Espa?a no est¨¢ en Cannes
NO ESTAMOS presentes en la guerra de Cannes. Ser¨ªa demasiado triste pensar que la grave operaci¨®n de Pilar Mir¨® y su convalecencia han dejado este vac¨ªo y que, otra vez, nos han faltado personas capacitadas para. hacer el trabajo serio de preparar el festival, mientras los funcionarios -en este caso los de Cultura- se contemplan a s¨ª mismos y se organizan y reorganizan continuamente en misteriosos escalafones, saltando de sigla en sigla para resolver sus problemas de mando.Desde el principio de este Gobierno, la Direcci¨®n General de Cine, ahora Instituto de Cinematograf¨ªa y de las Artes Visuales, ha hecho un esfuerzo para defender la industria nacional de los excesos de las multinacionales y para estar presente en el mercado internacional, lo cual serv¨ªa tambi¨¦n para presentar una imagen culta de Espa?a -parte del trabajo general del ministro Solana- como contribuci¨®n al esfuerzo de ser aceptados por Europa en el tema global de la CEE. La muestra de cine espa?ol en Par¨ªs, la conquista del Oscar, las de osos, leones y otras esculturillas, han sido fruto de ese esfuerzo pol¨ªtico, capaz de valorar lo que indudablemente era un arte cinematogr¨¢fico intr¨ªnseco, un producto de la creaci¨®n de nuestros artistas. Y eso, aun a sabiendas del riesgo de favorecer la creaci¨®n de un cine de festival -se han hecho pel¨ªculas para ir a concursos, comose hacen canciones o programas de televisi¨®n y de radio-, favoreciendo unas modas intelectuales, a veces a costa de una l¨ªnea comercial de buena categor¨ªa, que es en la que trabajan las multinacionales, y de la creaci¨®n de una cultura cinematogr¨¢fica coherente.
Y ahora estamos descolgados de Cannes. Por evitar la desolaci¨®n de atribuirlo a la ausencia temporal de una persona clave y al laberinto de los funcionarios perdidos, hemos de acudir a la imagen cl¨¢sica de la conjura. La guerra de Cannes la dominan las multinacionales que proceden de Estados Unidos: luchan por un mercado universal que algunos creen que es tan bueno como el de los Oscar, y tienen medios para hacerlo, aparte de grandes pel¨ªculas. El enfrentamiento franc¨¦s parece ser el fruto de una pol¨ªtica general, que ser¨ªa el mismo cuya doctrina expone Mitterrand incesantemente, y muy precisamente en el tema de la operaci¨®n Eureka, para ofrecer una solvencia europea y unas labores con que salir de la amenaza de la dependencia definitiva. A nadie se le oculta lo que hay tambi¨¦n de nacionalismo franc¨¦s en estas operaciones, y el inter¨¦s de Par¨ªs en que, al atrapar para Europa el festival de Cannes, sea precisamente para Francia. Las cr¨ªticas que se han hecho al comit¨¦ de selecci¨®n se centran en que dejan al jurado pr¨¢cticamente desnudo ante estas opciones y que se han despe?ado deliberadamente algunas cinematograf¨ªas significativas del a?o, entre ellas la espa?ola. La falta de intervenci¨®n sobre ese jurado de selecci¨®n aparecer¨¢ siempre y afectar¨¢ al Instituto de Cinematograf¨ªa y a las comisiones espa?olas de industriales del ramo, los dos tan diligentes -aunque no siempre concordes- en las conquistas de otros mercados exteriores. Probablemente el palmar¨¦s reflejar¨¢ esa batalla y se cubrir¨¢ con reflejos de cine de autor, con presencias del Tercer Mundo o con algunos pa¨ªses convenientes y utilitarios en los puestos menos significativos. Ninguno de esos nombres oficiales ser¨¢ espa?ol, y eso representa una decepci¨®n con respecto al panorama anterior y una sospecha con respecto a la situaci¨®n actual de la elaboraci¨®n interior y exterior de nuestro cine.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.