El t¨²nel termina en un campo minado con habas de soja
Comienza a verse la lucecita del final del t¨²nel burs¨¢til, lo cual no es poco si se tiene en cuenta que el mercado viene atravesando desde hace varios meses un laberinto repleto de curvas y desniveles que han desorientado incluso a los operadores m¨¢s experimentados.Aunque ya se esperaba que el ¨ªndice general tuviera la fuerza suficiente para rebotar en la cota 109%, no ha dejado de causar sorpresa el car¨¢cter netamente positivo de la apertura y del desarrollo de la sesi¨®n de ayer, incluso por encima de lo previsto, con ese repunte de 52 cent¨¦simas.
La publicaci¨®n de la ley de tributaci¨®n para algunos activos financieros se vino a sumar a causas puramente internas -liquidaci¨®n de las compras a cr¨¦dito realizadas hace tres meses y pr¨¢ctica desaparici¨®n del papel proveniente del caso Buxeres- para insuflar ese optimismo que tanto necesitaba el parqu¨¦ para alegrar los cambios. Los analistas, por su parte, consideran que la baja de los tipos de inter¨¦s, originados por la entrada en vigor de esta nueva ley, tardar¨¢ en dejar sentir sus efectos.
Con demasiada frecuencia las buenas noticias son incapaces de elevar la moral de los operadores si el ambiente es pesimista. Lo mismo ocurre, s¨®lo que al rev¨¦s, cuando el optimismo preside la bolsa: se olvidan las inc¨®gnitas de ayer y todo se ve color de rosa. Por eso ahora parecen ya superadas las dudas que se han creado a causa de la continuada elevaci¨®n del precio del dinero en el mercado interbancario, o por el retraso en la publicaci¨®n del ¨ªndice de precios al consumo para el mes de abril, o incluso por lo que se considera como enrarecido clima pol¨ªtico en la familia socialista.
Los expertos piensan que la bolsa ya ha descontado un posible incremento de la inflaci¨®n hasta de un punto, pero si los resultados de abril son desfavorables, tampoco nadie se extra?ar¨ªa de que los inversores protagonizasen otra espantada. En cualquier caso, la prevista disminuci¨®n de rentabilidad en otras oportunidades inversoras aumentar¨¢ considerablemente la competitividad de la renta variable.
Este protagonismo se ver¨¢ reforzado, adem¨¢s, por los resultados que est¨¢n presentando las sociedades en sus juntas de accionistas. Los responsables de las compa?¨ªas el¨¦ctricas hablan de poder asegurar los dividendos para el pr¨®ximo ejercicio y algunas entidades bancarias han abierto el fuego de las ampliaciones de capital. Sin embargo, es posible que los inversores no valoren en toda su dimensi¨®n este desfile de balances, ya que tanto los resultados del ejercicio pasado como las previsiones para el presente no se reflejan con exactitud en el cuadro de cotizaciones, con valores excesivamente favorecidos y otros demasiado castigados.
En cualquier caso, parece que la bolsa se ha limpiado todo lo que necesitaba y que ahora se abren expectativas que apuntan hacia un camino m¨¢s tranquilo y m¨¢s seguro; por lo menos, si se hace caso a los expertos, hasta que la pol¨ªtica Reagan -aumento del d¨¦ficit y consiguiente elevaci¨®n de los tipos de inter¨¦s- afecte a Europa, aunque a¨²n falten bastantes meses para que llegue ese peligroso momento.
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