Alarde de trivializaci¨®n
Un ejemplo que descalifica por s¨ª solo a esta pel¨ªcula: el difunto actor brit¨¢nico James Mason -esta debi¨® ser su ¨²ltima pel¨ªcula- fue uno de los actores de m¨¢xima profesionalidad que ha tenido el cine. Pues bien, el se?or Alexander Ramati, director y guionista de la fechor¨ªa, consigue de ¨¦l algo casi inimaginable: que aquel maestro de la profesionalidad parezca un actor aficionado. Con esto casi estar¨ªa dicho todo, pero por desgracia hay todav¨ªa m¨¢s.Al parecer el filme cuenta algunos sucesos que ocurrieron realmente en el a?o 1943, en plena Guerra Mundial y a ra¨ªz de la primera, y provisional, ca¨ªda del dictador fascista Benito Mussolini y la toma del poder en Italia de los ej¨¦rcitos de Adolfo Hitler. Las SS iniciaron entonces una despiadada persecuci¨®n de los jud¨ªos italianos y algunos de estos lograron escapar del exterminio nazi refugi¨¢ndose en conventos franciscanos de clausura. Esto es precisamente lo que quiere contar la pel¨ªcula.
Los clandestinos de As¨ªs
Director y guionista: Alexander Ramati. Int¨¦rpretes: Ben Clark, James Mason, Irene Papas.Italonorteamericana. Estreno en Madrid: cines Amaya, T¨ªvoli y Rosales.
Digo que lo quiere contar no que lo cuente realmente. Todo el filme es un alardede incapacidad narrativa. El, en teor¨ªa, emocionante asunto, visto tal como est¨¢ en Los clandestinos de As¨ªs, carece por completo de emoci¨®n. Y un hecho hist¨®ricamente cierto adquiere as¨ª el inconfudible olor de lo rotundamente falso, de lo mal inventado. La verdad, tan mal narrada, se torna una mediocre e incre¨ªble fantas¨ªa. Un pl¨²mbeo y mon¨®tono discurso f¨ªlmico neutraliza la verosimilitud hist¨®rica, la trivializa y hace de ella una triste parodia de s¨ª misma. El gui¨®n es lineal e inh¨¢bil. La interpretaci¨®n pone de manifiesto que los actores nada creen de cuanto les ordenan hacer. Lo mejor que puede decirse del filme es que no hay manera de encontrar en ¨¦l ni una sola raz¨®n para haberlo realizado.
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