Daniel Ortega: "Mosc¨² coopera con Managua de forma respetuosa y oportuna

Desprovisto de su uniforme verde olivo y vestido con cazadora de ante, camisa de cuadros y pantalones de color crema, el presidente nicarag¨¹ense, Daniel Ortega, de 40 a?os, refuerza su imagen de chico bueno al que casi no le salen las palabras del cuerpo, no se sabe si por timidez o por exceso de prudencia. El comandante sandinista no satisface desde luego a aquellos que quieran entrevistar al cl¨¢sico caudillo revolucionario latinoamericano, locuaz y descarado; pero s¨ª demuestra prudencia, frialdad y conciencia del dificil proceso en el que est¨¢ envuelto su pa¨ªs.Pregunta. Su viaje a la Uni¨®n Sovi¨¦tica y otros pa¨ªses del bloque socialista ha sido criticado en Europa y Estados Unidos por inoportuno. ?Puede usted explicar por qu¨¦ se decidi¨® a realizarlo?

Respuesta. Nosotros tenemos relaciones diplom¨¢ticas y pol¨ªticas con la Uni¨®n Sovi¨¦tica y los pa¨ªses de la comunidad socialista desde el triunfo revolucionario, y estas relaciones se han caracterizado por la forma respetuosa y por la forma oportuna con que la URSS y los pa¨ªses de la comunidad socialista han cooperado con Nicaragua en momentos en que Estados Unidos ha agredido a Nicaragua en el terreno econ¨®mico. Cuando EE UU vol¨® nuestros desp¨®sitos de combustible, la Uni¨®n Sovi¨¦tica fue el primer pa¨ªs en suministrarnos el carburante que hab¨ªamos perdido; lo mismo sucedi¨® cuando el corte del financiamiento para el trigo y el aceite.

En las circunstancias dif¨ªciles que vivimos hemos estado haciendo gestiones, en primer lugar, con pa¨ªses latinoamericanos. En los ericuentros que he tenido en Montevideo y en Brasilia me he reun¨ªdo con muchos gobernantes latinoamericanos y europeos, como el presidente Gonz¨¢lez y el primer ministro italiano, Bettino Craxi, y con todos ellos trat¨¦ sobre la necesidad de la cooperaci¨®n con la econom¨ªa nicarag¨¹ense, que se ve¨ªa seriamente afectada por la pol¨ªtica de bloqueo de EE UU ya antes de que se establecieran estas nuevas medidas. As¨ª es que los primeros contactos fueron con gobernantes latinoamericanos. Pero luego consideramos conveniente hacer un recorrido por los pa¨ªses de la comunidad socialista y Yugoslavia para buscar lo que EE UU ha venido quitando a Nicaragua.

P. ?Y qu¨¦ ayuda ha obtenido en la Uni¨®n Sovi¨¦tica?

R. Yo hablar¨ªa de los pa¨ªses de la comunidad socialista y de Yugoslavia. Hemos encontrado por parte de todos una disposici¨®n a aumentar su cooperaci¨®n con Nicaragua para que pueda afrontar las crecientes dificultades.

P. ?Y esa cooperaci¨®n incluye ayuda en el terreno militar?

R. No, nuestra gesti¨®n ha sido fundamentalmente de tipo pol¨ªtico y de tipo econ¨®mico.

P. ?Ni siquiera han sido tratadas las necesidades militares de Nicaragua a medio o corto plazo?

R. No, no.

P. Algunos dirigentes latinoamericanos, incluso del Grupo de Contadora, han declarado que el conflicto de Nicaragua es, cada vez con m¨¢s claridad, un conflicto Este-0este. ?Qu¨¦ opina usted?

R. Me parece que son declara ciones un tanto precipitadas, pero no es la realidad. No hay ning¨²n conflicto Este-Oeste, sino que hay un conflicto donde Estados Unidos est¨¢ queriendo desconocer un cambio social, un cambio pol¨ªtico, un cambio revolucionario que se ha producido en Nicaragua.

