La droga 'm¨¢gica' de los trasplantes
El Ministerio de Sanidad registrar¨¢ antes del verano la Ciclosporina A para su uso comercial
El peri¨®dico The Times publicaba el 6 de noviembre de 1979 una informaci¨®n a dos columnas en la que advert¨ªa: Gran riesgo de c¨¢ncer en una nueva droga. Esa droga era la ciclosporina, la misma que un a?o despu¨¦s empezaba a comercializarse en los laboratorios Sandoz, de Basilea, y que ha permitido reducir entre un 15 y un 20% el n¨²mero de rechazos en los trasplantes de ri?¨®n y porcentajes superiores en los trasplantes de h¨ªgado y coraz¨®n. Cinco a?os m¨¢s tarde la ciclosporina se ha convertido en una droga inmunodepresora de uso generalizado, con un alto nivel de tolerancia y con pocos efectos secundarios.En Barcelona, organizado por el hospital de la Esperanza (el primero que us¨® este f¨¢rmaco en Espa?a, en abril de 1983) se ha celebrado esta semana un simposio internacional al que han sido invitados los cient¨ªficos que descubrieron la droga, as¨ª como expertos en trasplantes de diferentes pa¨ªses. El doctor Jordi Lloveras, presidente del simposio, anunci¨® a este peri¨®dico que "el Ministerio de Sanidad est¨¢ a punto de registrar para su uso comercial la Ciclosporina A, que actualmente surten directamente los laboratorios Sandoz o la propia Administraci¨®n a trav¨¦s de un departamento espec¨ªfico".
En 1970 empez¨® a experimen tarse a partir de un metabolito que produce un hongo que crece en el suelo. ?ste metabolito, la ciclosporina A, se obtiene a partir de una fermentaci¨®n que da como resultante otros metabolitos. Es necesario, pues, aislarla y, posteriormente, purificarla en un proceso industrial complejo y caro. Adem¨¢s, al ser una droga inmunodepresora liposoluble, los laboratorios la preparan combinada con un 10% de aceite de oliva para permitir su correcta absorci¨®n por el organismo. Sin embargo, inicialmente se ensay¨® como antibi¨®tico, fueron sus resultados no fueron interesantes. Los primeros a?os fueron de sinsabores para el equipo que experimentaba con la ciclosporina.
En 1972 entr¨® en la multinacional Sandoz Jean Fran?ois Borel, quien se llevar¨ªa la gloria de ser el hombre clave en el descubrimiento de la droga antirrechazo. En 1979, los ensayos desmoralizaron de nuevo, pues aparec¨ªan linfomas cancerosos en casi la tercera parte de los pacientes, fruto de las sobredosis que se aplicaban. Corregido este defecto, la ciclosporina fue presentada en sociedad. Estados Unidos, la Rep¨²blica Federal Alemana, Gran Breta?a, Suiza fueron los primeros pa¨ªses que le dieron luz verde. Seg¨²n los ¨²ltimos estudios, los linfornas apenas aparecen s¨®lo en un 0,3% en los trasplantes renales, en 1,4% en los trasplantes de h¨ªgado y en el 2,5% de los trasplantes de coraz¨®n.
"Los trasplantes de coraz¨®n e h¨ªgado han conocido su esplendor en los ¨²ltimos cinco a?os gracias sobre todo a la ciclosporina, m¨¢s que a la mejora de las t¨¦cnicas quir¨²rgicas", manifest¨® el doctor Richard Simmons, director del departamento de trasplantes del Hospital de la Universidad de Minnesota. El profesor Borel a?adi¨® que "la ciclosporina no mata las c¨¦lulas que provocan el rechazo, s¨®lo las inhibe; act¨²a pues s¨®lo sobre los linfocitos, pero no da?a a los leucocitos, lo que permite que ¨¦stos puedan actuar contra las infecciones". Esta caracter¨ªstica la diferencia de otras drogas convencionales que bajan las defensas del organismo al combatir el posible rechazo y lo hacen vulnerable a cualquier enfermedad por nimia que sea.
"Tenemos receptores de trasplantes de ri?¨®n con m¨¢s de 20 a?os de supervivencia, de h¨ªgado con m¨¢s de 15 y de coraz¨®n con m¨¢s de 10 a?os. Con la ciclosporina el rechazo ha descendido en picado; y en los casos coraz¨®n y ri?¨®n, el 90% de los pacientes supera el primer a?o de vida", record¨® el doctor Simmons, del Hospital Universitario de Minnesota.
En la actualidad, la ciclosporina es objeto de investigaci¨®n como antiparasitario, antiinflamatorio, en las artritis, en la uveitis, en la diabetes juvenil, como estimulador inmunol¨®gico, e incluso podr¨ªa ser utilizada en procesos cancerosos.
En los casos de ¨®rganos de animales trasplantados en el ser humano, como el coraz¨®n de babuino (un simio) que fue injertado al beb¨¦ conocido como baby Fae, seg¨²n el profesor Borel, "no se produjo intoxicaci¨®n de ciclosporina, esta droga actu¨® correctamente". Jean Fran?ois Borel se?al¨®: "La informaci¨®n que tuve del caso cuando se plante¨® el trasplante era muy clara: la ni?a estaba en fase ag¨®nica y sin posibilidad de supervivencia, cuando se plante¨® la operaci¨®n". Y a?adi¨®: "Es pr¨¢cticamente imposible obtener un coraz¨®n de beb¨¦ reci¨¦n nacido, entonces los m¨¦dicos decidieron probar con un coraz¨®n de babuino, porque es el m¨¢s similiar al de un ni?o de d¨ªas. El problema es que el ¨®rgano se desarrolla con m¨¢s rapidez que el de un ser humano, por lo que se requiere un nuevo trasplate antes de que cumpla los 10 a?os. Pero este tiempo ofrec¨ªa un margen para encontrar un coraz¨®n adecuado. Los cirujanos antes de proceder a la intervenci¨®n hab¨ªan hecho decenas de pruebas de trasplantes de corderos en cabras de corta edad que hab¨ªan resultado un ¨¦xito. Pero las drogas inmunodepre s oras no afectaron a baby Fae, que las asimil¨® bien. M¨¢s que hablar de rechazo habr¨ªa que hablar, al parecer, de falta de reacci¨®n de la sangre humana con un tejido animal".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.