La televisi¨®n portuguesa, escasa y dependiente del Gobierno
La revisi¨®n constitucional de 1982 no alter¨® esta determinaci¨®n de monopolio de la televisi¨®n portuguesa, por voluntad expresa de los socialistas lusos, a pesar de los esfuerzos de los partidos socialdem¨®crata y democristiano, entonces mayoritarios, y de una tentativa del Gobierno de Francisco Balsemao de abrir una excepci¨®n en el monopolio a favor de la Iglesia cat¨®lica. -La inestabilidad de las administraciones de la RTP es la prueba indiscutible de estas interferencias del poder ejecutivo: un cambio de Gobierno o una modificaci¨®n de la correlaci¨®n de fuerzas en el seno de un mismo Gobierno arrastra siempre el nombramiento de un nuevo presidente de la RTP, y Portugal ha cambiado 10 veces de Gobierno desde 1976.
Te¨®ricamente, la Administraci¨®n no puede inmiscuirse en la programaci¨®n, cuya independencia es controlada, a posteriori, por un consejo de la comunicaci¨®n social que emana del Parlamento.
La infrautilizaci¨®n de profesionales de plantilla es, junto con el recurso a realizadores independientes, una de las causas de la progresi¨®n geom¨¦trica de los gastos de la RTP, que colocan a la empresa permanentemente al borde de la quiebra.
Los elevados ¨ªndices de audiencia de la RTP, que superan el 90% para los programas m¨¢s populares, constituyen la coartada preferida de sus responsables frente a la cr¨ªtica sistem¨¢tica de que son objeto por parte de la Prensa especializada; pero, m¨¢s que una presunta adhesi¨®n del p¨²blico a la programaci¨®n, esta fidelidad es consecuencia de la falta de alternativa.
A su vez, la popularidad de TVE en Portugal no se debe tampoco a la excelencia de su programaci¨®n, sino a factores ajenos: mayores tiempos de emisi¨®n (en d¨ªas laborables, la RTP emite ¨²nicamente de las siete de la tarde hasta las doce de la noche) y doblaje de las pel¨ªculas y series: para el p¨²blico portugu¨¦s de las zonas rurales del interior resulta mucho m¨¢s f¨¢cil entender el espa?ol que leer las leyendas y subt¨ªtulos en su propia lengua.
Los programas son pr¨¢ctica mente los mismos, cuando se trata de producciones extranjeras: la RTP es literalmente invadida en sus horas de mayor audiencia por las americanas y brit¨¢nicas. De las producciones espa?olas apenas se conocen las infantiles, que tuviero buena aceptaci¨®n, pero que fueron definitivamente suplantadas por las japonesas y americanas.
Programaci¨®n infantilLos ni?os son los eternos olvidados de la RTP: apenas 30 minutos diarios de dibujos animados, casi siempre en versi¨®n original con subt¨ªtulos, los d¨ªas laborables, y unas horas en las ma?anas de domingo, de las cuales una es de producci¨®n nacional, a veces de p¨¦sima calidad.
A falta de algo mejor, los ni?os ven los programas m¨¢s populares entre los adultos, o sea, la versi¨®n portuguesa del Un, dos tres y la telenovela, plato fuerte de la programaci¨®n de los dos canales de la RTP de lunes a viernes.
Un, dos tres, cambi¨® la emisi¨®n de los lunes por el fin de semana, ya que la RTP recibi¨® miles de cartas de padres que se quejaban del horario tard¨ªo.
Las telenovelas, que aparecieron hace cinco a?os, con producciones de buena calidad de la brasile?a TV Globo, se han implantado con tanta fuerza que constituyen hoy el fen¨®meno m¨¢s caracter¨ªstico de la televisi¨®n portuguesa.
El gran p¨²blico considera que las horas de emisi¨®n son pocas para las m¨¢s de 6.000 pesetas que paga anualmente por receptor. Se queja de la escasez de producci¨®n nacional y considera que muchos de ¨¦stos son "demasiado aburridos". Pide m¨¢s pel¨ªculas, m¨¢s f¨²tbol, m¨¢s programas infantiles y de humor y que Portugal deje de ser "Lisboa y el resto paisaje".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.