Le Pen no puede reclamar por ser acusado de torturador despu¨¦s de aprobar este m¨¦todo

Jean-Marie Le Pen, l¨ªder del partido de ultraderecha Frente Nacional, no puede sentirse difamado porque le acusen de haber torturado durante la guerra de Argelia cuando reconoce p¨²blicamente que aprueba dichas pr¨¢cticas. As¨ª lo ha decidido la sala 17 del Tribunal Correccional de Par¨ªs, que sentenci¨® ayer la demanda presentada por el pol¨ªtico contra el semanario humor¨ªstico Le Canard Enchain¨¦. La sentencia, que puede sentar jurisprudencia, ha sido acogida con alborozo por los medios de comunicaci¨®n franceses.
El semanario public¨® en agosto de 1984 varios art¨ªculos en los que se afirmaba que Le Pen, que durante la guerra de Argelia ostent¨® el grado de teniente, hab¨ªa sido reconocido por sus v¨ªctimas como un torturador. La denuncia fue recogida y ampliada posteriormente por el diario Lib¨¦ration, contra el que Le Pen present¨® tambi¨¦n demanda.El juicio contra Le Canard Enchain¨¦ se desarroll¨® el pasado mes, a lo largo de cinco sesiones. En principio no se discut¨ªa sobre la veracidad de las acusaciones, puesto que todos los delitos relacionados con la guerra de Argelia fueron amnistiados en 1964, sino sobre la voluntad de difamar del semanario.
El l¨ªder ultraderechista acudi¨® personalmente a testificar y no tuvo empacho en manifestar que si bien no hab¨ªa torturado personalmente, lo hubiera hecho si sus superiores se lo hubieran ordenado. Le Pen expres¨® con claridad su apoyo y solidaridad con los oficiales franceses que realizaron aquellas pr¨¢cticas para luchar "contra el terrorismo ciego del Frente de Liberaci¨®n Nacional".
Sus declaraciones se han convertido en una prueba contra ¨¦l mismo y no contra el semanario. El juez afirma en la sentencia que est¨¢ probado que durante los primeros meses de 1957 algunos militares franceses "perpetraron violencias graves" y que el teniente Le Pen tuvo conocimiento de torturas practicadas durante algunos interrogatorios. "El tribunal observa que Jean-Marie Le Pen ha aprobado y justificado constantemente esas violencias. Los testimonios que ha aportado durante la vista, tendentes a demostrar las atrocidades imputables al FLN, no tienen otra justificaci¨®n posible". As¨ª pues, concluye el juez, Le Pen no puede considerarse herido en su honor, porque no es l¨®gico aprobar la conducta de quienes han cometido los actos que se le imputan y afirmar al mismo tiempo que esa imputaci¨®n le deshonra.
La fanfarroner¨ªa de Le Pen, que pretendi¨® aprovechar el juicio para atraerse a los antiguos partidarios de Argelia francesa, se ha vuelto contra ¨¦l. El juez explica que una sentencia del Tribunal Supremo impide realizar averiguaciones sobre el concepto personal del honor, pero en este caso, a?ade, ha sido el propio demandante quien ha facilitado esas precisiones de forma voluntaria. Puesto que Jean-Marie Le Pen no considera un deshonor, sino todo lo contrario, recurrir a la tortura, las acusaciones de Le Canard Enchain¨¦ no tienen por qu¨¦ molestarle.
El tribunal declara absuelto al semanario y condena al l¨ªder del Frente Nacional a pagar las costas. La sentencia podr¨¢ servir de precendente en el pr¨®ximo juicio contra Lib¨¦ration, que se celebrar¨¢ los d¨ªas 20 y 21 del pr¨®ximo mes de junio, ante la misma sala.
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