Siete d¨ªas, paso paso
Procesiones, tamborradas, actos lit¨²rgicos y paganos en torno a un tiempo de penitencia
La redenci¨®n de los dramas que atraviesa cada cual en su vida cotidiana encuentra en la religi¨®n cristiana un cauce ideal. La Semana Santa juega, dentro de ella, el marco reservado en el calendario para reflexionar sobre ese lado tr¨¢gico de la vida; la irrelevancia del hombre y su dependencia de lo m¨¢gico, lo divino. De esta manera, el sentimiento de culpabilidad se une al de arrepentimiento, que se traduce en la necesidad de purgar el pecado.La representaci¨®n m¨¢s fant¨¢stica de esta idea son cremaciones de figuras simb¨®licas y las procesiones de los pasos que tienen lugar durante la Semana Santa. Pocos pa¨ªses como Espa?a tienen tan arraigado ese concepto y pocos como ¨¦l lo interpretan de tan diversa factura. La mayor¨ªa de sus variantes se conservan en su integridad, tal como se cuajaron y fundieron a partir de influencias paganas y religiosas. Esa pureza, sostenida a trav¨¦s de los siglos y frente a envites de cualquier cariz, contrasta con la p¨¦rdida de su significado fuera de las fechas se?aladas en favor del predominio de lo est¨¦tico o simplemente espectacular. El mapa cuajado de coronas de espinas coronadas sobre penitentes muertos y vivos no encuentra un hueco en la geograf¨ªa espa?ola. Ahora bien, ninguno es igual a otro. Si en una plaza impera el redoble de tambores, en la otra el silencio; si en aqu¨¦lla, la belleza escultural de un paso y su forma de ser bailao, en la de al lado la crueldad del penitente... Durante la Semana Santa, Espa?a es toda una representaci¨®n. Las p¨¢ginas que siguen son una muestra de las modalidades de cada una de ellas. Un excelente tiempo climatol¨®gico las acompa?ar¨¢ hasta el mi¨¦rcoles; despu¨¦s, las del Norte tendr¨¢n lugar bajo un escenario propio de la penitencia, que es lo que vienen a recordar.
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