Primera visita de un ministro de Arabia Saud¨ª a Ir¨¢n desde el derrocamiento del sha
El pr¨ªncipe Saud el Faisal, ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saud¨ª, lleg¨® inesperadamente a Teher¨¢n a las 9.30 de ayer, hora peninsular espa?ola, seg¨²n informaron fuentes iran¨ªes autorizadas en el aeropuerto de dicha capital. El pr¨ªncipe Saud es el primer representante de su pa¨ªs que visita Ir¨¢n desde el derrocamiento del sha, en 1979.
"Vivimos una situaci¨®n delicada, con conflictos que se mantienen desde hace a?os", manifest¨® el ministro de Arabia Saud¨ª a su llegada a Teher¨¢n. Aunque no se ha facilitado el programa oficial de su visita, que durar¨¢ dos d¨ªas, parece razonable que la guerra entre Ir¨¢n e Irak centre las conversaciones del pr¨ªncipe Saud el Faisal en la capital iran¨ª. La imprevista visita del ministro ¨¢rabe responde a una invitaci¨®n de su hom¨®logo iran¨ª, Ali Akbar Velayati.En medios ¨¢rabes informados de Teher¨¢n no se espera ning¨²n resultado espectacular de este viaje, pero se destaca que el simple hecho de que se produzca la visita constituye "un paso importante y marca el inicio de un di¨¢logo directo" entre Teher¨¢n y Riad.
Las relaciones entre ambos pa¨ªses son tensas desde el derrocamiento del sha Reza Palevi y la proclamaci¨®n de la Rep¨²blica Isl¨¢mica de Ir¨¢n, en 1979. Aunque tanto Ir¨¢n como Arabia Saud¨ª han hecho todo lo posible por evitar un enfrentamiento directo, es notorio que Arabia Saud¨ª apoya pol¨ªtica y financieramente a Irak en su conflicto armado con Ir¨¢n, que comenz¨® en septiembre de 1980.
Fuentes bancarias del Golfo afirman que los estados ¨¢rabes, y principalmente Arabia Saud¨ª y Kuwait, han entragado a Bagdad unos 29.000 millones de d¨®lares (casi 5 billones de pesetas) en concepto de ayuda, desde que comenz¨® la guerra. Esas ayudas no incluyen el valor de petr¨®leo extra¨ªdo en la zona neutral de Irak fronteriza con Arabia Saud¨ª y Kuwait, vendido por cuenta de Bagdad.
Los dirigentes isl¨¢micos iran¨ªes reprochan adem¨¢s a Riad su alineamiento con Washington y su negativa a convertir la ciudad santa de La Meca, centro de peregrinaje para todos los musulmanes, en un foro pol¨ªtico del conjunto del mundo isl¨¢mico.
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