"N¨ªcaragua est¨¢ en el campo ideol¨®gico de los pa¨ªses que son.explotados"

P. ?En qu¨¦ bloque pol¨ªtico e ideo l¨®gico se encuentra su pa¨ªs?

R. Nicaragua se encuentra en e campo ideol¨®gico de los pa¨ªses qu son explotados, de los que sufren el intercambio internacional eco n¨®mico injusto, de los pa¨ªses que luchan por la autodeterminaci¨®n y la independencia. Estamos junto a ese grupo de pa¨ªses que en Asia, ?frica y Am¨¦rica Latina forman el Movimiento de No Alineados.

.P. Pero, en caso de agresi¨®n extranjera, ?su pa¨ªs espera ayuda de Cuba y la Uni¨®n Sovi¨¦tica?

R. En el caso de que se produje se una agresi¨®n contra Nicaragua, la defensa del pa¨ªs va a descansar en los nicarag¨¹enses. Esto no niega la cooperaci¨®n que nos puedan prestar tanto los pueblos latino americanos como los europeos, el mismo pueblo norteamericano o los pueblos socialistas.

P. Se ha venido hablando de discrepancias entre Cuba y la Uni¨®n Sovi¨¦tica a prop¨®sito d Nicaragua: el primero, con posi ciones m¨¢s moderadas, y el segundo, m¨¢s radicales. En esta gira usted ha visitado los dos pa¨ªses, ?ha observado estas diferencias?

R. Nosotros hemos sentido en la Uni¨®n Sovi¨¦tica una posici¨®n completamente coincidente con las posiciones cubanas, y son posiciones que nosotros no calificar¨ªamos de moderadas, sino que creemos que son posiciones serias, responsables y maduras.

P. ?Pero le apoyar¨ªan militarmente en caso de una agresi¨®n norteamericana?

R. No hemos tratado eso.

P. ?En qu¨¦ ¨¢reas trabajan los asesores de pa¨ªses del Este que tiene Nicaragua?

R. En nuestro pa¨ªs solamente tenemos asesores extranjeros de -nacionalidad cubana.

P. ?Cu¨¢ntos?

R. Aproximadamente unos 800; menos 100 que habr¨¢n salido ahora, ser¨¢n unos 700. En total, en Nicaragua habr¨¢ unos 1.400 cubanos, de los que 700 est¨¢n en funciones militares y el resto en funciones de apoyo t¨¦cnico o m¨¦dico.

P. ?Y est¨¢ usted dispuesto a reducir m¨¢s ese n¨²mero de asesores?

R. Estamos dispuestos a que salgan todos los asesores militares extranjeros de la regi¨®n, y eso lo hemos suscrito as¨ª cuando aceptamos el Acta de Contadora, se lo hemos planteado a los norteamericanos en Manzanillo y lo seguimos pensando.

P. Reagan acusa a su Gobierno de llevar a su pa¨ªs a niveles de armamento desproporcionados en la regi¨®n. ?Es eso cierto?

R. Mire, Nicaragua no tiene aviones de combate, mientras s¨ª tienen Honduras y El Salvador. Nicaragua no tiene tecnolog¨ªa sofisticada como la que tienen esos pa¨ªses, suministrada por EE UU. Nosotros lo que tenemos es una fuerza muy grande porque el pueblo nicarag¨¹ense est¨¢ dispuesto a combatir hasta morir por la revoluci¨®n.

P. Tambi¨¦n temen que ustedes exporten su revoluci¨®n.

R. ?sa es la gran preocupaci¨®n de EE UU, el hecho de que se consolide la revoluci¨®n nicarag¨¹ense, porque es una revoluci¨®n latinoamericanista que presenta una modalidad muy particular, con un r¨¦gimen de econom¨ªa mixta, pluralista, no alineado; por tanto, un modelo viable para la regi¨®n centroam¨¦rica y para Am¨¦rica Latina.

P. ?Pueden repetirse procesos revolucionarios similares en otros pa¨ªses centroamericanos?

R. Si Estados Unidos se empe?a en defender reg¨ªmenes antipopulares, en tratar de ahogar a punta de balazo las demandas justas de los pueblos en Centroam¨¦rica van a seguir las revoluciones. Pero si se decide por buscar otro tipo de respuesta que de verdad promueva el cambio social y la democracia, ese peligro desaparece.

