s de la llegada del PSOE al Gobierno, la atenci¨®n prioritaria M titular de Interior. La desmilitarizaci¨®n de la polic¨ªa es un deseo ampliamente sentido por la opini¨®n p¨²blica, pero es adem¨¢s una necesidad, tanto para la modernizaci¨®n de aqu¨¦lla como para la reforma del Ej¨¦rcito. No tiene literalmente ning¨²n sentido que en un pa¨ªs democr¨¢tico del nivel de desarroll¨® del espa?ol sean oficiales del Ej¨¦rcito los encargados de mandar las fuerzas del orden. Un militar con mando en la Polic¨ªa Nacional ni cumple con su misi¨®n de profesional del Ej¨¦rcito de garantizar la soberan¨ªa e independencia de Espa?a y defender su integridad territorial" (art¨ªculo 8), ni tiene por principio mayor capacidad que otros para cumplir la misi¨®n policial de "proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana".

Los militares profesionales deber¨ªan ser los primeros interesados en poner fin a la militarizaci¨®n policial. Es significativo que haya disminuido en los ¨²ltimos tiempos el n¨²mero de militares dispuestos a cubrir vacantes en la Polic¨ªa Nacional, lo que coincide, frente a la desidia de Interior en lo que se refiere a reforma policial, con la puesta en pr¨¢ctica por el Ministerio de Defensa de una reforma que busca la mayor profesionalizaci¨®n de los miembros de las Fuerzas Armadas. Pese a ello a¨²n perm¨¢necen en la Polic¨ªa Nacional m¨¢s de 350 jefes y oficiales que han pasado de la Academia correspondiente, o de ejercer un destino estrictamente militar, a enfrentarse a problemas exclusivamente civiles, sin que para ello tengan una formaci¨®n espec¨ªfica.

?A qu¨¦ se debe este estado de la cuesti¨®n, si la Constituci¨®n lo manda, el PSOE lo prometi¨® y lo reclaman un¨¢nimente tanto los polic¨ªas nacionales como los pertenecientes al Cuerpo Superior? ?Qui¨¦n se opone a una reforma deseada incluso por los propios militares destinados en la Polic¨ªa Nacional, seg¨²n afirmaba ayer mismo a este peri¨®dico un miembro del Estado Mayor de ese cuerpo? ?stas son preguntas todav¨ªa sin respuesta.