El Supremo de Estados Unidos se inclina por facilitar a blancos y heterosexuales las demandas por discriminaci¨®n
Los jueces se muestran favorables a la demanda de una mujer que dijo que hab¨ªa sido marginada en favor de dos homosexuales


Las v¨ªctimas habituales de discriminaci¨®n por raza u orientaci¨®n sexual suelen ser los grupos minoritarios como las personas homosexuales, transexuales, afroamericanas y latinas. Esto deriv¨® en una doctrina judicial en Estados Unidos que se mostraba menos exigente en la carga de la prueba cuando los afectados eran de esos colectivos, frente a los ciudadanos pertenecientes a grupos mayoritarios, como los miembros de la poblaci¨®n blanca o heterosexual. Este mi¨¦rcoles, sin embargo, los jueces del Tribunal Supremo se han mostrado dispuestos a cambiar esa doctrina tras analizar el caso de una mujer heterosexual que asegura que se vio marginada en su trabajo en favor de dos personas homosexuales.
¡°La discriminaci¨®n por motivos de orientaci¨®n sexual, ya seas gay o heterosexual, est¨¢ prohibida. Las reglas son las mismas en cualquier caso¡±, dijo el juez Brett Kavanaugh, una postura que parec¨ªan compartir los dem¨¢s magistrados.
El caso ha adquirido una relevancia especial en plena ofensiva conservadora de Donald Trump contra las pol¨ªticas de diversidad, igualdad e inclusi¨®n. En algunos casos, esas pol¨ªticas funcionan como una especie de acci¨®n afirmativa o discriminaci¨®n positiva hacia los colectivos minoritarios.
Si a los grupos mayoritarios, como los hombres blancos, se les allana el camino para presentar demandas por discriminaci¨®n, pueden alegar que esas pol¨ªticas les han perjudicado. Los jueces ya dictaron en 2023 una sentencia contra la discriminaci¨®n positiva por raz¨®n de raza en el acceso a la universidad que ha abierto paso a demandas de todo tipo contra instituciones educativas, empresas y otras organizaciones.
Hasta ahora, buena parte de los tribunales han venido exigiendo a los demandantes que pertenecen a un grupo mayoritario demostrar ¡°circunstancias de fondo que apoyen la sospecha¡± de esa discriminaci¨®n. Algunos tribunales han defendido ese list¨®n m¨¢s alto con el argumento de que la discriminaci¨®n contra los trabajadores de los grupos mayoritarios es relativamente infrecuente.
Los jueces han examinado este mi¨¦rcoles el caso de Marlean Ames, una mujer heterosexual de 60 a?os, que demand¨® al Departamento de Servicios a la Juventud de Ohio. En su demanda afirmaba que hab¨ªa perdido su puesto de trabajo en favor de un hombre homosexual y que no se le hab¨ªa concedido un ascenso en favor de una mujer lesbiana, en violaci¨®n de la legislaci¨®n federal sobre derechos civiles.
Aseguraba que eran personas menos cualificadas que ella, pero que su supervisor tambi¨¦n era homosexual y se decant¨® por ellos. ¡°As¨ª es como llegu¨¦ a sentir que me discriminaban por ser heterosexual y me dejaban de lado por ellos¡±, declar¨® Ames la semana pasada a Reuters.

El T¨ªtulo VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964 proh¨ªbe la discriminaci¨®n en el lugar de trabajo por razones de orientaci¨®n sexual. Un tribunal de primera instancia y el Tribunal de Apelaciones del sexto circuito judicial de Estados Unidos, con sede en Cincinnati, desestimaron la demanda porque no hab¨ªa demostrado esas ¡°circunstancias de fondo¡±, como una inclinaci¨®n particular contra las personas heterosexuales por quien tom¨® la decisi¨®n o un patr¨®n estad¨ªstico de discriminaci¨®n contra los miembros del grupo mayoritario.
Elliot Gaiser, el abogado estatal que ha intervenido en la vista en defensa de las autoridades de Ohio, ha asegurado que los funcionarios del Departamento de Servicios a la Juventud ni siquiera conoc¨ªan la orientaci¨®n sexual de Ames. El propio Gaiser, sin embargo, tampoco rechaz¨® de modo rotundo que los jueces rebajasen la carga de la prueba de la discriminaci¨®n. ¡°Todos aqu¨ª estamos de acuerdo en que todos deben ser tratados por igual¡±, dijo Gaiser. ¡°Estamos radicalmente de acuerdo¡±, reafirm¨® el juez Neil Gorsuch, algo no muy habitual en un tribunal dividido por cuestiones ideol¨®gicas.
Los recursos ante el Supremo se presentan en forma de preguntas y la que deben contestar los jueces en este caso es ¡°si, adem¨¢s de alegar los dem¨¢s elementos del T¨ªtulo VII [de la ley de Derechos Civiles], un demandante perteneciente a un grupo mayoritario debe demostrar ¡°circunstancias de fondo que apoyen la sospecha de que el demandado es ese empleador inusual que discrimina a la mayor¨ªa¡±, como han sentenciado tribunales inferiores en varios casos.
Seg¨²n el abogado de la demandante, Xiao Wang, esa exigencia de circunstancias de fondo ¡°no erradica la discriminaci¨®n¡±. ¡°Instruye a los tribunales para que la practiquen clasificando a las personas en grupos mayoritarios y minoritarios en funci¨®n de su raza, su sexo o su caracter¨ªstica protegida, y aplicando una presunci¨®n de prueba categ¨®rica no a favor, sino en contra, bas¨¢ndose ¨²nicamente en su pertenencia a un grupo mayoritario, sea cual sea su definici¨®n¡±, argument¨® ante el tribunal.
¡°Pero eso no es coherente con la norma que nos dice que debemos proteger a todas las personas de la discriminaci¨®n individual basada en el caso individual¡±, a?adi¨®. Sin que la respuesta negativa a esa pregunta implique necesariamente dar la raz¨®n a la demandante, los nueve jueces del Tribunal Supremo parecen inclinarse por no exigir requisitos adicionales a un demandante por el hecho de ser miembro de un grupo mayoritario.
La sentencia sobre el caso no se espera hasta el mes de junio, cuando el Supremo suele publicar la mayor parte de los fallos de los casos de su curso judicial. La abogada del Estado en representaci¨®n del Departamento de Justicia, Ashley Robertson, se mostr¨® favorable tambi¨¦n a rechazar la exigencia de ese requisito adicional. Propuso devolver el caso a los tribunales inferiores para que juzguen si hubo discriminaci¨®n, pero sin necesidad de probar esas ¡°circunstancias de fondo¡±.
El abogado de Ohio cree que la demandante puede perder el caso aunque no se aplique esa exigencia. ¡°Ohio est¨¢ de acuerdo en que es incorrecto exigir a algunos litigantes un est¨¢ndar m¨¢s alto debido a sus caracter¨ªsticas protegidas. Pero eso no es lo que sucedi¨® en este caso¡±, explic¨® ante los jueces. Ames asegur¨® que ¡°no pudo demostrar que nadie [de los que tomaron las decisiones laborales sobre ella] estuviera motivado por su orientaci¨®n sexual o conociera su orientaci¨®n sexual¡±
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
