Dificultades para el primer encuentro Reagan-Gorbachov

El fracaso de la reuni¨®n que celebraron el martes en Viena el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, y el ministro sovi¨¦tico de Asuntos Exteriores, Andrei Gromiko, al frente de sendas e importantes delegaciones de sus respectivos pa¨ªses, convierte en remotas las posibilidades de que el presidente de EE UU, Ronald Reagan, pueda cumplir su deseo de conocer personalmente al l¨ªder de la URSS, Mijail Gorbachov. Reagan pretende que la entrevista se celebre en septiembre, en Nueva York, con motivo de la apertura de la Asamblea General de la ONU.

El encuentro de Viena ha desmentido al mismo tiempo las ilusiones de que la llegada de Gorbachov al Kremlin podr¨ªa facilitar de manera inmediata un entendimiento mejor entre las dos superpotencias. Lejos de ello, Shultz pudo comprobar el martes que sus divergencias frente a Gromiko siguen siendo las ya conocidas y que el sovi¨¦tico parece dispuesto a exponerlas en p¨²blico quiz¨¢ con m¨¢s contundencia ahora que nunca. El secretario de Estado norteamericano reconoci¨® ayer que no hay acuerdo sobre fecha y lugar para el encuentro entre los m¨¢ximos representantes de las superpotencias.Enfrentados a ese panorama, los ministros de Asuntos Exteriores de cuatro pa¨ªses europeos de la OTAN (Reino Unido, Rep¨²blica Federal de Alemania, Francia e Italia), que ayer participaron con el secretario de Estado norteamexicano en un desayuno de trabajo celebrado en la ciudad austriaca, reaccionaron al fracaso de la reuni¨®n del martes "con prudencia", seg¨²n manifest¨® una fuente informada.

La falta de entendimiento entre Gromiko y Shultz resulta en estos momentos especialmente embarazosa para el presidente norteamericano, Ronald Reagan, que se ha mostrado deseoso de ofrecer al p¨²blico alg¨²n s¨ªntoma de distensi¨®n desde la firmeza; entre otras cosas, para contrarrestar las crecientes cr¨ªticas que su Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica (SDI) suscita en Europa. Lomeiko, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores sovi¨¦tico, reiter¨® el martes en la capital austr¨ªaca que una eventual cumbre entre Gorbachov y Reagan no tendr¨¢ sentido mientras no est¨¦n sentadas las bases para un verdadero di¨¢logo entre las superpotencias.

Conscientes de que, en las circunstancias actuales, el encuentro de septiembre entre los dos l¨ªderes, incluso suponiendo que llegue a celebrarse en Nueva York durante la inauguraci¨®n de la pr¨®xima Asamblea General de la ONU, no pasar¨¢ a la historia, los portavoces estadounidenses prefieren no comentar el tema.

Dificultades

Por parte sovi¨¦tica se subraya que la principal dificultad sigue siendo la SDI o guerra de las galaxias, y se insiste en que la URSS interpreta el acuerdo del pasado mes de enero para negociar en Ginebra en el sentido de que no se reducir¨¢n los arsenales mientras Estados Unidos no renuncie a su proyecto de defensa. La segunda ronda de las conversaciones sobre control de armamentos deber¨¢ debutar, por ello, el mes pr¨®ximo en la citada ciudad suiza con tan malos augurios como la primera. A primeros de agosto, durante los actos conmemorativos del 102 aniversario de la firma del Acta de Helsinki, que se celebrar¨¢ en la capital finlandesa, Shultz y Gromiko volver¨¢n a tener ocasi¨®n de comprobar el estado real de las relaciones entre las superpotencias.

Mosc¨²: cerraz¨®n de EE UU

En una primera reacci¨®n oficial sovi¨¦tica al encuentro, la agencia Tass se?al¨® que el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, no dio muestras de que Washington est¨¦ dispuesto a limitar la carrera de armamentos, seg¨²n informa Pilar Bonet desde Mosc¨². Hasta la tarde de ayer, el encuentro de seis horas entre Gromiko y Shultz en Viena hab¨ªa despertado muy pocos ecos en los medios de comunicaci¨®n sovi¨¦ticos. La reacci¨®n se limitaba a una nota a tres columnas de la agencia Tass que Pravda, el ¨®rgano del Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica (PCUS). En ella se destacaba la cr¨ªtica de Gromiko a la pol¨ªtica norteamericana, especialmente en cuestiones de seguridad.

El ministro expres¨®, seg¨²n la agencia sovi¨¦tica, su preocupaci¨®n por la "postura no constructiva de la parte americana en las conversaciones de Ginebra sobre arma nucleares y c¨®smicas". Como "importante primer paso" en estas conversaciones Gromiko propuso a Shultz aceptar la moratoria solicitada por Gorbachov sobre la creaci¨®n e instalaci¨®n de armas nucleares y c¨®smicas. La actitud de Washington hacia esa moratoria servir¨¢ de indicador para las intenciones de Washington en el terreno militar, seg¨²n manifest¨® Gromiko.

En los comentarios de prensa y en las manifestaciones de los pol¨ªticos sovi¨¦ticos toda la idea de progreso en las conversaciones de Ginebra est¨¢ ligada al cese del programa norteamericano de iniciativa de defensa estrat¨¦gica (SDI), que prev¨¦ la creaci¨®n de un sistema defensivo antimisiles con base en el espacio. Seg¨²n la tesis sovi¨¦tica, tal sistema tiene en realidad car¨¢cter ofensivo y su fin es conseguir la superioridad militar sobre la URSS.

En un comentario difundido ayer, VIadimir Vogachev, experto en cuestiones militares de la agencia Tass, manifestaba que "la primera v¨ªctima" de la puesta en pr¨¢ctica de la guerra de las galaxias "ser¨¢n las conversaciones de Ginebra".

Para el comentarista sovi¨¦tico el ministro de Defensa norteamericano, Caspar Weinberger, "no comprende o no quiere comprender" que la paz en el mundo s¨®lo es posible mediante conversaciones sobre limitaci¨®n de armamento basadas en el principio de igual seguridad.