Penas de entre 11 y 52 a?os a cuatro miembros de una agencia que extorsionaban y secuestraban a los morosos
La Audiencia Nacional ha condenado a penas que oscilan entre los 11 y los 52 a?os de prisi¨®n a cuatro integrantes de una banda que se dedicaba a cobrar a morosos mediante extorsiones, secuestros y simulacros de fusilamiento, y que cobraban un tanto por ciento de la deuda por su gesti¨®n. De los 14 procesados, s¨®lo nueve fueron juzgados. Cinco de ellos han quedado absueltos por falta de pruebas. De los otros cinco que no fueron juzgados, tres, entre los que figuran los organizadores de la agencia de cobros, han sido declarados en rebeld¨ªa. Los dos restantes ser¨¢n juzgados pr¨®ximamente, ya que sus abogados no pudieron asistir al juicio.
Los condenados son Julio Burrieza Jaro, Pedro Andr¨¦s Vera Puentenueva, Luis Garc¨ªa L¨®pez Oropesa y Jos¨¦ Quesada Ruiz Todos ellos han sido penados por diversos delitos de detenci¨®n ilegal (secuestros). Los tres primeros han sido considerados culpables tambi¨¦n de varios delitos de amenazas, y Burrieza y Vera han sido condenados asimismo por delitos de lesiones graves.Indulto parcial
La Audiencia Nacional ha coniderado que las penas impuestas son excesivas y en la propia sentencia agrega que cuando la resoluci¨®n sea firme, es decir que no est¨¦ pendiente de recursos, se proponga al Gobierno el indulto parcial de las condenas impuestas. Concretamente, propone para Burrieza, la reducci¨®n de 52 a?os a 17 a?os; para Vera y Garc¨ªa, de 11 a 5 a?os; y para Quesada, de 20 a 10 a?os.
La sentencia se?ala que a finales de 1979, varios de los procesados decidieron crear una organizaci¨®n para cobrar deudas a morosos. Estas personas, algunas de ellas huidas, agruparon a un conjunto de individuos que conoc¨ªan por su car¨¢cter violento y difundieron entre diversos ambientes de las ciudades de Granada y Ja¨¦n la existencia del grupo, al que presentaron como una agencia de cobros legalizada y dirigida por abogados, licenciados en Filosofia y Letras y ejecutivos.
Una vez que a juicio de sus promotores la organizaci¨®n adquiri¨® estructura suficiente, sus miembros realizaron diversas acciones, en ocasiones conjuntamente y otras de forma individual.
En enero de 1980 y para "cobrar unas deudas del acreedor Jos¨¦ Mart¨ªnez del Castillo, del que no se ha probado que conociera la aut¨¦ntica actividad del grupo, abordaron al industrial Francisco Rivas Carrasco, al que amenazaron e insultaron. Despu¨¦s de ser trasladado de lugar en varias ocasiones en su propio coche, un BMW, mientras se le exig¨ªa el pago de la deuda "con todo tipo de intimidaciones", Rivas continuaba neg¨¢ndose a entregar la cantidad adeudada. Los extorsionadores le volvieron a introducir en el BMW. Con los ojos tapados con esparadrapo sobre el que llevaba unas gafas oscuras, tirado en la parte posterior del coche, fue conducido a las afueras de Madrid, donde le amenazaron de muerte tras colocarle una pistola en la espalda.
Finalmente, Rivas accedi¨® a pagar y llam¨® a su mujer, que firm¨® varios talones por valor de m¨¢s de seis millones de pesetas. A continuaci¨®n, los miembros del grupo le trasladaron en el BMW a Ja¨¦n, donde, en un establecimiento de su propiedad, se apoderaron de electrodom¨¦sticos valorados en mas de un mill¨®n de pesetas.
Al d¨ªa siguiente, volvieron a Madrid, y, tras confirmar uno de los talones, valorado en m¨¢s de mill¨®n y medio de pesetas, dejaron a Rivas en libertad, aunque a los pocos dias tuvo que entregar otras 88.000 pesetas. En junio de ese mismo a?o, fue secuestrado nuevamente, aunque esta vez estaba arruinado y despu¨¦s de varias gestiones le dejaron en libertad. Rivas falleci¨® posteriormente sin que conste la causa ni la fecha de su muerte.
Nuevos secuestros
La sentenc¨ª¨¢ relata tambie otras extorsiones en las que intervinieron varios miembros del grupo, fundamentalmente los fugados, con la salvedad de que en algunos casos, por procedimientos similares, los procesados se hicieron con dinero que se les hab¨ªa encargado cobrar, u obligaron a firmar documentos que por procedimientos legales nunca habr¨ªan sido suscritos.
En estos casos fueron . extorsionados Antonio Pastor Rivera (ver recuadro adjunto), al que cobraron alrededor de 2,5 millones de pesetas; Manuel Gelado Rodr¨ªguez, al que tras ser secuestrado y golpeado brutalmente, con amenazas de ahorcarle, le cobraron cinco millones de pesetas; y Mart¨ªn Carc¨ªa Romo, al que obligaron a firmar un escrito por el que se dejaba sin efecto un contrato de arrendamiento sobre un local de aparcamiento de 300 plazas en Valladolid.
Mart¨ªn Garc¨ªa fue secuestrado en Valladolid por encargo de su propio cu?ado, due?o del aparcamiento, procesado y en rebeld¨ªa en este sumario. Llevado a una finca de un pueblo de Ciudad Real "despu¨¦s de todo tipo de imprecaciones, fue desnudado y golpeado de forma contundente en todo el cuerpo". Tras firmar el documento fue puesto en libertad, en Madrid. Garc¨ªa sufri¨® fisuras costales, contusiones y hematomas y estuvo m¨¢s de un mes sin poder trabajar.
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