El Barcelona toma ventaja en la lucha por la Liga

Barcelona y Atl¨¦tico se conocen demasiado. Un partido entre los dos grandes del balonmano espa?ol garantiza emoci¨®n, pero no buen juego. Y eso fue lo que sucedi¨® ayer en el Palau Blaugrana Los nervios y las artima?as primaron sobre el espect¨¢culo. Pero como parece que los aficionados -la mayor¨ªa de ellos no iniciados en un deporte que no ha tenido un despegue como el baloncesto s¨®lo quieren desequilibrar su sistema nervioso y acabar con las u?as de sus dedos, tuvieron eso y m¨¢s. Gan¨® el Bar?a, pero todo pudo quedar en tablas o quiz¨¢ finalizar con la victoria del Atl¨¦tico. La fase final de la Liga sigue siendo un dif¨ªcil parto, en el que posiblemente habr¨¢ que utilizar los f¨®rceps.Unos y otros llegaban a este partido en plena euforia, tras haberse clasificado para las finales de sus respectivas competiciones europeas. Ambos conjuntos estaban agotados ps¨ªquicamente. Tambi¨¦n sus entrenadores. Juan de Dios Rom¨¢n, el del Atl¨¦tico, ni siquiera gesticul¨® como es habitual en ¨¦l. Valero Ribera, el azulgrana, menos visceral que su compa?ero, tampoco. Eso s¨ª, se movieron por la banda en una extra?a peregrinaci¨®n, mientras sus jugadores practicaban un aut¨¦ntico correcalles.

Con id¨¦nticos planteamientos t¨¢cticos -defensa 3-2-1- en ambos equipos, el marcador se movi¨® de una forma alternativa. No hab¨ªa nadie sobre la pista capaz de marcar la diferencia. Pero el Atl¨¦tico, al menos durante el primer tiempo, siempre fue por delante. El Bar?a iba a remolque; empataba, desataba la euforia de su p¨²blico y de nuevo a remontar. Por eso a los 30 minutos de juego el empate a 10 goles era un fiel reflejo de lo acontencido en la pista.

Ribera se dio cuenta de que Cecilio Alonso pod¨ªa desequilibrar el fiel de la balanza y en algunas ocasiones orden¨® a sus hombres una defensa mixta para sujetarle. Lo consigui¨® en parte. Pero la m¨¢xima ventaja que obtuvo el Bar?a fue de dos tantos. El final estuvo a tono con la semana de pasi¨®n. Con el marcador 19-18, el bal¨®n estaba en poder del Atl¨¦tico. Mili¨¢n lanz¨® a puerta, pero De Miguel, quiz¨¢, evit¨® la decisi¨®n final de esta Liga.