Barrionuevo sostiene que EL PA?S ha atentado contra los pilares del sistema democr¨¢tico espa?ol
Resumen del escrito de la demanda
El ministro del Interior, Jos¨¦ Barrionuevo, ha presentado una demanda contra PRISA, sociedad editora de este diario, y contra el director de la publicaci¨®n, Juan Luis Cebri¨¢n, por supuestas difamaciones a su honor contenidas en las informaciones publicadas sobre el asesinato del dirigente de Herri Batasuna Santi Brouard. La demanda fue presentada con fecha 27 de marzo por el letrado Luis L¨®pez Herrera y por el procurador Jos¨¦ Granados Weil, en representaci¨®n de "Jos¨¦ Barrionuevo Pe?a, en la actualidad ministro del Interior" (as¨ª reza el encabezamiento de la enumeraci¨®n de los hechos), ante el Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 16, del que es titular Ernesto Gonz¨¢lez Aparicio. El juez dict¨® providencia el pasado 2 de abril aceptando la tramitaci¨®n de esta demanda por la que Barrionuevo exige una cuantiosa indemnizaci¨®n a la empresa editora y al director de EL PA?S, en base a la ley de Protecci¨®n del Honor de 1982 y a la ley de Prensa franquista de 1966 (la conocida ley Fraga). El ministro, en esta larga demanda (92 folios), acusa de forma reiterada a este peri¨®dico de socavar las instituciones democr¨¢ticas. Juan Luis Cebri¨¢n, tras una primera lectura de la demanda (que le fue remitida el pasado jueves), manifest¨® que su contenido le sugiere "que lo que el ministro del Interior pretende llevar a cabo es un juicio pol¨ªtico contra EL PA?S. Decir que criticar a un ministro equivale a socavar los fundamentos de la democracia es una de las cosas m¨¢s incomprensibles de cuantas he o¨ªdo en mi vida". A continuaci¨®n se reproduce un amplio extracto de la extensa demanda presentada ante el juez por el ministro del Interior contra este peri¨®dico.
El procurador Granados Weil, tras acreditar la representaci¨®n de Jos¨¦ Barrionuevo, Pe?a, manifiesta al Juzgado de Primera Instancia: "Que mediante el presente escrito formulo demanda contra Promotora de Informaciones, SA, compa?¨ªa editora del diario EL PA?S, y contra el director de este peri¨®dico, Juan Luis Cebri¨¢n, ( ... ), acogi¨¦ndome a lo establecido en la ley org¨¢nica de 5 de mayo de 1982 y en la ley de 26 de diciembre de 1978, por haber vulnerado dicho diario el honor de mi mandante, cuya tutela, de acuerdo con lo establecido en las leyes citadas y en los art¨ªculo 18.1, 20.4 y 53.2 de la Constituci¨®n ( ... )".M¨¢s adelante expresa la posici¨®n de su representado con la prensa: "ha considerado siempre que la actitud vigilante y severamente cr¨ªtica de los medios de comunicaci¨®n y, en particular, de la Prensa no s¨®lo es necesaria, sino un valor a defender ( ... )".
"Uno entre todos los diarios, sin embargo, destac¨® desde el comienzo por una especial dedicaci¨®n a la persona de mi mandante, respecto del que ha sostenido imputaciones y formulado cr¨ªticas que se salen por completo de lo normal y que, desde luego, han sobrepasado con creces los l¨ªmites l¨ªcitos de la libertad de Prensa hasta quebrantar su honor ( ... )".
"Las cr¨ªticas del diario EL PA?S, han sido, en efecto, desorbitadas y excesivas, en el fondo -en cuanto que se imputan al se?or Barrionuevo y al departamento y servicios que dirige desmesuras de todo punto irreales- y en la forma -ya que las expresiones utilizadas son muchas veces inusitadamente graves e hirientes y, sobre todo, innecesarias para hacer efectiva la cr¨ªtica que se quer¨ªa formular-, lo que, en suma, revela un ¨¢nimo de agraviar f¨¢cilmente constatable".
