La elipse
8 lunes
Pepa Flores: "Este Gobierno humilla al pueblo". Bueno. Pepa Flores es una perpetua -su ¨²ltimo LP se llamaba "Galer¨ªa de perpetuas"- en la vida espa?ola, hasta el punto de que supo desdoblarse en dos: Marisol para la derecha y Pepa Flores para la izquierda e Ignacio Gallego. S¨®lo los grandes mitos son bifrontes, desde Jano hasta Ruiz-Gim¨¦nez. Hace unos a?os, en su piso de Capit¨¢n Haya, Pepa Flores me contaba c¨®mo el se?or Goyanes mandaba a su madre (la madre de Marisol) a comer a la cocina. A poco mor¨ªa el se?or Goyanes y busqu¨¦ en la Prensa las declaraciones de Marisol al respecto:
-Ha sido como un padre para m¨ª.
No me qued¨¦ estupefacto, porque uno ya no se queda nada. Compred¨ª que la l¨ªrica criatura ha conseguido el desdoblamiento de los genios, como Antonin Artaud. Marisol cuando la derecha/Goyanes, Pepa Flores para Gorvachov. Y no porque ella haga un doble juego, ni mucho menos, sino porque toda criatura excepcional -y Josefa Flores lo es- tiende al desgarramiento interior. Luego viene un periodista sabio y hace lo que uno mismo hiciera ya, muchos a?os antes: utilizar una folkl¨®rica como arma arrojadiza contra el Poder. El juego es distra¨ªdo, si lo sabr¨¦ yo, que lo invent¨¦. Las declaraciones pol¨ªticas de una folkl¨®rica siempre tienen m¨¢s fuerza, por contraste, que las de un pol¨ªtico. Quiz¨¢ Pepa Flores/Marisol aprenda un d¨ªa, con los a?os, que por ella no pasan (y perd¨®n por este madrigal reaccionario), que nadie tiene la verdad absoluta y que, en pol¨ªtica, s¨®lo puede conseguirse una verdad precaria reajustando, como un rompecabezas, las peque?as verdades de Fidel, de Gorvachov, de Felipe, de Carrillo, de Sartorius, y en este plan. Pero sigue siendo la mayor artista de los 40/40.
10 mi¨¦rcoles
Miguel Veyrat en Adagio desolato: "El tiempo s¨®lo existe para ser representado". Ramonc¨ªn en su ¨²ltimo disco: "El tiempo no borra lo que nos uni¨®". La nueva generaci¨®n aparece lampasada de tiempo. Como todas. S¨®lo escribiendo mucho del tiempo se le conjura. V¨¦ase nuestro escritor m¨¢s intemporal: Azor¨ªn.
12 viernes
Se acabaron, de golpe, los chistes de Mor¨¢n. Mor¨¢n, al fin, nos ha metido en Europa, ayudado por Mar¨ªn. Hasta hab¨ªa una pluma de la derecha que no se privaba nunca del f¨¢cil juego Mar¨ªn/ Mor¨¢n. Uno, personalmente, intuye no s¨¦ qu¨¦ relaci¨®n entre el chiste y la burocracia. Los chistes contra el Estado suelen hacerse en las oficinas del Estado por quienes cobran del Estado sin hacer nada por el Estado ni por el peatonal que llega a la ventanilla del Estado con un papel. Naturalmente, detr¨¢s de Mor¨¢n hay una larga historia de amores y amor¨ªos espa?oles con la CEE. Y una gesti¨®n concreta de Felipe Gonz¨¢lez. Pero los hermanos Quintero progresistas que remataron la funci¨®n han sido Mar¨ªn/ Mor¨¢n. La izquierda/derecha lo comentan reticentes, pero respetuosas. No s¨¦ si Mor¨¢n es buen o mal pol¨ªtico, ni me importa (s¨¦ que es un buen ensayista literario, porque lo he le¨ªdo), pero evidentemente ha sabido sinoptizar en s¨ª los anhelos de la Corona, del Gobierno y del pueblo espa?ol respecto del Mercado Com¨²n. Y hacer que Europa se trague esa sinopsis. "Haz un chiste, que algo queda", pudi¨¦ramos decir aqu¨ª, volterianamente. Bueno, pues de los chistes/Mor¨¢n no ha quedado nada. Es dif¨ªcil hacer chistes con el ¨¦xito. He recorrido corrillos de Serrano, bares/chafl¨¢n del barrio de Salamanca, redacciones de peri¨®dicos, mentideros de la Corte, escalinatas de San Felipe, metaf¨®ricas, tabernones de Legazpi, en torno al matadero abandonado (hoy se hacen all¨ª m¨¢scaras y gigantones), adonde desayuna la jet, traje noche, despu¨¦s de Vartity/ Mau-Mau. En la noche madrile?a ni un solo chiste/Mor¨¢n. A todos se les ha escarchado la sonrisa entre la pajarita y la sorpresa.
14 domingo
Tras la Semana Santa, ¨¦sta ha sido la semana de la heterodoxia. Parece que hemos conseguido poner tarascas a algunos episcoarzobispales, siquiera sean metaf¨®ricos y no numerarios, que en el reino de la teosof¨ªa nunca se sabe. El Tribunal Constitucional ha tirado a la papelera la ley del aborto, que era modesta y meramente higi¨¦nica: se trataba de evitar la muerte de la madre o el nacimiento del monstruo anunciado. Para que luego digan que somos anticlericales en TV. Para que sepan, en fin, hasta d¨®nde llegan las inercias cat¨®licas en Espa?a. Pues claro que somos herejes, pero con cinco siglos de tradici¨®n, como ellos. Y uno piensa que una heterodoxia con tanta tradici¨®n es ya una ortodoxia. Ceno en Scala/Meli¨¢ con Cuqui Fierro y la adorable y clar¨ªsima Ver¨®nica Forqu¨¦. Ver¨®nicia es una heterodoxia ingenua y, sensual¨ªsima, con su blancura rubia, frente a todas las morenazas de cuarz¨®n que andan por la jet solas. Lo blanco es heterodoxia, Ver¨®nica, amor, para las razas oscuras, los jud¨ªos de Praga, un suponer, o sea Kafka. Jos¨¦ Luis G¨®mez le pone sello a su kafkiana Carta al padre, en el Pav¨®n y a los pocos d¨ªas tiene que cerrar el estanco. Bueno, pues al d¨ªa siguiente va Santiago Pareciles, coge, llega, agarra y estrena La metamorfosis en el Lara. Pero Kafka es el gran hetetodoxo de lo kafkiano. Todo K. es una par¨¢bola interior que no se debe visualizar porque se degrada. La heteodoxia teatral nos llevar¨¢ incluso a escenificar la gu¨ªa de tel¨¦fonos, o cuando menos las p¨¢ginas amarillas. En cambio, Sam Shepard/Garc¨ªa Moreno/ Llovet erigieron en el Infanta un western heterodoxo, unos, hermanos Karamazov del Lejano Oeste, una gozada. Los constitucionales tribunicios siguen en el rollo de San Pablo: "Es bueno que haya herejes". S¨®lo del hereje viven ya las oficinas de la fe. La hereje/her¨¦tica bien/bian seguir¨¢ abortando en Londres, por cincuenta mil, de paso que ve los ¨²ltimos pomos teatral/intelectuales de El Globo, teatro orillero del T¨¢mesis que se inventaron Shakespeare y Marlowe. Se ha prohibido el aborto higi¨¦nico para pobres, aun cuando vayan a alumbrar un monstruo kafkiano como el de La metamofosis. El peor clericalismo es el de algunos seglares. O sea.
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