Los peligros inflacionistas derivados de la aplicaci¨®n del IVA
La implantaci¨®n en 1986 del impuesto sobre el valor a?adido (IVA) posibilita reducir el d¨¦ficit p¨²blico mediante la mayor recaudaci¨®n fiscal, aunque ello tiene un efecto negativo en la inflaci¨®n. El autor de este art¨ªculo advierte que, pese a eventuales medidas correctoras, el incremento de carga impositiva y la subida de precios disminuir¨ªan el consumo y la inversi¨®n y pondr¨ªan en peligro los objetivos de recuperaci¨®n econ¨®mica y de empleo formulados por el Gobierno.
Uno de los problemas que mayor inter¨¦s est¨¢ despertando en el proyecto de ley del impuesto sobre el valor a?adido (IVA) es el relativo a los tipos impositivos, por cuanto una mayor elevaci¨®n supone un incremento recaudatorio para las arcas del Estado que sin duda contribuir¨¢ a paliar el problema del d¨¦ficit. Sin embargo, como expresamente se reconoce por las propias autoridades, los efectos inflacionistas derivados de una actuaci¨®n de este tipo supondr¨¢n un aumento entre dos y tres puntos en el nivel general de precios que ser¨¢ tanto mayor conforme mayores sean los tipos aplicados, plante¨¢ndose, pues, la disyuntiva de si resulta prioritario el d¨¦ficit p¨²blico a la. hora de abordar los problemas b¨¢sicos de la econom¨ªa espa?ola o, por el contrario, si un resurgimiento de la inflaci¨®n puede resultar tan negativo o m¨¢s que el supuesto anterior.
Consumo e inversi¨®n
Como suele ocurrir siempre en econom¨ªa, la elecci¨®n de las medidas adecuadas y la decisi¨®n en torno a uno u otro supuesto resulta en principio dificil de precisar, puesto que supondr¨ªa establecer con claridad y de una manera determinante cu¨¢l de los dos problemas expuestos resulta prioritario por las consecuencias que puedan derivarse sobre la econom¨ªa espa?ola. Es evidente que el persistente d¨¦ficit p¨²blico est¨¢ estrangulando las posibilidades de inversi¨®n del sector privado y captando la mayor parte del ahorro disponible, en detrimento de unas inversiones rentables que permitiesen un mayor crecimiento en los t¨¦rminos previstos por el programa econ¨®mico del Gobierno y, por a?adidura, un menor nivel de desempleo. Sin embargo, resultar¨ªa m¨¢s factible abordar su control y disminuci¨®n a trav¨¦s de las reformas estructurales e institucionales que precisa el gasto p¨²blico para su reducci¨®n, as¨ª como a trav¨¦s de una mejor gesti¨®n (de los impuestos y minoraci¨®n del fraude, que mediante un incremento recaudatorio tal y como tendr¨ªa lugar en el supuesto de unos elevados tipos impositivos en el nuevo IVA, ya que las consecuencias inflacionistas pueden resultar, y de hecho es previsible que as¨ª ocurra, gravemente perjudiciales para los componentes privados de la demanda, tanto el consumo como la inversi¨®n, siendo ambos los pilares b¨¢sicos sobre los que se pretende erigir el proceso de crecimiento de los pr¨®ximos; a?os a tasas del PIB del 3%.
Esta afirmaci¨®n resulta ser v¨¢lida en tanto las elevaciones previstas en el consumo privado y en la inversi¨®n para los ejercicios futuros se fundamentan necesariamente: en un aumento de la capacidad adquisitiva de la poblaci¨®n y de las expectativas reales de inversi¨®n, lo cual requiere a su vez una desaceleraci¨®n en el crecimiento de la presi¨®n fiscal y una disminuci¨®n de los tipos de inter¨¦s, as¨ª como de la tasa de inflaci¨®n.