P. ?Que posibilidades ve de que avance el proceso de Contadora?

R. Contadora tiene que avanzar. Tenemos la esperanza de que Estados Unidos, en alg¨²n momento, cambie de actitud y acepte la soluci¨®n pac¨ªfica de los problemas,y eso va a significar el avance de Contadora. Creo que todos los Gobiernos centroamericanos tienen en estos momentos deseos de paz, pero la presi¨®n y el chantaje de EEUU son tan grandes que obligan a los Gobiernos de El Salvador, Honduras y Costa Rica a asumir posiciones contrarias a sus propios intereses.

P. ?No mejorar¨ªa la situaci¨®n si ustedes se deciden a negociar con los contra o con alguno de los pol¨ªticos que los respaldan?

R. El di¨¢logo tiene que ser con EE UU, porque es quien dirige la actividad contrarrevolucionaria.

P. ?Pero que ofrecen ustedes a los contra?

R. Hay una ley de amnist¨ªa irrestiricta a la que se han acogido m¨¢s de 700 personas.

P. ?Se producen atentados contra los derechos humanos en su pa¨ªs?

R. En todos los dict¨¢menes que han hecho las comisiones de derechos humanos sobre Nicaragua se ha demostrado que la situaci¨®n es una de las m¨¢s privilegiadas. Se dan algunos abusos, indiscutiblemente, se dan algunas violaciones; pero no es una pol¨ªtica del Gobierno.

P. ?Hay presos pol¨ªticos?

R. Bueno, en Nicaragua lo que hay es una cantidad de gente que ha estado vinculada a la actividad contrarrevolucion aria. Yo no s¨¦ si aqu¨ª en Europa le llamar¨ªan preso pol¨ªtico a alg¨²n nacional que en la ¨¦poca de la guerra contra el fascismo se hiciese aliado de las fuerzas fascistas.

P. ?De qu¨¦ habl¨® usted con el presidente Gonz¨¢lez?

R. Fuimos coincidentes en encontrar una gran preocupaci¨®n. El presidente Reagan dijo al presidente Gonz¨¢lez que jam¨¢s iba a invadir Nicaragua, pero en la realidad se sigue una pol¨ªtica de escalada que puede desembocar un d¨ªa en una invasi¨®n directa de tropas norteamericanas. Hemos intercambiado algunas ideas sobre lo que podr¨ªa hacerse para enfrentar esta situaci¨®n, pero parece que es muy poco lo que se puede hacer con esperanza de resultados.

P. ?Y qu¨¦ puede hacer Espa?a, ablandar esa posici¨®n?

R. Espa?a, por las vinculaciones hist¨®ricas que tiene con Am¨¦rica Latina y las buenas relaciones que tiene con EE UU, es un pa¨ªs que puede desempe?ar un papel muy activo, como ha venido haci¨¦ndolo, en favor de la paz, en la medida en que haya o¨ªdos receptivos.

P. Pero, seg¨²n parece, el presidente Gonz¨¢lez ha renunciado a ese papel.

R. No, ¨¦l renuncia al papel que se le ha querido dar cuando se le dice que si es mediador; pero ¨¦l, as¨ª como otros gobernantes europeos y latinoamericanos, se mantiene en comunicaci¨®n constante con Nicaragua y en comunicaci¨®n constante con Reagan.

P. ?Puede Espa?a compensar el da?o que cause el embargo econ¨®mico decretado por Estados Unidos contra Nicaragua?

R. Un pa¨ªs no puede hacer eso. Se trata de una pol¨ªtica a desarrollar por parte de todos los paises que tienen cooperaci¨®n con Nicaragua. Espa?a conoce la situaci¨®n. Tenemos un marco de relaciones, cr¨¦ditos firmados, cuya aplicaci¨®n se ha visto afectada por razones t¨¦cnicas. Esos son puntos concretos que estamos tratando de hacer caminar m¨¢s r¨¢pidamente.

P. ?Cu¨¢l es el volumen de la cooperaci¨®n espa?ola?

R. Importante y satisfactorio.

P. Usted fue aclamado el s¨¢bado por manifestantes que criticaron lo que consideraban un cambio de posici¨®n espa?ola respecto a la revoluci¨®n sandinista. ?Est¨¢ usted de acuerdo con ellos?

R. No, y por eso me tuve que dirigir de nuevo a ellos para explicarles que nuestra impresi¨®n es que el Gobierno mantiene una posici¨®n consecuente respecto a Nicaragua. Encontramos la posici¨®n espa?ola francamente positiva.

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