Un comando paramilitar destruye una emisora argentina destacada por su denuncia de la 'guerra sucia'
Un comando de 10 personas j¨®venes, atl¨¦ticas, con el pelo rapado, tom¨® por asalto a primera hora de la ma?ana de ayer el centro emisor de Radio Belgrano, a 30 kil¨®metros de Buenos Aires. Tras atar y amordazar a los tres t¨¦cnicos de mantenimiento de la planta emisora, los asaltantes colocaron cargas expansivas e incendiarias y destruyeron completamente las instalaciones, sin ocasionar v¨ªctimas. Radio Belgrano es una de las emisoras m¨¢s antiguas de Argentina; desde sus micr¨®fonos, Evita Per¨®n, actriz de radioteatros, moviliz¨® a las masas hacia la plaza de Mayo para exigir la libertad del entonces coronel Juan Domingo Per¨®n, detenido en un hospital militar.
Radio Belgrano, expropiada por la dictadura militar, a¨²n no ha sido privatizada y es administrada por el Estado; en cerca de dos a?os de democracia su programaci¨®n ha sido la m¨¢s avanzada y libre en la cr¨ªtica a los horrores de las juntas militares. Recientemente el l¨ªder de la Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico, ingeniero ?lvaro Alsogaray, p¨²blicamente acusado de mantener contactos con el golpismo militar, reput¨® de infiltrados marxistas a sus redactores.El atentado ha sido un¨¢nimemente repudiado y achacado a la mano de obra desocupada: los integrantes de los grupos de tareas parapoliciales y paramilitares que entre 1976 y 1982 expandieron el terror represor en Argentina. En la misma ma?ana Radio Belgrano regres¨® a las ondas gracias a una operaci¨®n de ayuda t¨¦cnica montada con toda urgencia por el resto de las emisoras porte?as.
Tras este primer atentado producido a la semana del inicio del juicio contra las juntas militares argentinas, el Gobierno se reuni¨® en la residencia presidencial de Olivos para perfilar los detalles de la econom¨ªa de guerra anunciada por Ra¨²l Alfons¨ªn y que origina serias divergencias en el equipo ministerial.
Por supuesto que la figura oratoria de Alfons¨ªn hace referencia al c¨²mulo de privaciones y a la disciplina econ¨®mica que habr¨¢n de afrontar los argentinos y no a una intervenci¨®n de la econom¨ªa; antes bien, el Gobierno se apresta a privatizar buena parte del extenso sector p¨²blico argentino y a encarar las causas de que Yacimientos Petrol¨ªferos Fiscales -la CAMPSA argentina- sea la ¨²nica empresa extractora de petr¨®leo que pierde dinero en el mundo o que los Ferrocarriles Argentinos pierdan un mill¨®n de d¨®lares diarios.
Las diferencias de criterio entre los radicales sobre la aplicaci¨®n de una ciruj¨ªa de caballo a la econom¨ªa del pa¨ªs podr¨ªan motivar una crisis gubernamental de amplias proporciones. Los intentos de moralizar la vida econ¨®mica ya comenzaron a advertirse hace tres meses con el r¨ªgido control aduanero y las batidas policiales por la city porte?a, intentando dificultar las transacciones financieras ilegales basadas en el d¨®lar estadounidense. Los dep¨®sitos en moneda extranjera est¨¢n intervenidos y s¨®lo puede retirarse su contravalor oficial en pesos argentinos. El Gobierno intenta, todav¨ªa d¨¦bilmente, poner fin a la superestructura econ¨®mica porte?a que vive, ahorra, compra, vende y presta en d¨®lares estadounidenses, en negro, y al precio de su propio mercado clandestino.
Por su parte, la Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT) ha comenzado en Rosario, la tercera capital de la Rep¨²blica, su primera movilizaci¨®n contra la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno, que habr¨¢ de culminar el 23 de mayo en una huelga general de 24 horas. Los secretarios de la CGT se re¨²nen previamente, en cada provincia a movilizar, con el obispado local, procurando -y obteniendo- el apoyo de la Iglesia cat¨®lica para sus reivindicaciones.
No obstante, monse?or Novak, obispo de Quilmes, uno de los escas¨ªsimos prelados progresistas argentinos, ha denunciado a los dirigentes sindicales "que hacen de su funci¨®n un negocio".
La CGT comienza as¨ª su mes de movilizaciones fuertemente golpeada por la indignaci¨®n general provocada por las declaraciones, ante el juicio a las juntas, de sus secretarios Tr¨ªaca y Baldassini, quienes afirmaron -desconocer la desaparici¨®n de l¨ªderes sindicales durante la represi¨®n militar (un 30%. de las desapariciones). Adem¨¢s del viejo y t¨¢cito pacto sindical-militar que ha presidido buena parte de la reciente pol¨ªtica argentina, se estima que la extrema prudencia de los secretarios declarantes est¨¢ fundada en la posesi¨®n por las fuerzas armadas de los antecedentes mafiosos, delictuosos y comunes de la dirigencia burocr¨¢tica del sindicalismo peronista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.