"Todo ello lo ha soportado con paciencia mi mandante, por m¨¢s que lo consideraba lesivo de sus derechos constitucionales, y se ha resistido a ejercer acci¨®n alguna contra EL PA?S, pensando, tal vez, que esa particular dedicaci¨®n a su persona, a la que EL PA?S considera poco menos que como fuente de los males m¨¢s varios, ser¨ªa pasajera y fruto del capricho del director del medio o de alg¨²n redactor empecinado. Sin embargo, la enjundia de las agresiones no ha disminuido con el tiempo, y recientemente ha superado sus propios e inadmisibles l¨ªmites con ocasi¨®n de la informaci¨®n ( ... ) sobre lo que se ha dado en denominar el caso Brouard. ( ... ) Se ha ofrecido la imagen de un ministro directa y personalmente interesado en que no se investigue un asesinato, sembrando de paso la grav¨ªsima sospecha de que no se sabe qu¨¦ suerte de aparato parapolicial, pero oficialmente protegido ("dos latinoamericanos a sueldo"), son los responsables de tama?o crimen".
"As¨ª pues, en desarrollo de su incontenible animosidad contra la persona del se?or Barrionuevo, EL PA?S, obsesionado por agredirle y tal vez herido en su sentimiento de prepotencia, como medio de informaci¨®n escrita m¨¢s relevante de Espa?a, por el nulo eco en medios gubernamentales de su desorbitada afici¨®n por el libelo cuando a mi mandante se refiere, decidi¨® elevar a¨²n algunos grados su punto de mira y no dud¨®, para difamar al ministro, en dirigir sus armas contra los pilares mismos del sistema democr¨¢tico ( ... )".
Base f¨¢ctica de la demanda
"Las pretensiones que en esta demanda van a deducirse tienen como base f¨¢ctica exclusivamente las informaciones del diario EL PA?S sobre el caso Brouard. ( ... ). "Si centramos la acci¨®n en el citado caso es, por una parte, porque ofrece base sobrada para nuestras pretensiones, y por otra, porque es un verdadero supuesto l¨ªmite en el que es particularmente pertinente que, por la v¨ªa judicial, como est¨¢ indicado en nuestro sistema constitucional, se muestre a un peri¨®dico en qu¨¦ medida est¨¢ mal utilizada una libertad como la de Prensa, rebasando con mucho los l¨ªmites de su l¨ªcito ejercicio, y tambi¨¦n que se le hagan ver los da?os que de su actitud se derivan para la convivencia en paz de una sociedad democr¨¢tica".
"No obstante basarse la acci¨®n que seguimos exclusivamente en las 'informaciones' dadas por EL PA?S sobre el caso Brouard, creemos que ser¨¢ de utilidad, para facilitar el m¨¢s exacto encuadramiento del premeditado y obsesivo af¨¢n difamatorio del peri¨®dico, utilizar algunos indicadores previos que pueden ilustrar c¨®mo las "informaciones" sobre el indicado caso se insertan en una recalcitrante l¨ªnea editorial basada en una anirnosidad inexplicable (si es que no se justificaba en el capricho personal del se?or director del medio o de alg¨²n redactor influyente que, desconociendo que a los ministros los nombra y cesa el presidente del Gobierno, aspira vanamente a un cese, siempre posible y natural en un cargo como el de ministro, del se?or Barrionuevo, justificado en la contundente raz¨®n de no agradar su persona a los responsables de tan poderoso medio de difusi¨®n), cuyas caracter¨ªsticas son, desde luego, la arbitrariedad m¨¢s pura y ( ... ) el deseo evidente de lesionar su honor ( ... )".
La demanda incluye, a continuaci¨®n, una serie de supuestos que pretenden demostrar esta afirmaci¨®n sobre el comportamiento de este peri¨®dico con respecto al ministro en sus informaciones:
A) Descalificiones gen¨¦ricas y menosprecios.- "Lo que el ministro del Interior dice o escribe oficialmente contiene siempre construcciones o refleja una literatura parvularia en cuanto al estilo; rudimentaridad estil¨ªstica que s¨®lo se abandona para utilizar los giros sem¨¢nticos de la ¨¦poca de la dictadura". Las informaciones de EL PA?S" ( ... ) subrayan la ignorancia del ministro y lo descalifican de manera rotunda para dirigir un departamento tan decisivo para la convivencia en paz y la salvaguarda de la democracia".
B) Incumplimiento de las obligaciones del cargo.- "Las alusiones a un ministro despreciativo de las libertades se encuentran en m¨²ltiples ocasiones en los editoriales, seg¨²n se ver¨¢ m¨¢s adelante. Pero existe una t¨¦cnica particular de conculcaci¨®n de las libertades -la m¨¢s gen¨¦rica, global y opresiva- que consiste en emplear, revivi¨¦ndolos, los m¨¦todos policiales de la dictadura ( ... )".
