A vueltas con el 'golpe'

Argentina contin¨²a bajo la impresi¨®n del mensaje presidencial del domingo denunciando las conspiraciones para un nuevo golpe de Estado militar. El esc¨¢ndalo ha crecido ante la acusaci¨®n formal y p¨²blica hecha por Ricardo Silva, radical santafecino, vicepresidente de la C¨¢mara de diputados, que ha comenzado a poner nombre y apellidos a la velada acusaci¨®n de Ra¨²l Alfons¨ªn. Ha significado al ex presidente Arturo Frondizi, ex presidente constitucional de la naci¨®n, ¨¦l mismo derrocado por un golpe militar y preso en la isla de Mart¨ªn Garc¨ªa, l¨ªder del Movimiento de Integraci¨®n y Desarrolo (derecha economicista), como uno de los conspiradores que han propuesto a la c¨²pula de las Fuerzas Armadas el forzamiento a Ra¨²l Alfons¨ªn de un Gobierno de coalici¨®n o la dimisi¨®n del presidente en su vicepresidente V¨ªctor Mart¨ªnez.Frondizi, ahora en viaje por Espa?a, junto a Rogelio Frigerio (tambi¨¦n MID), el l¨ªder de Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico ?lvaro Alsogaray, Herminio Iglesias (l¨ªder bonarense del proletariado peronista inclinado a soluciones fascistas) y el teniente general Ongan¨ªa, ex presidente de facto, hab¨ªan organizado conjuntamente en los ¨²ltimos dos meses una corriente de opini¨®n apoyada en un tr¨ªpode pol¨ªtico: las Fuerzas Armadas, descontentas por los juicios y los recortes presupuestarios, la patria financiera -oligarqu¨ªa agr¨ªcola ganadera m¨¢s los especuladores monetarios- y los sectores m¨¢s pobres de la poblaci¨®n castigados por una inflaci¨®n brutal y la err¨¢tica pol¨ªtica econ¨®mica del Gobier no, siempre proclives a aceptar soluciones de fuerza, de autoridad.

Esta ser¨ªa en grandes l¨ªneas la conspiraci¨®n denunciada por el presidente y que entronca con la mejor tradici¨®n de las peri¨®dicas desestabilizaciones argentinas. La Confederaci¨®n General del Trabajo ha exigido los nombres de los supuestos conspiradores y ha re afirmado su apoyo al proceso democr¨¢tico.

Los 'contactados'

Desde la otra vertiente -la contactada- el jefe del Estado Mayor de la Fuerza A¨¦rea, brigadier Ernesto Horacio Crespo, desminti¨® la informaci¨®n de una agencia de noticias argentina en el sentido de que ¨¦l y un no identificado comandante de cuerpo de Ej¨¦rcito hubieran sido sondeados por el involucionismo civil y hubieran comunicado al presidente Alfons¨ªn los de talles de la conspiraci¨®n. Pero en el radiograma enviado a las fuerzas a su mando, el brigadier Crespo pone todo el ¨¦nfasis en negar su hipot¨¦tica denuncia de la conjura sin la menor alusi¨®n a su fidelidad constitucional. Es un ment¨ªs de quien teme ser acusado de delator.

Desde el integrismo econ¨®mico y la ultraderecha peronista se acusa, entre tanto, a Alfons¨ªn de huir pol¨ªticamenta hacia adelante y de querer ocultar con sus denuncias de golpe de Estado la gravedad de la crisis econ¨®mica que asola al pa¨ªs. Quiz¨¢ lo peor de la situaci¨®n es que, muy probablemente, tanto Alfons¨ªn como sus debeladores est¨¦n en lo cierto, el uno denuncian do los ensayos generales para el pr¨®ximo golpe, y los otros reprochando la incapacidad gubernamental para enfrentar el desencuadernamiento de la econom¨ªa.