Mec¨¢nica nacional, el machismo mexicano
Tras Bu?uel, que trat¨® en su obra de la condici¨®n humana en t¨¦rminos generales, sin una necesaria limitaci¨®n al mundo mexicano, es sin duda Luis Alcoriza, su alumno y colaborador, quien mejor reflej¨® las contradicciones, limitaciones y man¨ªas del mexicano medio Con expresa menci¨®n a sus obsesiones religiosas y militaristas, Luis Alcoriza ha ofrecido un friso de la realidad de aquel pa¨ªs que puede tomarse conferencia imprescindible para conocerlo en profundidad; en la medida, al menos, en que lo hizo Berlanga, por ejemplo, en los a?os cincuenta y sesenta mostrando el aspecto siniestro de una Espa?a subdesarrollada que quer¨ªa conquistar el mundo a base de paellas.
Mec¨¢nica nacional, pel¨ªcula coral y negra, se desarrolla en torno a una competici¨®n automovil¨ªstica. Decenas de personajes concurren a la cita, en una romer¨ªa que tanto tiene de pagana como de religiosa. En los contactos que toman tan variopintos personajes se va escalonando la pel¨ªcula como si de una serie de episodios se tratara. Su denominador com¨²n sin embargo, queda rotundo y claro: el machismo como eje, la familia como esclavitud, la hipocres¨ªa como norma.
Desde que se iniciara como director en el M¨¦xico de su exilio, Luis Alcoriza tom¨® del humor negro, tan peculiarmente espa?ol, la inspiraci¨®n fundamental. Tayuc¨¢n ofrec¨ªa el asombroso espect¨¢culo de un grupo de sacerdotes aguardando la defecaci¨®n de unos cerdos que hab¨ªan engullido las perlas de la Virgen. A paso de cojo, la no menos ins¨®lita perspectiva de un ej¨¦rcito improvisado en tre tullidos, dispuesto a defender la fe cat¨®lica contra hipot¨¦ticos herejes. Las fuerzas vivas. el desolador panorama de los conchabeos pol¨ªticos para que todo siga igual. Presagio, la evidencia de c¨®mo un pueblo pod¨ªa destruirse por su confianza en la superstici¨®n.
Quiz¨¢ ¨²nicamente, por parad¨®jico que resulte, fuera en su pel¨ªcula dirigida en Espa?a, Tac Tac, donde Alcoriza perdi¨® el rumbo de ese humor negro, probablemente por limitarse a un cine de escasos personajes, rompiendo su tradici¨®n de historias corales.
El grueso de su restante obra tiene, no obstante, elementos admirables. La corrosi¨®n de su punto de vista, que tanto molest¨® a los censores espa?oles que pr¨¢cticamente dejaron in¨¦dita su obra entre nosotros, quedaba clara en sus propias palabras: "Me asombra que no pueda llevarse un traje del a?o pasado porqu¨¦ ya ha pasado de moda, y, sin embargo, se puedan mantener las viejas ideas. Creo que hay que destruir esos valores. Nuestra sociedad es terrible".
Mec¨¢nica nacional fue exhibida en Espa?a, aunque sin gran apoyo popular. S¨®lo cuando fue emitida por televisi¨®n cont¨® con mayores aplausos, aunque ciertos pasajes del filme caigan en la caricatura o la exageraci¨®n. Son reflejos de otra est¨¦tica cinematogr¨¢fica que no son ajenos a la espa?ola -la referencia a Berlanga es pertinente, aunque entre ambos autores existan grandes distancias-. Precisamente por las similitudes entre estos usos del humor negro, el espectador espa?ol quiso distanciarse de Mec¨¢nica nacional, de la forma en que tambi¨¦n lo hab¨ªa hecho con aquel cine de Berianga. Disgusta el espejo.
Mec¨¢nica nacional se emite hoy, a las 20.00 horas por la segunda cadena, dentro del espacio La clave.
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