Los Reyes se reunir¨¢n hoy con medio mill¨®n de compatriotas

Casi medio mill¨®n de espa?oles y argentinos de origen espa?ol se encontrar¨¢ hoy con los Reyes en el acto m¨¢s multitudinario de los protagonizados por don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa. Para buscar un precedente similar s¨®lo existe un encuentro parecido, aunque con una asistencia mucho menor a la prevista para hoy, durante la gira real por M¨¦xico de 1978.El encuentro tendr¨¢ lugar a las 11.30 horas (16.30 hora peninsular) en el Predio ferial de Palermo. En el acto estar¨¢ presente tambi¨¦n el presidente argentino, Ra¨²l Alfons¨ªn. Luego, los Reyes, acompa?ados de Alfons¨ªn, marchar¨¢n a la ciudad de Rosario, primera ciudad argentina diferente a la capital que tienen oportunidad de visitar en los ¨²ltimos siete a?os. En su primera visita oficial a Argentina, los Reyes ten¨ªan previsto un viaje a la ciudad de Misiones y a las cataratas de Iguaz¨², pero en aquella ocasi¨®n, don Juan Carlos prefiri¨® suspender estos desplazamientos para encontrarse con diversos representantes de la oposici¨®n a la dictadura militar que gobernaba en aquel momento.

En esta ocasi¨®n, adem¨¢s de Iguz¨² -adonde viajar¨¢n ma?ana,- los Reyes tienen previsto conocer hoy la ciudad de Rosario, de un mill¨®n de habitantes y con una importante colonia espa?ola. En Rosario, los Reyes tendr¨¢n una recepci¨®n multitudinaria, despu¨¦s de la cual inaugurar¨¢n el complejo cultural Parque de Espa?a.

Primeras p¨¢ginas

Entre tanto, los medios de comunicaci¨®n de Argentina recogen con todo lujo de detalles el viaje real. Los cuatro canales de televisi¨®n dedican amplios espacios informativos, mientras que la Prensa escrita desde los diarios m¨¢s serios hasta las revistas de humor, pasando por los semanarios del coraz¨®n- dedican un¨¢nimemente sus primeras p¨¢ginas al acontecimiento.

Las an¨¦cdotas se multiplican. Ayer, el diario La Naci¨®n contaba c¨®mo el lunes el presidente Alfons¨ªn, en un gesto de humor, se ofreci¨® a guardar en una caja fuerte de la Casa Rosada el abrigo de la Reina, para evitar, como hace ocho a?os, que alguna se?ora con afanes coleccionistas lo hiciera desaparecer. Seg¨²n La Naci¨®n, la Reina, sonriente, se limit¨® a contestar: "D¨¦jelo ah¨ª, a la vista, encima de esa silla".