Un sector de los suecos cierra sus puertas al intruso
RICARDO MORENONo s¨®lo por su atracci¨®n en s¨ª misma, sino por las caracter¨ªsticas especiales del pa¨ªs, la televisi¨®n ocupa lugar principal entre los medios de masas en la sociedad sueca. Largos y oscuros meses de invierno limitan la vida al aire libre y estimulan el recogimiento temprano, en el que la pantalla m¨¢gica ocupa un lugar preponderante. M¨¢s que el libro o la m¨²sica, la televisi¨®n, que durante los d¨ªas de entre semana comienza a media tarde, resulta una compa?era obligada de los suecos. Armoniza mejor con el car¨¢cter un tanto pasivo de ¨¦stos para la comunicaci¨®n y el di¨¢logo y, por otra parte, hay un sector numeroso de personas que viven solas. El nivel de vida no le. impide a nadie tener su aparato, salvo por propia decisi¨®n (se estima que el 95% de los hogares suecos posee un televisor en color).
Existe un sector entre los suecos, sin duda minoritario, que le ha cerrado las puertas del hogar al intruso. Se mezclan en esa decisi¨®n diversas motivaciones, entre otras, una evaluaci¨®n negativa de los programas, demasiado impregnados de seriales norteamericanos, al estilo Dallas, que, seg¨²n ese punto de vista, poco aportan al enriquecimiento cultural de Suecia, ya bastante penetrada por el estilo de vida de aquel pa¨ªs.La cr¨ªtica, en parte v¨¢lida, pasapor ano, tal vez por falta de una comparaci¨®n con otros pa¨ªses, aspectos positivos de la televisi¨®n sueca. Y en cualquier caso, es una posici¨®n que discrepa con la opini¨®n de la mayor¨ªa de los televidentes suecos, proclives a considerar las costumbres y valores de la sociedad norteamericana como algo digno de imitar.
Esa posici¨®n deja de lado, sin embargo, aspectos indudablemente positivos, como son sus programas culturales, los documentales cient¨ªficos, la presencia permanente de figuras representantivas de la vida sueca o del extranjero. Dotada de medios econ¨®micos que le permiten tener corresponsales permanentes, o enviados ocasionalmente, en todos los continentes, la televisi¨®n sueca cumple unefectivo papel en romper la insuficiente informaci¨®n de que dispone el sueco medio del mundo exterior de una manera m¨¢s persuasiva que la Prensa escrita u oral.
La televisi¨®n es, adem¨¢s, en Suecia un poderoso instrumento auxiliar en la educaci¨®n de los estudiantes, que disponen de una amplia gama de programas educativos sobre todos los temas del mundo actual, pol¨ªticos, cient¨ªficos, culturales, ecol¨®gicos, etc¨¦tera. Puede afirmarse que contempla bastante dosificadamente los intereses de todas las edades y condiciones. As¨ª, los ni?os tiene su programa diario de entretenimientos en horarios adecuados.
La vida ordenada
Se da por descontado que los ni?os suecos tienen la vida ordenada y se acuestan temprano, lo que hace que dif¨ªlcilmente tengan oportunidad de ver programas considerados inadecuados para su edad. No son los problemas del sexo lo que se les procura evitar, sino te dos aquellos que tengan connotaciones de violencia. Esto no siempre puede cumplirse estrictamente, y a veces la televisi¨®n recibe cr¨ªticas por ello. As¨ª, por ejemplo, la versi¨®n completa del filme de Bergman Fanny y Alexander, que dura cinco horas, fue exhibida en cap¨ªtulos en horarios nocturnos, pero que se repet¨ªan los fines de semana en horarios diurnos. Muchas cartas de protesta llegaron a los diarios de madres cuyos ni?os hab¨ªan quedado impresionados por la escena del castigo que el padrastro inflige a Alexander en una escena del filme.
El deporte ocupa un lugar considerable, sobre todo cuando alguna de las estrellas del tenis o el esqu¨ª compiten, dentro o fuera del pa¨ªs. Se ha dicho muchas veces que Ingemar Stenmark en otros tiempos paralizaba a Suecia cuando compet¨ªa un d¨ªa laborable. Los partidos de f¨²tbol de la liga inglesa son una cita ineludible en las tediosas tardes invernales de los s¨¢bados.
Actualmente, una serie de la vida de August Strindberg, una costosa producci¨®n de 35 millones de coronas (665 millones de pesetas), acapara la atenci¨®n de los espectadores, que han podido as¨ª interiorizarse en artistas no siempre muy conocidas del gran p¨²blico sobre la controvertida personalidad humana del escritor.
Esta serie ha compartido la cartelera con una versi¨®n de Juanita la larga, de Juan de Valera, exhibida en tres episodios. Un s¨¢bado reciente, Ana Bel¨¦n y V¨ªctor Manuel ocuparon durante una hora uno de los espacios de mayor audiencia.
otro factor positivo sobre el cual se polemiza mucho en los ¨²ltimos tiempos es que la televisi¨®n sueca no tiene publicidad. No se sabe por cu¨¢nto tiempo, porque las presiones para introducirla son fuertes. No hay censura previa, y en gran medida la televisi¨®n refleja con bastante fidelidad las caracter¨ªsticas del pa¨ªs: su paisaje, su m¨²sica y su gente. Cualquier tema tiene cabida y puede verse a un respetable se?or admitir su homosexualidad como a un personaje del mundo art¨ªstico contar su vida sin omitir nada, incluso con la comparecencia al programa de todos los hombres o mujeres que fueron sus amantes, que suelen ser muchos.
La estructura legal
Quiz¨¢ la estructura legal de la televisi¨®n sueca ha contribuido ¨¢ determinar sus caracter¨ªsticas. La radiotelevisi¨®n tiene el monopolio de toda la programaci¨®n, y las normas generales se han establecido mediante un convenio entre ¨¦sta y el Gobierno. La empresa, de car¨¢cter semiestatal, determina as¨ª su propia pol¨ªtica de programaci¨®n, y el Gobierno, que no posee acciones, designa al presidente y la mitad del Consejo de Administraci¨®n y controla las licencias anuales de los receptores, que financian en gran parte las emisiones.
El compromiso de la empresa es el de ofrecer programas variados que satisfagan gustos diversos y a observar imparcialidad y objetividad en la presentaci¨®n de los temas controvertidos. Se suele seguir la pol¨ªtica de "escuchar las dos campanas". Una observaci¨®n m¨¢s cuidadosa permite detectar formas sutiles de subjetividad con relaci¨®n a muchos temas de pol¨ªtica interna y externa, con la finalidad de suscitar determinadas reacciones y sentimientos en el pasivo Svensson, confortablemente situado frente a la pantalla.
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