C) Vulneraci¨®n de las reglas del Estado de derecho.- "( ... ) la escalada verbal de EL PA?S subi¨® un pelda?o in¨¢s en 1984, cuando empez¨® a difundir la especie, casi siempre de forma larvada, pero comprensible paria el lector, a quien el niensaje se le ofrece ya deglutido, de que la violencia de ETA se responde por el ministro del Interior por una violencia de la misma especie, inconstitucional y marginal respecto de los usos obligados en un Estado de derecho".
"Los comentarios, muy repetidos, sobre la dial¨¦ctica de asesinatos que protagonizan ETA y GAL empiezan a insinuar que el Gobierno, y el ministerio en particular, han abandonado la v¨ªa pol¨ªtica para combatir a ETA y fomentan una violencia paralela ( ... )".
El 'caso Brouard'
"( ... ) cuando las informaciones de EL PA?S suben de tono es en el momento en que empieza a insinuar complacencia del Gobierno en la utilizaci¨®n de medios terroristas para combatir a los terroristas; poco a poco va trazando una informaci¨®n lo suficientemente articulada, aunque sin imputaciones directas, como para sugerir al lector una participaci¨®n oficial en dichas pr¨¢cticas".
"Para mayor ilustraci¨®n, acompa?amos a esta demanda, en el supuesto de las informaciones sobre el caso Brouard, ejemplares completos de EL PA?S. Es trascendente esta circunstarcia para probar no s¨®lo la gran dedicaci¨®n que el peri¨®dico ha prestado al tema, sino tambi¨¦n para hacer notar el lugar de privilegio que se concedi¨® a estas informaciones.( ... )".
"En el editorial" del 12 de enero de 1984 "el peri¨®dico insiste en su opini¨®n, mezcla turbiamente -aunque sin imputaciones directas- a ETA, GAL y la "desaz¨®n policial" por la l¨ªnea de investigaci¨®n emprendida por el fiscal Valerio, lo que ya insin¨²a bastante acerca de lo mucho que, supuestamente, tendr¨ªa que ocultar en este asesinato. En fin, que, por otra parte, la cerraz¨®n a aceptar una investigaci¨®n sobre la polic¨ªa es tambi¨¦n una actitud propia del ministro del Interior, se?or Barrionuevo, en una cuesti¨®n que el editorial trata de dejar clara ( ... )".
"El c¨ªrculo, en este instante, de lo que la informaci¨®n sugiere y pretende mostrar como cierto a la opini¨®n p¨²blica est¨¢ definitivamente cerrado y queda integrado por los siguientes elementos esenciales: a) es probable que los "servicios de inteligencia", policiales o parapoliciales, tuvieran relaci¨®n, bien directamente, bien a trav¨¦s de los GAL, "grupo criminal al que se ha vinculado en algunas ocasiones con medios gubernamentales", con el asesinato del se?or Brouard; b) el fiscal Valerio intent¨® investigar estas conexiones y su ensayo provoc¨® una reacci¨®n de los servicios de inteligencia y policiales; c) comunicado por ¨¦stos al se?or Barrionuevo tal circunstancia, y dado que, seg¨²n el peri¨®dico, este ministro no acepta que "sus subordinados est¨¢n obligados, como el resto de los ciudadanos, a responder a las preguntas que el instructor del sumarlo les formule", orden¨® al fiscal general que retirara al fiscal Valerio del caso, lo que aqu¨¦l hizo efectivamente; d) con lo cual queda, en fin, expresamente publicado que existe un inter¨¦s del se?or ministro en que no se investigue el caso Brouard, al menos en los indicados aspectos de la supuesta conexi¨®n de la polic¨ªa con tan deplorable asunto".
"Se comprende por todo ello que mi mandante vuelva a escribir al peri¨®dico una carta, que ¨¦ste inserta el mismo d¨ªa 13, en la que protesta de nuevo: 'Se?or director: ning¨²n servicio policial o de inteligencia, como se dice en la informaci¨®n de referencia, me ha presentado protesta alguna sobre las investigaciones seguidas por el asesinato de Santiago Brouard. Vuelvo a insistirle que no se ha transmitido por parte de este ministerio al fiscal general del Estado ninguna indicaci¨®n, observaci¨®n, instrucci¨®n ni protesta por las citadas investigaciones".