Ante este panorama, la disminuci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico como consecuencia de una mayor recaudaci¨®n del IVA conlleva todos los efectos positivos que la propia reducci¨®n del d¨¦ficit origina y, por tanto, supone una actuaci¨®n coherente con el prop¨®sito que anima al Gobierno en la aplicaci¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica.
No obstante, cabr¨ªa hacer una valoraci¨®n de las consecuencias adversas que los efectos inflacionistas producidos pueden ocasionar en el funcionamiento del esquema b¨¢sico que fundamenta el proceso de crecimiento previsto, en el sentido de que si se origina un resurgimiento de la inflaci¨®n y se alcanzan nuevamente las tasas de dos d¨ªgitos, junto a la mayor presi¨®n fiscal que suponen unos mayores tipos de grav¨¢menes, es de esperar que los niveles del consumo privado se queden muy por debajo de las previsiones establecidas.
De la misma manera, cabe vaticinar una evoluci¨®n claramente desfavorable para la inversi¨®n privada como consecuencia de una mayor inflaci¨®n que presionar¨¢ el alza a los tipos de inter¨¦s y har¨¢ a¨²n m¨¢s improbable cualquier despegue o crecimiento de la inversi¨®n, al menos a las tasas previstas en los cuadros macroecon¨®micos elaborados por el Gobierno. Si a esto unimos el hecho, tambi¨¦n significativo, de que una mayor inflaci¨®n como consecuencia del IVA har¨¢ menos competitivas nuestras exportaciones, y que ¨¦stas se ver¨¢n asimismo afectadas por una menor desgravaci¨®n fiscal a la exportaci¨®n o, en su caso, por su desaparici¨®n, se puede comprender con claridad los graves efectos adversos que una decisi¨®n como la expuesta de propiciar una mayor capacidad recaudatoria en el IVA puede tener sobre la econom¨ªa interior. En definitiva, pues, todo parece apuntar a que ambos efectos del IVA suponen un importante obst¨¢culo en el cumplimiento de las previsiones establecidas por las autoridades en materia de crecimiento y empleo.
No obstante, se ha argumentado por parte de alg¨²n representante del Gobierno que el referido impacto inflacionista del IVA podr¨ªa ser abordado a trav¨¦s de diferentes mecanismos administrativos para conseguir un control de los precios, como ser¨ªa el caso de una pol¨ªtica monetaria m¨¢s restrictiva, una pol¨ªtica de control de precios, e incluso se ha atisbado la posibilidad de que sea el propio mecanismo del mercado el que controle e impida el crecimiento de los mismos originado por el IVA.
En este sentido conviene recordar que una actuaci¨®n monetaria m¨¢s r¨ªgida para hacer frente a la inflaci¨®n tendr¨ªa consecuencias a¨²n m¨¢s adversas sobre la inversi¨®n y empeorar¨ªa a¨²n m¨¢s la situaci¨®n existente, con las consecuencias que ello ocasionar¨ªa sobre el nivel del paro, que ser¨ªa mayor.
Medidas correctoras
Por otro lado, la intervenci¨®n del Gobierno en el control de los precios supone un paso atr¨¢s en la liberalizaci¨®n y flexibilizaci¨®n de nuestra econom¨ªa, con las rigideces que conlleva y con los escasos resultados que cabe esperar.
Por ¨²ltimo, afirmar que el propio mercado actuar¨¢ impidiendo el efecto inflacionista supone aceptar que habr¨¢ de ser la propia demanda de consumo la que disminuya, procedi¨¦ndose asimismo a un desajuste de las previsiones establecidas para los pr¨®ximos a?os de fundamentar en el consumo privado y en la inversi¨®n el proceso de crecimiento econ¨®mico.
En su conjunto, pues, dif¨ªcilmente puede esperarse alguna connotaci¨®n plausible y positiva para nuestra econom¨ªa si los objetivos recaudatorios del IVA prevalecen y se erigen en causa inmediata de unas mayores tasas de inflaci¨®n para los pr¨®ximos ejercicios.
es economista del Estado, profesor titular de Hacienda P¨²blica y Derecho Fiscal y doctor en Derecho.
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