Los olvidos de 'Liberaci¨®n'

Al hilo de la pol¨¦mica levantada en torno del cierre de Liberaci¨®n, quiero se?alar ante todo mi sorpresa por los lamentos de EL PAIS y los del art¨ªculo que dedic¨® al tema V¨¢zquez Montalb¨¢n. Y no tanto por los lamentos, que comparto en parte, como por su tono, incluyendo veladas acusaciones a supuestas fuerzas del mal que hicieron inviable el proyecto. Estoy de acuerdo en no ser cruel con la memoria de los muertos, pero creo que cierta hipocres¨ªa pla?idera est¨¢ de m¨¢s en este funeral.Cuando surgi¨® Liberaci¨®n anunci¨¢ndose como un medio de comunicaci¨®n alternativo, todas las voces que ahora lloran su desaparici¨®n mostraron su m¨¢s absoluto escepticismo. La corta trayectoria del peri¨®dico confirmar¨ªa esas dudas: tanto ¨¦nfasis puso en la necesidad de ser alternativo que olvid¨¦ ser medio de comunicaci¨®n; tanto empapar la informaci¨®n de ideolog¨ªa, que olvid¨¦ las noticias; tanto cargar las tintas (tal vez para convencerse a s¨ª mismos), que olvid¨® el rigor informativo. Y todo ello presentado en ese "producto p¨¦simo", seg¨²n sus propios trabajadores. Dice EL PAIS que en Espa?a sobreviven peri¨®dicos peor hechos. No los conozco todos, desde luego, pero comprendan que me resista a creerlo. E insinuar que Liberaci¨®n ha muerto ahogado por un bloqueo econ¨®mico, es una broma de mal gusto que no se corresponde con la lucidez habitual de V¨¢zquez Montalb¨¢n. Un peri¨®dico no crea un p¨²blico lector, sino que se abastece de ¨¦l.-