'Perros callejeros' ante las c¨¢maras
Algunos j¨®venes actores conocen bien el camino entre la prisi¨®n de Carabanchel y los platos de rodaje
La escena se repite. El director, acompa?ado de la parafernalia que rodea al cine, llega a cualquier barrio del cintur¨®n industrial de una gran ciudad, en este caso Madrid, en busca de actores ocasionales para su pr¨®xima pel¨ªcula. Quiere reflejar los problemas de la juventud suburbana. Los escogidos, en muchos casos, terminan conociendo por dentro las prisiones, como Jos¨¦ Antonio Veldelomar, protagonista de la pel¨ªcula de Carlos Saura Deprisa, deprisa. En otras ocasiones, los j¨®venes se interpretan a s¨ª mismos, como el Pirri, un actor del barrio madrile?o de San Blas al que el director de De tripas coraz¨®n tuvo que rescatar de una comisar¨ªa, al igual que a otros dos int¨¦rpretes, para poder seguir el rodaje.
Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez, m¨¢s conocido como el Pirri, jugaba en una calle del barrio de San Blas con unos colegas cuando le llamaron para el cine. Ten¨ªa 13 a?os y no le cost¨® ning¨²n esfuerzo pasar la prueba que le convertir¨ªa, en las pantallas, en uno de los miembros de la banda de el Jaro, delincuente madrile?o que muri¨® en un enfrentamiento con la polic¨ªa. Ahora, siete a?os despu¨¦s y con siete pel¨ªculas a sus espaldas, el Pirri se ha convertido en un consumado actor.El apodo de el Pirri se lo puso un t¨ªo suyo cuando viv¨ªan en una chabola en el barrio de Pan Bendito. "Nuestro ¨²nico entretenimiento era el f¨²tbol, y yo jugaba con la camiseta blanca y el n¨²mero cuatro en la espalda, que entonces correspond¨ªa, en el Real Madrid, a Pirri". Mientras habla luce una espl¨¦ndida sonrisa que deja al descubierto la falta de un diente, fruto de sus aventuras con los autom¨®viles.
El curr¨ªculo de el Pirri como actor no ha modificado en absoluto su situaci¨®n econ¨®mica. Es un joven de ojos azules, rubio, alto y muy delgado, ocupa a¨²n con sus abuelos una vivienda de la Obra Sindical del Hogar y no tiene "ni una lechuga [1.000 pesetas] para tomar unas ca?as".
Cuando no trabaja pasa la mayor parte del tiempo en la calle. Se levanta tarde -"desayuno un vaso de cola-cao y me aligero [me voy]"-, se junta con los chaval?tos de la zona y charlan, entre canuto y canuto, hasta que se pasa la ma?ana. Despu¨¦s de comer se tumba un rato y escucha algo de flamenco, sobre todo a Camar¨®n de la Isla, El Parrita y El Tijeritas. Tras la siesta, otra vez a la calle. "Un ratito en el parque para hacer tiempo, mientras espero la salida del trabajo de mi piba, que est¨¢ empleada en una peluquer¨ªa". A media tarde, se sube en la moto que le compraron sus abuelos y sale del barrio, al que no volver¨¢ hasta bien entrada la noche. "Por San Blas no hay quien ande, los guardias me paran cada dos por tres", dice.
Cerveza y 'canutos'
La conversaci¨®n transcurre en un disco-bar de la zona, donde suena m¨²sica reggae. Los clientes del establecimiento, un local oscuro y sucio con una barra inmensa, son muchachos j¨®venes de pantal¨®n ce?ido y cazadora que beben cerveza y l¨ªan canutos continuamente.
"Sevilla es demasiao, t¨ªo. Llegas a los bares del barrio de Triana y te ofrecen de todo y por kilos Un pasote, t¨²", le cuenta uno de sus amigos a el Pirri, que viajar¨¢ este fin de semana a esa ciudad para promocionar su ¨²ltima pel¨ªcula. Cuando cesa la m¨²sica pasan en v¨ªdeo el filme Truhanes. La entrada en la c¨¢rcel de Carabanchel de uno de los protagonistas provoca la risa y los comentarios f¨¢ciles de la clientela, que reconoce el lugar como familiar.