"( ... ) Todas las informaciones las apoya el peri¨®dico en 'fuentes jur¨ªdicas solventes' y las mantiene sin desmayo, pese a los desmenti
Barrionuevo sostiene que el pa¨ªs ha atentado contra los pilares del sistema democr¨¢tico espa?ol
dos de las autoridades implicadas. Creyendo, tal vez, que ha encontrado la vena definitiva de informaci¨®n contra mi mandante, se obceca en la noticia, no la contrasta como debiera y difunde una informaci¨®n que quebranta el honor de mi representado y, desde luego, conmueve los cimientos mismos de las instituciones democr¨¢ticas cuya solidez, as¨ª como la honestidad de las personas que las sirven, queda gravemente en entredicho"Repercusiones
"Esto ¨²ltimo no son, obviamente conclusiones de parte. Las extraer¨ªa cualquier lector de los mensajes de EL PA?S. Para probarlo bastar¨¢ con repasar, muy sumariamente, c¨®mo recoge el resto de la Prensa, especialmente la del Pa¨ªs Vasco -territorio en el que, por razones obvias, se propicia un deterioro mayor del m¨¢ximo responsable de la seguridad p¨²blica y en el que la difamaci¨®n cala de modo inmediato-, las noticias difundidas por EL PA?S".
"( ... ) La interpretaci¨®n de toda la Prensa de lo que EL PA?S quiere decir y dice cuando afirm¨® que 'las instrucciones de Barrionuevo al fiscal general del Estado desen cadenaron el relevo de Emilio Valerio' es un¨¢nime y clara ( ... )".
"EL PA?S no desaprovecha ocasi¨®n para agredir de nuevo a mi mandante y mantener abiertas sus tesis sobre la conexi¨®n de los servicios que ¨¦l dirige en el asesinato (documento n¨²mero 28); pero, sin embargo, va corrigiendo, poco a poco, sus informaciones iniciales aun manteniendo su n¨²cleo esencial (consistente, en todo caso, en dejar bien sentada la tacha de la incomodidad de los servicios policiales por las peticiones del fiscal y la "ayuda" del ministro Barrionuevo para aliviarles de la presi¨®n de una investigaci¨®n judicial)".
"( ... ) El colmo del desatino informativo, que ahora ya muestra m¨¢s inequ¨ªvocamente que nunca, adem¨¢s de una osad¨ªa y soberbia sin l¨ªmites, una consciente y dolo sa intenci¨®n de difamar a mi mandante, es un editorial, publicado el d¨ªa 20 de enero, bajo el aparatoso t¨ªtulo de ?Qui¨¦n miente?".
"El editorial no tiene desperdicio: arranca insultando, sin m¨¢s tr¨¢mites, al se?or Barrionuevo por esforzarse en desmentir al peri¨®dico; construye luego una tesis informativa que no es la que el peri¨®dico ven¨ªa sosteniendo ( ... ); opina que no ha sido EL PA?S quien ha construido el mal¨¦volo artificio de la conexi¨®n del asesinato de Brouard con los servicios policiales; resta todo cr¨¦dito a las notas de protesta del ministro, y, en fin en un ejercicio realmente ins¨®lito, termina por llamar mentiroso a mi mandante (concluye, en efecto, el editorial diciendo que "alguien ha mentido en este asunto, y, desde luego, no ha sido EL PA?S". Dado que la alternativa que se ofrece es que ha sido el peri¨®dico o el ministro quien ha mentido, la respuesta al interrogante no precisa ingenio para ser hallada)".
EL PA?S "( ... ) sostuvo primero que Barrionuevo orden¨® el cese del fiscal y, m¨¢s tarde, que lo que hizo es comunicar unos oficios judiciales al ministro de Justicia (lo cual, por cierto, segu¨ªa siendo falso)".
"( ... ) EL PA?S se cree con derecho a difamar, y la respuesta del difamado no es el resorte m¨ªnimo disponible para atajar la malevolencia de tan poderoso medio, sino un "desahogo epistolar", por lo que se ve intolerable a esto le llama EL PA?S "la grafoman¨ªa histri¨®nica" del ministro".
"(...) El peri¨®dico es consciente de la enorme falsedad que hab¨ªa supuesto imputar a mi mandante intervenir directamente para impedir la investigaci¨®n de un asesinato y para proteger a unos servicios oficiales supuestamente implicados en el mismo. Pero, no obstante, nunca despej¨® EL PA?S la duda por ¨¦l sembrada sobre estas conexiones. La difamaci¨®n se hubiera producido en todo caso porque la agresi¨®n al honor de mi mandante no se lava con arrepentimientos o con desmentidos propios, lo mismo que un asesinato no se exculpa dando el p¨¦same a los familiares de la v¨ªctima".
