La competencia de las emisoras privadas italianas despierta a la RAI de su letargo
A los italianos les gusta mucho la RAI porque sus programas son mejores t¨¦cnicamente, porque muchos de ellos tienen la vivacidad de ser en directo y sobre todo porque la publicidad est¨¢ reducida al m¨ªnimo y jam¨¢s interrumpe una pel¨ªcula o un partido de f¨²tbol, como hace machaconamente la privada.
Gusta, sin embargo, tambi¨¦n la televisi¨®n privada, porque a veces es m¨¢s osada en materia de sexo y frivolidad, da m¨¢s pel¨ªculas y telenovelas, se ha llevado a presentadores famosos como Mike Bongiorno y Maurizio Costanzo y tiene menos empe?o cultural, mientras, al mismo tiempo, abunda en dibujos animados para los ni?os.
En lo que no existe por el momento posibilidad de competencia entre la RAI y las privadas es en los servicios informativos y de cr¨®nica. En este sentido, la televisi¨®n del Estado posee unos medios tan formidables que, por el momento, los canales privados no pueden ni so?arlo. Y de hecho, Berlusconi, hasta ahora, nunca ha querido saber nada del asunto.
Los programas que hoy recogen el mayor n¨²mero de p¨²blico en Italia son, adem¨¢s de los deportes, los grandes colosos en cap¨ªtulos, desde Marco Polo a Quo vadis o Crist¨®bal Col¨®n. Es un tipo de espacios que gusta mucho a los italianos y suelen ser obras de gran atracci¨®n art¨ªstica y espectacular.
Variedades y cine
En segundo lugar, los programas de variedades, con la presencia de c¨®micos famosos, combinados con juegos y concursos de cualquier tipo, a los cuales aqu¨ª se les da una gran espectacularidad y en los que se derrochan adem¨¢s miles de millones de liras. En este sentido, la RAI, para no quedarse atr¨¢s frente a las privadas, ha llegado a pagar cifras incre¨ªbles a presentadores y artistas populares, como a Raffaella Carr¨¢, que recibe 600 millones de pesetas por un programa diario que empieza a mediod¨ªa y dura varias horas. Al mismo tiempo ha abierto tremendamente la mano en cuesti¨®n de desnudos y de sexo, inclu¨ªdo el canal 1, controlado por los democristianos. Las pel¨ªculas cl¨¢sicas, aunque sean viejas, siempre est¨¢n en los primeros puestos de audiencia. Por ejemplo, los ciclos sobre el cine de Alberto Sordi, de Rossellini o de Anna Magnani.
Tanto la RAI como la televisi¨®n privada han empezado hace poco tiempo a emitir pel¨ªculas muy recientes, aun a costa de pagarlas a un precio muy alto.
De las privadas entusiasma un cierto tipo de telenovelas. Baste decir que, por ejemplo, la cadena Retequattro emite, desde las 8.30 hasta medianoche, 12 telefilmes, cuatro telenovelas y tres pel¨ªculas.
El mercado p¨²blico
Tanto la televisi¨®n p¨²blica como la privada est¨¢n ahora estudiando a fondo al p¨²blico televisio de cada hora de la jornada, a trav¨¦s de soci¨®logos, psic¨®logos y dem¨¢s expertos en comunicaci¨®n de masas, para poder conquistar mejor el mercadoEl ¨²ltimo ejemplo de esta lucha por conseguir la mayor audiencia ha sido el de la conquista de los noct¨¢mbulos, que ven la televisi¨®n desde las once a las doce de la noche. Era una hora dificil. Se ha descubierto que se trata de un p¨²blico que no va a la f¨¢brica ni a la oficina, m¨¢s bien intelectual, que se aburre con programas tontos, pero que, al mismo tiempo, le gusta ver la televisi¨®n.
El canal 1 de la RAI ha lanzado una idea que est¨¢ teniendo un ¨¦xito muy significativo: ha contratado a uno de los periodistas y escritores m¨¢s famosos e inconformistas del pa¨ªs, Enzo Biaggi.
Este periodista, casi en edad de jubilaci¨®n, enfermo del coraz¨®n, pero enormemente vital y prestigioso, y tras haberle pagado 500 millones de pesetas al a?o, tiene carta libre para realizar un programa que se llama 30 minutos dentro de la cr¨®nica.
Enzo Biaggi ofrece, en esta media hora, de lunes a viernes, una especie de informativo duro, apasionante, en el que aborda con gran libertad de expresi¨®n un hecho de actualidad.
Una sorpresa diaria
El periodista de la RAI cuenta con un gran equipo, con muchos medios y con muchas puertas abiertas.Todos los d¨ªas hay una sorpresa. La gente se queda pegada al televisor. Comenz¨® el primer d¨ªa con una entrevista en directo, en la c¨¢rcel, a Ali Agca, el turco que atent¨® contra el papa Wojtyla.
Otra noche puso cara a cara a Alessandro Natta, secretario general del Partido Comunista de Italia, y a Ciriaco de Mita, secretario democristiano, a quienes entrevist¨® sin pelos en la lengua y los enfrent¨® con otros personajes pol¨ªticamente enemigos de ambos. Otro d¨ªa hizo lo mismo con Gianni Agnelli y Luciano Lama, secretario general del sindicato comunista CGIL. Desfilan por este programa mafiosos, jueces, detenidos, etc¨¦tera, y a una hora en la que antes apenas un mill¨®n de personas ve¨ªa el primer canal de televisi¨®n, mientras que ahora se dan cita cuatro millones.
Un ¨¦xito redondo que est¨¢ quitando el sue?o al imperio de Berlusconi, que ha puesto en marcha a sus mejores cerebros para que saquen de sus cilindros m¨¢gicos una idea genial capaz de robarle espectadores a Enzo Biaggi
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