Cuenca rinde homenaje a Z¨®bel en el aniversario de su muerte
El pasado domingo, 2 de junio, se cumpli¨® el primer aniversario de la muerte del pintor Fernando Z¨®bel, ocurrida en Roma. Sus restos fueron enterrados en el cementerio de San Isidro, en Cuenca, ciudad en la que el artista ejerci¨® amplio mecenazgo y cre¨® el Museo de Arte Abstracto, con obras adquiridas a pintores de la vanguardia espa?ola de los sesenta. Esa intensa relaci¨®n fue recordada el domingo con un homenaje y la apertura de una antol¨®gica de la obra del artista.
En el primer aniversario de la muerte de Z¨®bel, sus amigos, pintores y artistas, han vuelto a rendirle un homenaje en Cuenca. Han visitado su tumba, elevada en lo m¨¢s alto de la profunda hoz del J¨²car; han descubierto una l¨¢pida a su memoria en el Museo de Arte Abstracto Espa?ol y han presentado en Cuenca la exposici¨®n itinerante, organizada por la Fundaci¨®n Juan March en el oto?o pasado, de la obra de Z¨®bel, que ya se ha exhibido en Madrid, Barcelona, Albacete, Valencia y Zaragoza.El m¨¢s entra?able de los amigos del pintor y tambi¨¦n artista, Gustavo Torner, y el director de la fundaci¨®n organizadora, Jos¨¦ Luis Yuste, a la que Z¨®bel cedi¨® los fondos del museo en 1980, han sido los encargados de realizar los honores al pintor desaparecido que fue considerado como uno de los principales promotores de la vanguardia art¨ªstica espa?ola en los a?os sesenta.
A juicio de Torner y Rafael P¨¦rez Madero, comisario de la exposici¨®n sus obras, cuando muri¨®, Z¨®bel estaba en el mejor momento de su faceta creadora. "Se ve¨ªa mejorar su pintura d¨ªa a d¨ªa. Realmente, estaba llegando a algo grande a punto de definir". Dotado de originalidad refinada y gran capacidad creadora, a Fernando Z¨®bel se le recuerda como un curioso insaciable, aficionado a la m¨²sica, refinado coleccionista, experto en caligraf¨ªa hist¨®rica, especialista en historia del arte y un esteta sumamente culto.
Hab¨ªa nacido en Manila en 1924. Tante¨® sus primeros lienzos durante su ¨¦poca de estudiante en Harvard (EE UU), y sigui¨® la corriente de los pintores bostonianos adictos al expresionismo de Rouault y el Picasso azul. Su salto a Espa?a fue posterior a una crisis de identidad que le produjo la contemplaci¨®n de una exposici¨®n de fotograf¨ªas de Rothko.
Se incorpor¨® a la generaci¨®n de j¨®venes artistas espa?oles a primeros de los sesenta, y ejerci¨® un mecenazgo que abarcaba la adquisici¨®n de obras d¨¦ pintores informalistas -fue la primera persona que compr¨® en Espa?a una obra de Eusebio Sempere-, sufrag¨® gastos de enfermedades y coste¨® estudios y viviendas a j¨®venes conquenses. Su desbordante generosidad es tal vez la cualidad que m¨¢s recuerdan en Cuenca sus vecinos y los jovenc¨ªsimos pintores que protegi¨® desde casi edad infantil. Con un grupo de chiquillos que jugaban en la plaza Mayor, fund¨® y subvencion¨® un equipo de f¨²tbol.
Museo de Arte Abstracto
En 1963, Z¨®bel cre¨¦, persuadido por Gustavo Torner y Gerardo Rueda, el Museo de Arte Abstracto Espa?ol en las famosas casas colgadas de Cuenca que acaba de restaurar el Ayuntamiento de la ciudad. Considerado como el mejor de Europa en su especialidad, alberga obras de los principales pintores abstractos desde 1950 hasta nuestros d¨ªas y conserva una de las ideas clave de su creador: ser un museo organizado y dirigido por artistas. Suele decirse que el Museo de Arte Abstracto fue un exquisito cuadro creado dentro de otro cuadro sobremanera exquisito.Este mes de junio ser¨¢ el expositor de la selecci¨®n de las obras que Z¨®bel realiz¨® desde 1959 hasta su muerte. En total, 45 ¨®leos, propiedad del museo y de colecciones particulares, a los que se agregan en Cuenca cinco m¨¢s de una ¨¦poca anterior. La ventaja de contemplar esta exposici¨®n en las casas colgadas parte de la muestra simult¨¢nea de sus propios fondos, compuestos de obras abstractas -aunque algunas han tenido que ser retiradas para montar la exposici¨®n itinerante de obras de Z¨®bel-, que se ha ampliado en fechas recientes con cinco cuadros de Torner, Millares, Guerrero, Sempere y Rueda, adquiridas por la Fundaci¨®n March de la colecci¨®n particular de Z¨®bel.
Babelia
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