Chilindrinas
De haber sido yo propiamente periodista quiz¨¢ hubiera pedido espacio al director de este peri¨®dico para escribir una columna, breve y frecuente, con el t¨ªtulo que antecede, en la que comentar¨ªa esas peque?as noticias, no demasiado importantes pero curiosas, que suelen pasar desapercibidas. He aqu¨ª algunos textos posibles para esa falsa columna.Matem¨¢ticas antirracistas
Las autoridades pedag¨®gicas de Londres est¨¢n planificando una nueva forma de ense?ar las matem¨¢ticas a los ni?os, como parte de una amplia campa?a contra el racismo. En lugar de resolver los anticuados problemas como el de cu¨¢nto tarda en llenarse un dep¨®sito dadas sus dimensiones y el flujo de entrada y salida del agua, los muchachos tendr¨¢n ahora que calcular los beneficios que obtienen las empresas multinacionales en los pa¨ªses del Tercer Mundo y otros enunciados similares. Aunque el organismo de educaci¨®n londinense que tiene en marcha ese proyecto es de tendencia izquierdista, puede llevarse una sorpresa y lo que forme no sean j¨®venes que se conmuevan por la injusta situaci¨®n de ese tercio marginado de la humanidad, sino futuros expertos ejecutivos que logren extraer mayores beneficios a¨²n a esos pa¨ªses.
Modernizaci¨®n de Ir¨¢n
Seg¨²n informa la agencia France Presse, en una prisi¨®n de los arrabales de Teher¨¢n se va a instalar una m¨¢quina el¨¦ctrica para cortar las manos r¨¢pidamente a los ladrones, en aplicaci¨®n de la ley del tali¨®n isl¨¢mica que ha entrado en vigor hace dos a?os en Ir¨¢n. El alto funcionario de la polic¨ªa que anunci¨® el invento, citado por el diario Kayhan, a?adi¨® que hasta ahora no hab¨ªa podido aplicarse dicha ley porque la amputaci¨®n planteaba riesgos para la vida del condenado pero, despu¨¦s de haber consultado a la facultad de Medicina de la capital iran¨ª, con esta nueva min¨ªguillotina se evita ese peligro. Puestos a cortar manos hay que reconocer que se trata de un gran avance. La informaci¨®n a?ade que la ley del tali¨®n ven¨ªa aplic¨¢ndose ya en Ir¨¢n para los asesinos, permitiendo a las familias de las v¨ªctimas que, si no lo han perdonado, ejecuten al criminal por s¨ª mismas en la propia prisi¨®n o reclamen el precio de la sangre en oro, plata o camellos establecido de anta?o en las reglas isl¨¢micas. Pero si leemos el tormento, ejecuci¨®n y descuartizamiento a que Isabel de Inglaterra conden¨® al conde de Essex o nos enteramos de las refinadas t¨¦cnicas modernas de tortura que practican tantos Estados de Occidente, no tiene autoridad el mundo de origen cristiano para protestar de nada frente a esas violentas costumbres musulmanas.
Los ordenadores personales ayudan a relacionarse
Seg¨²n informa Robert Lindsey, del New York Times, para miles de americanos el ordenador personal se est¨¢ convirtiendo en un foro para dialogar sobre pol¨ªtica, religi¨®n, sexo o entretenimiento. "Protegidos porel anonimato de un ordenador y una l¨ªnea telef¨®nica que le conecte con el otro, los t¨ªmidos pierden su timidez y preguntan y presumen de cosas que no se atrever¨ªan a manifestar cara a cara". Incluso se ha llegado a que varios propietarios de peque?os ordenadores establezcan un bolet¨ªn, al que tienen personalmente acceso electr¨®nico, en el que exponen sus preocupaciones, sus necesidades y sus preguntas por si puede resolv¨¦rselas alguno de los asociados. A veces, estos canales se restringen para conversaciones de adultos y se han logrado matrimonios entre dos pantallistas. Naturalmente, existe el computista pelmazo que pregunta demasiado o groseramente y al que poco a poco se le va aislando electr¨®nicamente. Un fen¨®meno muy americano, donde, como es sabido, predomina la buena vecindad sobre la verdadera amistad.
Escritores de fondo y de 'sprint'Frangois Bott, un inteligente cronista de Le Monde, recuerda la comparaci¨®n que hac¨ªa Jean Giraudoux de los escritores con los
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corredores de atletismo. Para ¨¦l, Kant era un corredor de fondo y Descartes ten¨ªa el estilo de un corredor de 800 metros. Esta misma distancia ser¨ªa la propia de los autores de novelas breves que conjugan, dice el cronista, la elegancia y la crueldad, como Benjam¨ªn Costant o Raymond Radiguer. Pero hay tambi¨¦n los sprinters, imbatibles en relato corto, donde se acumulan los cuentistas, los humoristas y el propio Giraudoux, quien "gustaba de cortar con sprints su marcha hacia la muerte". Estoy seguro de que se armar¨ªa una gran discusi¨®n al clasificar a los escritores espa?oles, con independencia de su rango intelectual, seg¨²n su distancia apropiada. ?Qu¨¦ gran tema para Rafael Conte! Para m¨ª, Gald¨®s es un t¨ªpico corredor de fondo, Cervantes est¨¢ c¨®modo en la media distancia -no en balde hace Don Quijote varias salidas-, Julio Camba es un cl¨¢sico sprinter y Clar¨ªn, a la vez corredor de fondo -La Regenta- y de corta distancia -Paliques, Cuentos-, es un ejemplo de autor que da bien, como Hemingway, en varias distancias. No conviene agotar la met¨¢fora pero comparar al -campe¨®n ol¨ªmpico con el escritor no es, como Bott se?ala, arbitrario. Uno y otro "luchan contra la gravedad": el corredor con sus grandes zancadas y "el escritor combatiendo las palabras enemigas, los pensamientos mezquinos y los sentimientos temerosos que ocupan su esp¨ªritu".
Tanto uno como otro deben estar en forma y ambos, como dec¨ªa muy finamente Giraudoux, `,en la ¨²ltima vuelta... entran en la fatalidad".
Ballenas blancas salvadas por los rusos
Una de las noticias m¨¢s bonitas de los; ¨²ltimos tiempos: seg¨²n Reuter, un grupo de ballenas blancas en el Artico se encontr¨® bloqueado por los hielos. Un rompehielos sovi¨¦tico les abri¨® camino pero las, ballenas no se atrev¨ªan a escapar por el estrecho paso, sin duda escamadas de la proximidad del hombre. Mas el capit¨¢n del barco sovi¨¦tico se acord¨® de la sensibilidad a la m¨²sica de los delfines, primos menores de estas ballenas, y les lanz¨® por los altavoces, con gran estruendo, una sinfon¨ªa de Chaikovski; las ballenas siguieron entonces dulcemente al barco hasta encontrarse libres en mar abierto. Ese gesto admirable del capit¨¢n sovi¨¦tico compensa algo el que Rusia no haya firmado a¨²n el acuerdo internacional de protecci¨®n a estos amenazados cet¨¢ceos.
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