Conclusiones
"( ... ) Los ataques de EL PA?S contra mi mandante se iniciaron con su mandato. Por lo normal, rebasan los l¨ªmites de la honesta y necesaria cr¨ªtica periodista y revelan una inexplicable persecuci¨®n personal y deseo de difamar ( ... )".
"( ... ) No obstante ser consciente de la falsedad de lo que publica, vuelve a insistir en sus primitivas tesis de cuando en cuando, con lo que perdura en el p¨²blico lector la imagen -por otra parte, difundida, siguiendo a EL PA?S, por el resto de los medios de comunicaci¨®n- de una oscura conexi¨®n Barrionuevo-servicios oficiales de informaci¨®n-violencia antiterrorista-asesinato de Brouard".
"No puede imaginarse supuesto de difamaci¨®n m¨¢s intolerable jur¨ªdicamente que difundir todo lo anterior en relaci¨®n con una persona que, como ocurre con mi mandante, es el m¨¢ximo responsable de los servicios de seguridad p¨²blica y de la gararit¨ªa de las libertades de un Estado de derecho cuyas exigencias, en el sentir de EL PA?S, margina para combatir a los terroristas con los medios de los terroristas y obstaculizar, acto seguido, cualquier investigaci¨®n judicial sobre los hechos".
"No s¨®lo la persona de mi mandante, sino el imperio de la ley y el Derecho ( ... ) exigen que se repare el da?o y se condene a EL PA?S".
"La acci¨®n que se sigue en este proceso es la regulada en la ley org¨¢nica 1/82, de 5 de mayo, de protecci¨®n civil del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen". ( ... ) "La jurisdicci¨®n competente es la del orden civil, correspondiendo la competencia al Juzgado de Primera Instancia". ( ... ) "La legitimaci¨®n de mi mandante deriva de ser titular de un derecho fundamental, el derecho al honor que proclama el art¨ªculo 18 de la Constituci¨®n ( ... ) que ha sido lesionado gravemente por las informaciones de EL PA?S".
"La legitimaci¨®n pasiva de Promotora de Informaciones, SA (PRISA), resulta de ser imputable a EL PA?S, peri¨®dico del que dicha compa?¨ªa es propietaria y editora, la vulneraci¨®n ileg¨ªtima en el honor de mi mandante; la de don Juan Luis Cebri¨¢n, de la circunstancia de ser el director".
"La responsabilidad civil del editor y el director por actos y omisiones causadas por el peri¨®dico es solidaria, seg¨²n el art¨ªculo 65.2 de la ley 14/66, de 18 de marzo" (la ley Fraga de prensa).
"Es la protecci¨®n civil que la ley org¨¢nica 1/82, de 5 de mayo, proporciona la que reclamamos en este proceso, renunciando expresamente a seguir cualquier otra acci¨®n penal. Creemos que es el il¨ªcito civil que, de acuerdo con la Constituci¨®n, dise?a la ley citada lo que se ha producido en este caso. De haberse producido alg¨²n il¨ªcito penal, ser¨ªa de los perseguibles a instancias del agraviado, y expresamente, seg¨²n lo dicho, renunciamos a esa v¨ªa".
El dinero es agradable
"En los tiempos modernos se'ha aceptado de modo definitivo el principio de la reparaci¨®n del perjuicio moral, pues aunque los derechos de la personalidad no se acomoden a una estimaci¨®n pecuniaria, por lo que el dinero no puede aqu¨ª cumplir su funci¨®n de equivalencia como en materia de reparaci¨®n del da?o material, la v¨ªctima del perjuicio moral padece dolores, y la reparaci¨®n sirve para restablecer el equilibrio roto (pretium doloris), pudiendo, gracias al dinero, seg¨²n sus gustos y temperamento, procurarse sensaciones agradables, que vendr¨¢n a contrapesar las dolorosas o desagradables, o m¨¢s bien revistiendo la reparaci¨®n acordada al lesionado, la forma de una reparaci¨®n satisfactoria puesta a cargo del responsable del perjuicio moral, en vez del equivalente del sufrimiento moral".
"Despu¨¦s de la exposici¨®n hecha, que viene siendo ya excesivamente larga, por lo que pedimos disculpas al juzgado al que tenemos el honor de dirigimos, aunque necesaria para resolver en justicia este asunto, nos queda tan s¨®lo entrar en fase de conclusiones ( ... )".
A) "Las informaciones dadas por EL PA?S se refieren nominatim a don Jos¨¦ Barrionuevo Pe?a, ( ... ) de manera que la identificaci¨®n del agredido no ofrece la menor duda ( ... )".
