Excelente corrida de Hern¨¢ndez Pl¨¢

Ahora que se dice por ah¨ª que se recupera la casta del toro, ha llegado a Aranjuez Juan Antonio Hern¨¢ndez Tabernilla para demostrar que los de su hierro la tienen sobrada. Los seis toros que ayer se lidiaron en la plaza ribere?a ofrecieron un magn¨ªfico y variado comportamiento, hasta el punto de que ninguno se pareci¨® al anterior, lo que dio variedad e inter¨¦s a la lidia.El primero fue muy noble y d¨®cil para el torero, aunque acus¨® falta de fuerzas. El segundo embisti¨® con ligero cabeceo y no se entreg¨® por el pit¨®n izquierdo. El tercero, que fue cambiado tras un picotazo y una vara, embisti¨® muy bien durante la lidia, si bien tendi¨® a irse a tablas al final. Se le dio una generosa vuelta al ruedo. El cuarto, tom¨® un largu¨ªsimo puyazo, muy entregado y se fue arriba en banderillas. El quinto fue un toro excelente. Le dieron tres puyazos y s¨®lo en el tercero se quit¨® el palo. Pese al castigo, Reg¨® con fuerza y embestida a la muleta. El sexto fue un toro flojo pero noble. Ninguno dobl¨® las manos.

Los toreros se enfrentaron con variada fortuna, dentro de su estilo, a las condiciones de los toros. Manzanares hizo una faena f¨¢cil y desigual al primero, en lo que lo mejor fueron los ¨²ltimos muletazos. Le falt¨® acoplamiento en el cuarto, que no ten¨ªa muchos pases y los pocos que ten¨ªa no se los dio por falta de decisi¨®n.

Ortega Cano ha sido el torero entregado que estamos viendo esta temporada. Banderille¨® a sus toros con su acostumbrada sobriedad y clasicismo. La faena a su primero tuvo mando en los derechazos, que lig¨® muy bien, con la mano muy baja. El toro no le admiti¨® el toreo con la zurda y ¨¦l se lo quit¨® de en medio de cuatro pinchazos y tres descabellos.

Al quinto lo tore¨® muy bien de capa, sobre todo en unos lances en el centro del ruedo, muy quieto, con los pies juntos y las manos muy bajas. Lo aguant¨® bien al principio, hasta hacerse con ¨¦l, pero su labor qued¨® por debajo de la bondad del toro. S¨®lo al final, con unos excelentes ayudados por alto y un recorte, demostr¨® su torer¨ªa; la estocada fue muy buena.

Espartaco se meti¨® en el bolsillo a los espectadores con su toreo espectacular y teatral, en el que abundaron los desplantes y los muletazos de rodillas, que fueron, sin duda, los que movieron a pedir el rabo como premio a su primera faena. En el sexto, que embisti¨® con nobleza, repiti¨® la faena, si bien con menos gestos y aspavientos. El mal uso del estoque le priv¨® de redondear su triunfo.