La peste porcina, una maldici¨®n moderna
Espa?a dispone de cinco a?os para conseguir una vacuna y erradicar la epidemia
Espa?a es el pa¨ªs donde mejor se conoce la naturaleza del virus causante de la peste porcina africana desde el punto de vista cient¨ªfico. Sin embargo, nuestro pa¨ªs tambi¨¦n figura en los primeros puestos de las naciones que desde hace m¨¢s a?os padecen esta epidemia, que no afecta al hombre y es causa de que no se puedan exportar productos porcinos espa?oles, circunstancia -agravada por la entrada de Espa?a en la Comunidad Econ¨®mica Europea.
El futuro del subsector de ganado porcino, que participa con el 7,6% en la producci¨®n final agraria espa?ola, se plantea como incierto de cara a la inminente entrada de Espa?a en. la Comunidad Econ¨®mica Europea si no se erradica la peste africana, que se declar¨® hace ya 25 a?os. Investigadores y autoridades sanitarias realizan un esfuerzo para conseguir una vacuna, tema de gran dificultad cient¨ªfica, y erradicar los focos de infecci¨®n.La peste africana es una enfermedad end¨¦mica del cerdo africano, en el que no se observa ning¨²n cuadro cl¨ªnico debido al virus que le infecta. Su incidencia en Espa?a, a partir de 1.960, se manifest¨® por la muerte de todos los cerdos afectados, en su mayor¨ªa de razas importadas, que s¨ª ten¨ªan una sintomatolog¨ªa clara.
La epidemia no afecta al hombre en ning¨²n caso, pero es temida por los dem¨¢s pa¨ªses, que cuidan de que no se produzcan focos infecciosos en su territorio, y diezmen su ganado, ya que el virus se manifiesta con fuerza en los primeros brotes. Cuando se estabiliza y adapta al animal, como ha sucedido en Espa?a, despu¨¦s de un cuarto de siglo, su fuerza suele ser menor. En tal caso, la enfermedad no es necesariamente mortal. El cerdo sobrevive en numerosas ocasiones, pero se convierte en portador del virus, y los pa¨ªses vecinos o destinatarios de la producci¨®n contin¨²an temiendo el contagio de la enfermedad.
De ah¨ª la prohibici¨®n absoluta de exportar productos porcinos al exterior, que contin¨²a vigente para Espa?a, y que ha limitado considerablemente el sector desde el punto de vista econ¨®mico, al obligar a orientar dicha producci¨®n al consumo interior.
En el campo de la investigaci¨®n el reto es importante. No vale intentar la cl¨¢sica vacuna, por la que se inyecta al animal el virus vivo o atenuado para producir una respuesta inmunol¨®gica, porque el cerdo seguir¨ªa siendo portador del virus, y rechazado para su consumo en el exterior. Y se ha comprobado, por otra parte, que la vacuna a base de virus muerto no produce esa respuesta deseada. "La ¨²nica vacuna posible ser¨ªa la formada por prote¨ªnas", comentan dos de los principales investigadores espa?oles, Eladio Vi?uela y Jos¨¦ Manuel S¨¢nchez Vizca¨ªno.
Plan oficial para aislar los brotes
Mientras se extend¨ªa la enfermedad, la investigaci¨®n sobre el virus tambi¨¦n crec¨ªa, hasta situar a los investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias (INIA) y del Centro de Biolog¨ªa Molecular, del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), en el primer puesto mundial en que se hallan.
Se ha elaborado muy recientemente un plan nacional sobre la peste porcina, con un presupuesto global de 15.000 millones de pesetas, para mejorar la infraestructura sanitaria que posibilite el aislamiento de los brotes de la epidemia para su posterior erradicaci¨®n. El plan establece un plazo de cinco a?os para conseguir este objetivo. El mismo tiempo pactado con los pa¨ªses de la CEE, durante el cual la prohibici¨®n de exportar porcino a Europa ser¨¢ compensada por los comunitarios, que se han comprometido a no introducir sus productos en Espa?a durante ese tiempo.
Mientras tanto, los investigadores piden medios para ensayar en laboratorios adecuados la inoculaci¨®n de ciertos anticuerpos monoclonales muy espec¨ªficos ensayados in vitro. Tal es el caso de Eladio Vi?uela, investigador del Centro de Biolog¨ªa Molecular, quien, desde hace un a?o y medio, espera tener acceso a un centro adecuado donde pueda ensayar
La peste porcina, una maldici¨®n moderna
con animales enfermos la inoculaci¨®n de estos anticuerpos.Vi?uela trabaja desde hace 12 a?os en el estudio del virus de la peste porcina africana. Sus descubrimientos en el laboratorio le han situado a la vanguardia de las investigaciones llevadas a cabo acerca de este virus, "30 veces m¨¢s complejo que el del SIDA, por ejemplo", seg¨²n explica. En la actualidad tiene varios proyectos paralizados, seg¨²n manifiesta, por falta de instalaciones adecuadas para comprobar la eficacia de algunas t¨¦cnicas inmunol¨®gicas ensayadas en el laboratorio. Una de ellas es la capacidad protectora, obtenida en el laboratorio, de los anticuerpos obtenidos con m¨¢s de 20 prote¨ªnas de las 30 que contiene el virus. "De estas 30 prote¨ªnas, seis se encuentran en la superficie externa, que es el blanco del sistema inmunol¨®gico".
