Madrid, ¨²nico puente de di¨¢logo entre Washington y Managua

Viene de la p¨¢gina 13 teamericanas", siguiendo dos principios: los "intereses estrat¨¦gicos de Espa?a" y "los intereses estrat¨¦gico-defensivos de la Alianza a la que pertenecemos".Apenas poco m¨¢s de una hora antes de que llegara a Madrid el Boeing 707 de las Fuerzas A¨¦reas Norteamericanas, Air Forces One, en el que viajaba Ronald Reagan, se conoc¨ªan en Madrid los deseos del presidente nicarag¨¹ense de relizar una escala t¨¦cnica en la capital espa?ola el proximo fin de semana para entrevistarse con Felipe Gonz¨¢lez. Ortega realiza estos d¨ªas una gira por los pa¨ªses socialistas, que inici¨® el pasado d¨ªa 28 de abril.

El presidente de Nicaragua ha recorrido ya Cuba, la Uni¨®n Sovi¨¦tica, Yugoslavia, Bulgar¨ªa, Ruman¨ªa y Hungr¨ªa, y tiene que viajar a¨²n a la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana y a Polonia.

Id¨¦nticos trajes

Puntualmente, a las 16.1.5 horas, como estaba previsto, el Air Forces One aterriz¨® en el aeropuerto de Barajas y, cuatro minutos despu¨¦s, abr¨ªa sus puertas frente al Pabell¨®n de Estado. El embajador de Estados Unidos en Madrid, Thomas Enders, subi¨® a saludar al presidente estadounidense.

Ronald Reagan, vestido con un traje gris marengo, corbata de listas granate y gris y camisa blanca forma id¨¦ntica a como vest¨ªa Felipe Gonz¨¢lez, cuya indurnentar?a s¨®lo se distingu¨ªa en el menor grosor de las rayas de la corbatasali¨® del avi¨®n a las 16.21 horas. Junto a ¨¦l, Nancy Reagan, que, para la ocasi¨®n, hab¨ªa abandonado su color favorito -el rojo- para utilizar un traje de chaqueta de cuadros grises oscuros y blancos con rayas negras.

Los Reyes de Espa?a fueron los primeros en estrechar las manos de Ronald y Nancy Reagan. Luego, tras escuchar los himnos y las 21 salvas de ordenanza, y pasar revista a las tropas, el presidente de Estados Unidos y su esposa contemplaron, cogidos de la mano, el desfile de las fuerzas que les rend¨ªan honores. Finalmente, Ronald Reagan pas¨® a saludar a Felipe Gonz¨¢lez y al ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Mor¨¢n, ¨²nicos miembros del Gobierno que, junto con otras personalidades, formaban parte del comit¨¦ de recepci¨®n.

No estuvo presente el alcalde de Madrid, Enrique Tierno, quien suele acudir al aeropuerto en ocasiones similares para recibir a los visitantes extranjeros que llegan a Madrid.

El acceso de los periodistas al aeropuerto estuvo fuertemente controlado. Todos los informadores tuvieron que pasar a trav¨¦s de un arco detector de metales. El servicio secreto norteamericano, con su propio utillaje, dirig¨ªa el registro, lo que di¨® lugar a algunas protestas de periodistas que reclamaron en el control la presencia de la Polic¨ªa espa?ola.

Entre las m¨¢s fuertes medidas de seguridad que se han conocido en Madrid en ocasi¨®n semejante, los Reyes acompa?aron a la pareja presidencial estadounidense en su paso por las calles de Madrid hasta el palacio de El Pardo, residencial oficial durante 41 horas de Reagan. Don Juan Carlos convers¨® all¨ª, durante media hora, con el presidente de EE UU, y march¨® 20 minutos antes de que llegara Felipe Gonz¨¢lez para celebrar su primera entrevista. Por la noche, en el palacio de la Zarzuela, los Reyes ofrecieron una cena privada a Ronald y Nancy Reagan.

El Gobierno espa?ol pretende mantener un di¨¢logo equilibrado, de t¨² a t¨², con Ronald Reagan y sus acompa?antes durante la visita que el presidente norteamericano ha iniciado a Espa?a, seg¨²n coincid¨ªan en afirmar cualificadas fuentes diplom¨¢ticas y gubernamentales espa?olas la pasada semana.Estas fuentes afirmaban que esta idea ha presidido incluso la elaboraci¨®n del temario que discutir¨¢n ambos dirigentes pol¨ªticos. Seg¨²n daba a entender la pasada semana un portavoz gubernamental, se trata de evitar que en alg¨²n momento se desequilibre el di¨¢logo, convirti¨¦ndose en una confesi¨®n de sus problemas hecha por el peque?o pa¨ªs ib¨¦rico a la colosal potencia norteamericana.

De este modo, seg¨²n la agenda negociada por las diplomacias de ambos pa¨ªses, Felipe Gonz¨¢lez se interesar¨¢ hoy por los problemas de la econom¨ªa estadounidense, a la vez que le contar¨¢ a Reagan sus propios problemas con el terrorismo y recabar¨¢ de nuevo ayuda internacional contra este fen¨®meno.

Relaciones econ¨®micas

En general, fuentes diplom¨¢ticas y gubernamentales espa?olas han mostrado su satisfacci¨®n por las relaciones hispano-estadounidenses y el desarrollo del acuerdo suscrito por ambos pa¨ªses, con la sola excepci¨®n de las relaciones econ¨®micas, que Espa?a considera netamente desfavorables, a pesar de la mejora coyuntural registrada en los dos ¨²ltimos a?os, debido a la subida del d¨®lar y a la aceleraci¨®n de la econom¨ªa estadounidense.

El director general de Asuntos Pol¨ªticos de Norteam¨¦rica del Ministerio espa?ol de Asuntos Exteriores, M¨¢ximo Cajal, afirmaba la pasada semana que entre Espa?a y Estados Unidos "existen relaciones francas", precisamente "porque a veces hay discrepancias sustanciales". En un encuentro con los periodistas, Cajal reiter¨® la definici¨®n hecha por el ministro Fernando Mor¨¢n al inicio de esta legislatura, calificando a Espa?a de aliado "fiel, s¨®lido y consecuente".

Seg¨²n la diplomacia espa?ola, en Estados Unidos han cesado ya los primeros recelos creados por la victoria electoral soc¨ªalista en las elecciones espa?olas de octubre de 1982.