Los 'c¨ªrculos de calidad', psicolog¨ªa de la suave sumisi¨®n laboral japonesa
En 1983, la multinacional japonesa Nissan Motor cre¨® como experiencia piloto, en sus factor¨ªas de Tennessee (Estados Unidos) y de Mil¨¢n (Italia), la nueva actividad empresarial denominada c¨ªrculos de calidad. En la f¨¢brica norteamericana, su implantaci¨®n provoc¨® el boicoteo del United Automobile Union Workers, un sindicato blando del sector del autom¨®vil. Dos a?os despu¨¦s, la mayor¨ªa de los 600 jefes de personal y psic¨®logos espa?oles que asistieron al II Congreso de Psicolog¨ªa del Trabajo, celebrado en Terrassa los d¨ªas 20, 21 y 22,de marzo, conoc¨ªa bien la actividad comerciafizada con el nombre de c¨ªrculos de calidad que, con etiqueta made in Japan, est¨¢ desembarcando en Espa?a al lado de los robots.
"Harayoshi Nakamura no capta su pregunta. Tengan en cuenta que en Jap¨®n la empresa es una organizaci¨®n que te cuida durante toda la vida". Con estas palabras, Melchor Mateu, presidente del Congreso de Psicolog¨ªa del Trabajo y moderador del coloquio sobre los c¨ªrculos de calidad, intentaba poner en antecedentes a los congresistas de la idiosincracia de Nakamura. Las preguntas que pon¨ªan en aprieto al ponente eran de este tipo: ?est¨¢ de acuerdo en que ¨¦sta es una forma de explotaci¨®n? ?C¨®mo se relacionan los operarios que pertenecen a los c¨ªrculos de calidad y los que no? ?Cree que ¨¦sta es una forma de participaci¨®n impuesta desde la c¨²pula empresarial?Harayoshi Nakamura, director general de Calidad de Nissan Motor, empresa accionista mayoritaria de Motor Ib¨¦rica, afirm¨® que los 30.000 operarios japoneses de esta empresa pertenecen a un c¨ªrculo de calidad. Los restantes 30.000 empleados de la compa?¨ªa son ingenieros o t¨¦cnicos "obligados permanentemente a cuidar de la calidad". S¨®lo existe una organizaci¨®n sindical y la ¨²ltima huelga se produjo hace 30 a?os. En el interior de la f¨¢brica norteamericana de Nissan, abierta en 1981, no hay a¨²n ning¨²n sindicato formalmente constituido, pero s¨ª funcionan ya cinco c¨ªrculos. Los sindicatos italianos han aceptado la experiencia a t¨ªtulo de prueba.
En muchas de las grandes empresas espa?olas representadas en el congreso se han implantado los c¨ªrculos, aunque s¨®lo sea como buz¨®n de sugerencias.
Para los managers japoneses, pa¨ªs donde los sindicatos socialistas y comunistas est¨¢n considerados de extrema izquierda y son minoritarios, "el ¨¦xito de los c¨ªrculos de calidad ha sido posible gracias a las especiales caracter¨ªsticas niponas. La raza japonesa es bastante homog¨¦nea, existe una pr¨¢ctica de costumbres de ayuda mutua en grupos en el trabajo agr¨ªcola y en los ¨²ltimos a?os se ha nivelado la situaci¨®n social".
Los 'c¨ªrculos' proponen, la empresa dispone
El voluntarismo es la primera condici¨®n que intentan imponer las compa?¨ªas japonesas que exportan este sistema de organizaci¨®n, basado en grupos de cinco a 10 miembros que proponen ideas para mejorar la calidad de un producto. Dise?ar un nuevo tornillo o cambiar el color de una plancha, aunque la c¨²pula directiva de la factor¨ªa incorpore la innovaci¨®n, no est¨¢ retribuido, s¨®lo tiene un premio.
En Motor Ib¨¦rica, la implantaci¨®n del sistema est¨¢ prevista para dentro de unos meses, de forma voluntar¨ªa, seg¨²n Francisco Castillo, director de Calidad. La implantaci¨®n de los c¨ªrculos en la f¨¢brica espa?ola de Nissan no es rechazada firmemente por ninguno de los tres
sindicatos representados en el comit¨¦ de empresa, UGT, CC OO y otro independiente. Sus representantes manifestaron desconocer en qu¨¦ consiste el sistema, aunque es previsible que su introducci¨®n origine un amplio debate y negociaciones con la empresa.
"No queremos japonizar las empresas espa?olas", afirm¨® el director general japon¨¦s, ante los periodistas, en Barcelona. "Simplemente, queremos dar a conocer las cosas buenas que hacemos en Jap¨®n para que puedan ser adaptadas, sin lesionar la cultura ind¨ªgena". En opini¨®n de algunos sindicalistas de Motor Ib¨¦rica, con la llegada de Nissan la f¨¢brica se hajaponizado. "Ha habido una modificaci¨®n sustancial de condiciones de trabajo y un cambio en el sistema de ritmos". Algunos trabajadores a?oran los tiempos de Ford e incluso de la canadiense Massey Fergusson., Las piezas japonesas que llegan a las factor¨ªas espa?olas y unos pocos robots son los elementos m¨¢s tangibles de la japonizaci¨®n. Los robots no han conseguido ganarse las simpat¨ªas de los obreros espa?oles, como se ganaron la de los trabajadores japoneses, que los han bautizado con nombres de cantantes femeninas famosas.
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