B) "Las imputaciones son grav¨ªsimas. Se le adjudica de modo directo una intervenci¨®n destinada a evitar el esclarecimiento de un asesinato, quitando de enmedio a un fiscal molesto que pretende investigar a unas fuerzas policiales de las que, unas veces larvadamente y otras de forma expresa, se insin¨²a que algo tienen que ver con el crimen. Por dem¨¢s, toda esta imputaci¨®n de hechos est¨¢ cargada de valoraciones en las que se utilizan los calificativos m¨¢s gruesos e intolerables (en los hechos de esta demanda han quedado expuestos), concluyendo por llamar, sin m¨¢s vueltas, mentiroso a mi mandante. Tambi¨¦n en esta cuesti¨®n -digamos que menor en el contexto de la gravedad de este caso-, EL PA?S rebasa una exigencia impuesta, tanto en nuestra jurisprudencia como en todos los sistemas comparados, a la cr¨ªtica period¨ªstica a los pol¨ªticos: el principio de continencia en las expresiones utilizadas, que viene demandada no s¨®lo por respeto a las personas, sino a los cargos que ocupan o a las instituciones que representan".
C) "La informaci¨®n dada por EL PA?S se produce en un contexto de cr¨ªticas personales reiteradas, penosas y de desusado calibre para con un ministro al que se persigue, a saber por qu¨¦, mani¨¢ticamente. Cuando tal cr¨ªtica sube de tono hasta convertirse en difamaci¨®n pura, el af¨¢n difamatorio se contrapone al rigor que a la Prensa es exigible ( ... )".
D) "La noticia publicada, que imputaba a mi mandante una intervenci¨®n directa en el cese del fiscal (y daba a entender, como tenemos dicho, aun al menos inteligente, que para proteger a la polic¨ªa de su oscura conexi¨®n con un crimen), era falsa (...)".
Las reparaciones debidas
"Las medidas que procede adoptar y reclamamos son las siguientes":
A) "En primer lugar, la declaraci¨®n misma de que EL PA?S ha cometido una intromisi¨®n ileg¨ªtima en el honor del se?or Barrionuevo y lo ha difamado".
B) "La condena, por otra parte, a publicar en primera p¨¢gina del peri¨®dico la parte dispositiva y los considerandos de la sentencia, como medio de reparaci¨®n ( ... )".
C) "Una indemnizaci¨®n cuantiosa por el da?o moral sufrido"."( ... ) La indemnizaci¨®n (muy alta en todo caso, porque es una reparaci¨®n moral a un ministro en activo lo que est¨¢ en juego y una agresi¨®n frontal a las instituciones de un Estado de derecho que la indemnizaci¨®n debe servir para castigar y enderezar) debe establecerse, sin embargo, en ejecuci¨®n de sentencia para ofrecer al juzgador entonces una m¨¢s precisa concreci¨®n de las bases que, de acuerdo con el art¨ªculo 9.3 de la ley 1/82, han de servir para fijarla".
"Dichas bases son: La condici¨®n personal del lesionado y el cargo de ministro del Gobierno que ocupa, teniendo en cuenta el atentado contra las instituciones que representa; la circunstancia de ser EL PA?S el diario de mayor circulaci¨®n y m¨¢s influyente de Espa?a; la enorme cantidad de p¨¢ginas y espacio dedicado a las informaciones; la reiteraci¨®n de la misma informaci¨®n, con el agravamiento consiguiente de la lesi¨®n; el eco o acogida de la noticia en los dem¨¢s medios de difusi¨®n; y los eventuales beneficios adicionales que al peri¨®dico haya podido reportarle la publicaci¨®n de la noticia (beneficios que no necesariamente tienen que ser econ¨®micos, sino tambi¨¦n los verificables en el orden de las influencias y los favores personales)".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Injurias
- Caso Brouard
- Declaraciones prensa
- Jos¨¦ Barrionuevo Pe?a
- Juan Luis Cebri¨¢n
- Querellas
- II Legislatura Espa?a
- GAL
- Manipulaci¨®n informativa
- Ministerio del Interior
- Calumnias
- Libertad expresi¨®n
- PSOE
- Terrorismo Estado
- Peri¨®dicos
- Intromisi¨®n honor
- Gobierno de Espa?a
- Legislaturas pol¨ªticas
- Partidos pol¨ªticos
- Grupo Prisa
- Casos judiciales
- Prensa
- Ministerios
- Sucesos
- Derecho