Eladio Vi?uela ha logrado clonar el ADN del virus y localizar varios genes que informan sobre algunas de las prote¨ªnas del mismo. "A pesar de ello, existen grandes problemas para sintetizar una vacuna eficaz contra la peste africana. El principal escollo es el virus. Var¨ªa mucho de un caso a otro". Ello ocurre tanto en los casos detectados en Espa?a, desde su aparici¨®n en Badajoz en 1960, como en los africanos, americanos y europeos.
Los nucle¨®tidos de la izquierda
"Estas variaciones del virus", explica Vi?uela, "consisten en los cambios observados en el ADN y sus prote¨ªnas. Algo similar ocurre con el virus de la gripe, lo que tambi¨¦n origina grandes dificultades para combatirlo de una manera definitiva. Estos rasgos diferenciales", prosigue Vi?uela, "se producen entre 40.000 nucle¨®tidos de los 170.000 que componen cada DNA del virus. Los 130.000 centrales no var¨ªan; son los extremos, especialmente los de la izquierda, los que cambian. Se sospecha", explica el investigador "que puede haber alguna prote¨ªna cr¨ªtica, o ant¨ªgeno cr¨ªtico, que puede ser la responsable del escape del virus. Es a trav¨¦s de esta prote¨ªna cr¨ªtica como penetra el virus en los organismos. Esto, sin embargo, nadie ha logrado de mostrarlo todav¨ªa".
Los signos externos de la enfermedad "son ahora en general m¨¢s suaves, pero tambi¨¦n m¨¢s peligrosos", explica el investigador Jos¨¦ Manuel S¨¢nchez Vizca¨ªno, jefe de proyectos de investigaci¨®n del Departamento de Inmunolog¨ªa del Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias (INIA), ¨²nico centro hasta ahora donde se pronosticaba la enfermedad.
S¨¢nchez Vizca¨ªno ha desarrollado las t¨¦cnicas de diagn¨®stico m¨¢s avanzadas que se conocen para detectar el virus de la peste africana en el cerdo. Sus estudios, coordinados con los de Vi?uela, se centran ahora en determinar c¨®mo se introduce el virus en las granjas y los mecanismos de respuesta inmunes al virus. Es decir, averiguar por qu¨¦ sobreviven muchos cerdos a la epidemia, ya que tal extremo podr¨ªa abrir el camino a la vacuna definitiva. "Para ello se estudian las distintas prote¨ªnas virales y su relaci¨®n con el sistema de histotompatibilidad".
En el campo pr¨¢ctico, el INIA ha asumido la realizaci¨®n del diagn¨®stico diferencial y del serol¨®gico del animal, y su labor inmediata es la homologaci¨®n de otros laboratorios regionales donde puedan llevarse a cabo tales an¨¢lisis.
Transmisi¨®n por un virus de las garrapatas
Existe otra l¨ªnea de investigaci¨®n, convergente con la espa?ola, desarrollada por Jerry Jackson Callis, director del Plum Island Animal Disease Center, de Nueva York, que pertenece al Departamento de Agricultura de Estados Unidos. En ¨¦l se ubican las instalaciones m¨¢s avanzadas -con laboratorio aislado- para el estudio e investigaci¨®n de enfermedades animales, y es s¨®lo comparable al brit¨¢nico ubicado en Pirbright.
Callis, que asisti¨® la semana pasada en Madrid a un seminario hispano-norteamericano sobre peste porcina africana, ha detectado tres especies de garrapatas que pueden transmitir la peste. Su tesis es considerar la posibilidad de que, tal vez, "el virus de la peste africana lo sea propiamente de la garrapata, no del cerdo, y que en la actualidad se haya adaptado a ¨¦ste", explic¨® el investigador norteamericano a este peri¨®dico. "Trabajamos para conocer en qu¨¦ parte de la garrapata se replica el virus y el posterior cambio de ¨¦ste".
Callis comenta que ello ser¨ªa "fundamental para controlar el nacimiento de la enfermedad", que se detect¨® por primera vez en 1910, en ?frica oriental, al introducir los brit¨¢nicos cerdos dom¨¦sticos que fueron contaminados por cerdos africanos.
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