El Supremo eleva a 24 a?os de carcel la condena a un parricida que estrangul¨® a su esposa en Castelldefels
La Sala Segunda del Tribunal Supremo ha condenado a Ram¨®n Fern¨¢ndez-Pousa y Vegas a 24 a?os de c¨¢rcel como autor del delito de parricidio con alevos¨ªa en la persona de la que fue su esposa, Luc¨ªa Garc¨ªa Andr¨¦s, a la que estrangul¨® en Castelldefels el 23 de enero de 1983. La Sala no ha apreciado la circunstancia de trastorno mental incompleto reflejada por la Audiencia Provincial de Barcelona, que el 14 de julio de 1984 conden¨® a Fern¨¢ndez-Pousa a 18 a?os de c¨¢rcel. El Tribunal Supremo ha rechazado el recurso interpuesto por los abogados del condenado contra la sentencia de instancia, y ha aceptado, en cambio, el interpuesto por la madre de la v¨ªctima.Seg¨²n se declara judicialmente probado, Fern¨¢ndez-Pousa manten¨ªa fuertes desavenencias con su esposa, a la que ridiculizaba continuamente ante familiares y amigos.
En uno de sus viajes profesionales a Italia, le acompa?¨® su esposa, Luc¨ªa Garc¨ªa Andr¨¦s, en el que ser¨ªa su ¨²ltimo viaje. De regreso de Italia, el matrimonio lleg¨® a Barcelona el 22 de enero de 1983 y salieron a cenar a Castelldefels.Tras un corto recorrido, de regreso a Barcelona, el acusado estacion¨® el veh¨ªculo en las proximidades del paseo de la Marina en un "lugar poco transitado y nada iluminado", dice la sentencia.
Seg¨²n la sentencia entre la una y las tres de la madrugada del 23 de enero de 1983, "pas¨® con alguna excusa a los asientos traseros del veh¨ªculo" y desde all¨ª cogi¨® de forma s¨²bita el collar y cadena que llevaba en el cuello Luc¨ªa, realizando una fuerte presi¨®n que termin¨® seccionando la tr¨¢quea y los paquetes vasculonerviosos de ambos lados y produciendo una fuerte hemorragia interna y externa". Seg¨²n se explica en los considerandos el condenado obr¨® no de modo impetuoso e irreflexivo, sino antes bien, de manera falaz, p¨¦rfida y taimada, buscando, con una excusa, la posici¨®n m¨¢s favorable para el asegurameinto de sus letales prop¨®sitos y para evitar toda reacci¨®n defensiva por parte de la v¨ªctima, cuyos desorbitados ojos quiz¨¢s tampoco quiso ver".
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