Las pel¨ªculas en las que ha trabajado -Navajeros, La mujer del ministro, Maravillas, Colegas, El pico II, De tripas coraz¨®n y La reina del mate- reflejaban todas un poco de su vida. Ahora prepara un nuevo filme. "El cine", confiesa, "es lo ¨²nico que logra mantenerme en casa". Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez tiene un m¨¦todo de ensayo particular: "Me llevo el gui¨®n y me encierro en mi habitaci¨®n. Lo leo hasta que me lo aprendo de memoria. Luego lo grabo en un loro [magnet¨®fono] y lo ensayo continuamente". A veces coge el libreto y se va en busca de sus colegas. En la calle se reparten los papeles y cada uno interpreta un personaje.
Julio S¨¢nchez Vald¨¦s, director de la pel¨ªcula De tripas coraz¨®n, no daba cr¨¦dito a sus o¨ªdos cuando le dijeron que Jos¨¦ Antonio Rielo, alias el Pelos, otro de los protago
'Perros callejeros' ante las c¨¢maras
nistas, no se hab¨ªa presentado al rodaje porque le hab¨ªan internado en Carabanchel por una orden de busca y captura dictada por un juzgado de Alicante. En distintas fases del rodaje, que dur¨® siete semanas, el director, seg¨²n recuerda ahora, tuvo que "sacar de la trena a tres de los int¨¦rpretes por distintos problemas con los guardias". Jos¨¦ Mart¨ªnez, el Nene, trilero de profesi¨®n, fue detenido junto con un amigo cuando viajaba en una moto de la que no ten¨ªan papeles, y el Pirri tuvo que v¨¦rselas con un juez y con una acusaci¨®n por lesiones que polic¨ªas de su barrio presentaron contra ¨¦l.Con objeto de acabar la pel¨ªcula sin nuevos sobresaltos, S¨¢nchez decidi¨®, reci¨¦n rescatado el Nene de la comisar¨ªa, pasarle 1.000 pesetas diarias para que "dejara de buscarse la vida moment¨¢neamente" y prestarle una peque?a habitaci¨®n en el local de la productora para que pernoctara.
A la hora de buscar actores que interpretaran el papel de delincuentes de barrio, el director no lo dud¨®: "Si quer¨ªa dar realismo a la pel¨ªcula ten¨ªa que buscar a muchachos con el rostro marcado por los malos tragos que les ha tocado vivir". Cuando el Nene y el Pelos llegaron a la productora, S¨¢nchez les eligi¨® al primer golpe de vista.
'Deprisa, deprisa'
El cine ha sido, sin embargo, una ruina para Jos¨¦ Antonio Valdelomar, protagonista de la pel¨ªcula de Carlos Saura Deprisa, deprisa, ganadora del Oso de Oro en el festival de Berl¨ªn de 1981. Valdelomar hizo real el filme en el que hab¨ªa trabajado cuando fue detenido, en el curso de una persecuci¨®n policial, por Jos¨¦ Antonio Gonz¨¢lez Pacheco, m¨¢s conocido en los medios policiales y pol¨ªticos como Billy el Ni?o. Acababa de atracar un banco a punta de pistola en la calle de R¨ªos Rosas, en Madrid, y llevaba a¨²n, en el momento de ser detenido, el contrato de la pel¨ªcula que le hizo famoso y por la que cobr¨® 300.000 pesetas.
Cumpli¨® 20 meses en la prisi¨®n de Carabanchel y se march¨® a vivir a Reus, donde fue arrestado de nuevo. Le reconoci¨® la dependienta de un supermercado que hab¨ªa sido asaltado. Hace un mes, Valdelomar fue identificado por un comerciante de Villaverde (Madrid). "Su cara es ya demasiado popular", afirman sus amigos. "Los comerciantes le ven en cada atracador que llega a la tienda diciendo: 'Venga, el dinero, deprisa, deprisa". Jes¨²s Arias Aranzueque, otro de los protagonistas de Deprisa, deprisa, est¨¢ recluido en otra prisi¨®n madrile?a.
Mientras, Juan Moreno Cuenca, alias el Vaquilla, que est¨¢ internado en el penal de Oca?a (Toledo), espera que se le autorice a salir de la prisi¨®n para poder interpretar la pel¨ªcula que prepara Jos¨¦ Antonio de la Loma basada en su biograf¨ªa. La vida de el Vaquilla sirvi¨® de inspiraci¨®n para el filme Perros callejeros.
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