El sector 'duro' de Alianza Popular se opone a un acercamiento a las fuerzas de centro
La decisiva reuni¨®n que hoy, lunes, celebrar¨¢ la junta directiva nacional de Alianza Popular (AP) se encuentra precedida por un cierto clima de pesimismo entre significativos dirigentes aliancistas, que contemplan con aprensi¨®n los recelos mostrados por el sector m¨¢s duro del partido ante los planes de acercamiento hacia fuerzas pol¨ªticas de centro. El director del gabinete de estrategia de AP, Alfonso Osorio, detallar¨¢ el lunes estos planes ante el m¨¢ximo ¨®rgano decisorio de AP entre congresos.
Inmersa ya en un per¨ªodo preelectoral, fruto de su aparente convicci¨®n en un adelantamiento significativo de las elecciones legislativas, AP pondr¨¢ en marcha, a partir de la pr¨®xima semana, la estrategia para afrontar los comicios, tras la reestructuraci¨®n interna aprobada el mes pasado por la propia junta directiva nacional. Desde entonces, Osorio y su equipo -Miguel Herrero, Jose Ram¨®n Lasu¨¦n, Jos¨¦ L¨®pez, Abel Matutes y Francisco ?lvarez Cascos- han preparado su plan de aproximaci¨®n a otras fuerzas pol¨ªticas de centro-derecha, en la convicci¨®n de que solamente con la formaci¨®n de una gran coalici¨®n conservadora-liberal-democristiana se podr¨¢ impedir que los socialistas obtengan mayor¨ªa absoluta en las pr¨®ximas elecciones legislativas.Los principales esfuerzos del gabinete de estrategia se han dirigido hacia las formaciones nacionalistas moderadas y el Partido Reformista Democr¨¢tico, que lidera Miquel Roca, quien reiteradamente ha rechazado cualquier tipo de pacto preelectoral con la Coalici¨®n Popular. En segundo t¨¦rmino, muchas de las esperanzas se han puesto tambi¨¦n en las posibilidades de aglutinar en la mayor¨ªa natural a pol¨ªticos de significado centrista no incluidos en ning¨²n partido; en las ¨²ltimas semanas, y de manera escasamente p¨²blica, se concluy¨® en Valencia un acuerdo entre AP y ex dirigentes de UCD, como el ex presidente de la Comisi¨®n Constitucional, Emilio Attard. Por otro lado, medios de AP admitieron haber recibido con alborozo las declaraciones efectuadas el pasado lunes por Leopoldo Calvo-Sotelo, quien abog¨® por la formaci¨®n de una nueva plataforma de centro.
Sin embargo, no todos los sectores de AP contemplan con igual entusiasmo los planes de apertura hacia el centro y, menos a¨²n, las concesiones que tal apertura entra?ar¨ªa hacia otros partidos, como el PRD. "No tiene sentido hacer promesas de puestos en listas electorales a un partido que no tiene expectativas de conseguir ni cuatro esca?os en las pr¨®ximas elecciones generales", dijo un significado miembro de AP a EL PA?S. Osorio replica a estas objeciones que no se trata tan s¨®lo de los esca?os que los reformistas "o quien sea" puedan conseguir, sino de los "treinta o m¨¢s" que puedan restar, en virtud de la normativa electoral, a una opci¨®n alternativa al socialismo.
Irritaci¨®n hacia el PDP
Pero, adem¨¢s, el sector duro aliancista se muestra crecientemente irritado con la actitud de los democristianos del Partido Dem¨®crata Popular, cuyo dirigente m¨¢ximo, ?scar Alzaga, manifestaba p¨²blicamente, a trav¨¦s de una emisora de radio, que su partido "no es de derechas".Osorio tan s¨®lo replica a todo ello que la uni¨®n de las fuerzas no socialistas ser¨¢ "inevitable" y se ver¨¢ como cada vez m¨¢s posible a medida que se aproxime la fecha de las elecciones. Pero el optimismo p¨²blico de Osorio se ve muy matizado por las declaraciones privadas de otros l¨ªderes de AP, para los que "parece estarse produciendo una campa?a de Prensa contra el partido y contra el propio Manuel Fraga".
Esta campa?a est¨¢ atizada, seg¨²n fuentes de Alianza, por recientes acontecimientos, como la asistencia de Guillermo Kirkpatrick a una reuni¨®n ultraderechista en Roma, la derrota parlamentaria de Herrero ante Felipe Gonz¨¢lez o el fin de fiesta organizado por las Nuevas Generaciones de AP en la clausura de su congreso. A ello habr¨ªa que a?adir las cr¨ªticas, incluso procedentes del propio Grupo Parlamentario Popular, que suscitan algunas actuaciones de diputados y senadores aliancistas: por ejemplo, miembros del subgrupo parlamentario del PDP calificaron esta semana de "intolerable" el proceder del vicepresidente segundo del Congreso, Antonio Carro, quien mantiene como secretarias, con cargo al presupuesto de las Cortes, a dos de sus hijas, con el agravante de que, entre tanto, una de ellas se encuentra disfrutando de una beca en Estrasburgo.
Muchas de las esperanzas de recuperaci¨®n de AP se sit¨²an en las elecciones auton¨®micas gallegas, que probablemente se celebrar¨¢n en diciembre; Fraga ha intensificado sus visitas a su regi¨®n natal -este fin de semana viaj¨® a La Coru?a, Lugo y Pontevedra- y, seg¨²n medios aliancistas, ir¨¢ "cada vez m¨¢s frecuentemente" a Galicia. Estas esperanzas hacen que los estrategas del partido de Fraga vean con alarma la posibilidad, que ellos contemplan como casi una probabilidad, de que el Gobierno anticipe las elecciones legislativas a las auton¨®micas gallegas.
Conflicto en Huelva
Por otra parte, Antonio Fern¨¢ndez Jurado, que a finales de enero fue destituido como presidente provincial de Alianza Popular en Huelva, tras disolver el propio Manuel Fraga el comit¨¦ ejecutivo, ha resultado nuevamente elegido para ocupar este cargo, durante un conflictivo congreso celebrado el s¨¢bado y que termin¨® entre gritos y acusaciones contra Ruiz Gallard¨®n, vicepresidente nacional del partido, por entender que trataba de dar "un pucherazo" en beneficio de la otra candidatura, informa Enrique Chueca desde Huelva.
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