Rodr¨ªguez reduce en tres segundos su diferencia con Millar
No hay nada decidido todav¨ªa, pero el escoc¨¦s Robert Millar lo tiene todo a su favor para proclamarse vencedor de la Vuelta. Pello Ruiz Cabestany lo tuvo ayer todo en contra. Le fall¨® el cambio de una de las bicicletas que utiliz¨® durante el recorrido, pinch¨® cuando estaba lanzado y, para colmo, los jueces se equivocaron al sumar el tiempo y por espacio de algunos minutos se dud¨® de que fuera el ganador de la contra reloj."Espa?oles, valientes, que no gane el pendientes", dec¨ªa una de las m¨²ltiples pancartas, refiri¨¦ndose al l¨ªder, Robert Millar. El escoc¨¦s no gan¨®, pero demostr¨® su categor¨ªa en la lucha individual contra el reloj. ?l tambi¨¦n sali¨® con una bicicleta convencional, que posteriormente cambi¨® por otra de ruedas lenticulares, para volver a subirse en la inicial, como consecuencia de un pinchazo. "Si no llega a ser por eso, seguro que hubiera hecho mejor tiempo, pero es igual. La Vuelta ya ha terminado y yo soy el ganador". Y es que el pendientes no teme a la etapa de hoy. "Me basta con pegarme a la rueda de Pacho Rodr¨ªguez y listo".
Pacho, hasta el final
Millar tendr¨¢ que trabajar a destajo, porque Pacho, segundo en la contra reloj, asegur¨® ayer: "Luchar¨¦ hasta el ¨²ltimo momento, porque la esperanza jam¨¢s debe perderse". El colombiano no tuvo tantos contratiempos como sus rivales. Tom¨® la salida con una bicicleta normal y, aunque inicialmente su ritmo era desacompasado, en los ¨²ltimos kil¨®metros logr¨® recuperar el terreno y a punto estuvo de ser el ganador. De no haber perdido aquellos 24 segundos, en una ca¨ªda masiva a las puertas de Santiago de Compostela, ahora ser¨ªa el l¨ªder.
Y es que esta Vuelta, como la de la edici¨®n anterior, se decidir¨¢, -casi se ha decidido ya-, por segundos. A Alberto Fern¨¢ndez y a Eric Caritoux le separaron seis. A Millar y a Pacho, cuatro m¨¢s. Detr¨¢s, un poco m¨¢s alejado, un joven ciclista espa?ol, Pello Ruiz Cabestany, que puso en entredicho la categor¨ªa de algunos de sus compatriotas, mucho mejor pagados que ¨¦l y que ayer ni siquiera estuvieron en los puestos de honor.
La ¨²ltima oportunidad para Pello y tambi¨¦n para el colombiano Pacho Rodr¨ªguez, se presenta hoy. La llamada etapa de los puertos es como un clavo ardiendo al que deber¨¢n agarrarse ambos. Ser¨¢n 200 kil¨®metros, los que separan Alcal¨¢ de Henares de Segovia, con tres dificultades orogr¨¢ficas de consideraci¨®n. La primera, el Alto de la Morcuera, en el kil¨®metro 94 de carrera (la hora prevista de paso es a las 13,22 horas). A continuaci¨®n, el puerto de Cotos, en el kil¨®metrto 124 (14,24 horas) y, finalmente, el alto de Los Leones, kil¨®metro 157 (15,20 horas).
La distancia de 43 kil¨®metros entre el ¨²ltimo puerto de primera categor¨ªa y la l¨ªnea de meta, en principio parece excesiva para que tanto Pacho Rodr¨ªguez como Pello Ruiz Cabestany puedan llegar a la meta en solitario, con la ventaja suficiente para destronar a Millar, que estar¨¢ arropado por sus hombres y probablemete por los del Panasonic y Skil-Kas. Porque esta Vuelta, en sus ¨²ltimas etapas, no es una lucha entre los 17 equipos que la iniciaron, sino entre tres. El resto -todos menos el Reynolds- presta su ayuda, seg¨²n convenga a sus intereses comerciales y quiz¨¢ monetarios.
La locura de la 'cabra'
Desde que el italiano Francesco Moser batiera el r¨¦cord de la hora, en M¨¦xico, con una bicicleta revolucionaria de ruedas lenticulares, todos los equipos est¨¢n intentando mejorar las prestaciones de sus hombres en las pruebas contra reloj, incorporando a su material ruedas parecidas. Ayer, como en el pr¨®logo de Valladolid, no fue una excepci¨®n. Pero los efectos milagrosos de esa rueda se desconocen e incluso pueden perjudicar notablemente.Tanto Pello Ruiz Cabestany como Robert Millar utilizaron ruedas lenticulares nada m¨¢s iniciarla segunda parte del recorrido, aunque luego cambiaron a las bicicletas convencionales por culpa de sendos pinchazos. Para muchos esa estrategia -Orbea y Peugeot estudiaron el terreno detenidamente horas antes de la prueba- fue un error, porque el fuerte viento ejerc¨ªa mayor presi¨®n sobre esas ruedas sin radios. Lo cierto es que Pello gan¨® con una bicicleta normal, Pacho fue segundo con id¨¦ntica m¨¢quina y otro tanto ocurri¨® con Millar, que fue tercero.
Ninguno de los ciclistas que utiliz¨® ruedas lenticulares pudo mejorar el tiempo de los tres primeros clasificados. Por eso se empieza a dudar sobre esa locura de la cabra e incluso algunos ciclistas se muestran reacios a utilizarla.
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