Los aliados europeos piden a EE UU que respete el SALT II
Los aliados europeo, que iniciaron ayer en Estoril (Portugal) la reuni¨®n de primavera de la OTAN, han pedido un¨¢nimemente a Estados Unidos que no viole ni denuncie el tratado de limitaci¨®n de armas nucleares estrat¨¦gicas SALT II. El secretario de Estado norteamericano, George Shultz, ha desistido de volver a Washington con un comunicado oficial en el que se apoye expl¨ªcitamente la Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica (SDI), ante la imposibilidad de encontrar un texto que pudieran apoyar Francia y otros pa¨ªses cr¨ªticos respecto a la guerra de las galaxias.
La reuni¨®n se inici¨® con un discurso del ministro de Asuntos Exteriores de la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA), Hans Dietrich Genscher, que ocupa la presidencia de honor de la Alianza. Genscher hizo las delicias de los franceses porque les dio las gracias p¨²blicamente por el apoyo que hab¨ªan prestado al despliegue de los euromisiles, "sost¨¦n", dijo, "que fue de una gran importancia".El ministro alem¨¢n occidental record¨® que el eje Par¨ªs-Bonn es fundamental para la existencia de una Europa fuerte y unida, y subray¨® que la solidez del pilar europeo de la Alianza Atl¨¢ntica es tan importante como la del pilar norteamericano. "Cuanto m¨¢s coherentes seamos nosotros", a?adi¨®, "tanto m¨¢s coherente ser¨¢ la Alianza en su conjunto". Genscher afirm¨®: "Europa no puede salvaguardar su libertad sin Estados Unidos, como Estados Unidos defiende tambi¨¦n su libertad en nuestro continente".
El jefe de la diplomacia de la RFA resalt¨® que el Consejo de Ministros se celebraba en un momento decisivo para la Alianza Atl¨¢ntica, cuando se han iniciado las conversaciones de Ginebra entre EE UU y la URSS y cuando se plantean problemas estrat¨¦gicos de gran importancia, como la guerra de las galaxias o el futuro de las relaciones EsteOeste, "ternas", dijo, "que exigen una respuesta com¨²n por nuestra parte". Genscher expres¨® su preocupaci¨®n por los intentos de sembrar la discordia entre europeos y norteamericanos o entre los propios europeos, y se?al¨® que el objetivo fundamental de unos y otros deb¨ªa ser lograr una evoluci¨®n favorable y estable de las relaciones Este-Oeste.
El ministro alem¨¢n occidental fue meridianamente claro respecto al tema de las SALT Il y del tratado ABM sobre limitaci¨®n y control de sistemas bal¨ªsticos defensivos. "Ambos deben ser respetados", dijo, porque son un elemento importante en la estabilidad y determinar¨¢n el futuro de las negociaciones de Ginebra, as¨ª como de las relaciones Este-Oeste en general.
El ministro insisti¨® en la necesidad de enviar un mensaje de firmeza y paz a la URSS y volvi¨® a pedir que los actos conmemorativos del d¨¦cimo aniversario del Acta de Helsinki se celebren al m¨¢ximo nivel pol¨ªtico.
Los debates se iniciaron poco despu¨¦s, a puerta cerrada y en sesi¨®n superrestringida, es decir, ¨²nicamente con presencia de los 16 ministros de Exteriores y los embajadores permanentes en la OTAN. Shultz, que hab¨ªa mantenido una entrevista bilateral con su hom¨®logo Roland Dumas, sab¨ªa ya que Francia no estaba dispuesta a aceptar ninguno de los tres textos que propon¨ªa Washington sobre la guerra de las galaxias.
'Desactivar la espoleta'
Dumas se?al¨® que s¨®lo firmar¨ªa una declaraci¨®n en la que se hablara gen¨¦ricamente de investigaci¨®n, pero sin tan siquiera especificar si se trataba de investigaci¨®n sobre armas ofensivas o defensivas.Ante la negativa francesa, el secretario de Estado opt¨® por rebajar el tono de su discurso en la sesi¨®n restringida y conformarse con un p¨¢rrafo general, en el comunicado final, en el que se apoye la postura de EE UU en Ginebra.
El clima de la reuni¨®n de Estoril, seg¨²n portavoces europeos y norteamericanos, fue fluido, pese a las divergencias, porque todos los oradores estaban de acuerdo en desactivar la espoleta de la SDI y esforzarse para que deje de ser una pol¨¦mica p¨²blica.
El segundo punto del orden del d¨ªa, el futuro de los acuerdos SALT II, que te¨®ricamente caducan a finales de a?o, provoc¨® tambi¨¦n un amplio debate, pero siempre en t¨¦rminos relajados.
Shultz explic¨® la postura de Washington, seg¨²n la cual la Uni¨®n Sovi¨¦tica ha violado reiteradamente los acuerdos sobre armas estrat¨¦gicas y sistemas bal¨ªsticos, pero a?adi¨® que el presidente Ronald Reagan no ha adoptado todav¨ªa una decisi¨®n al respecto y que trasladar¨ªa la opini¨®n de los aliados. El Gobierno norteamericano, insisti¨® Shultz, quiere consultar a sus amigos y pesar cuidadosamente los pro y los contra de su decisi¨®n.
Portavoces europeos resaltaron que el secretario de Estado norteamericano pareci¨® siempre poco entusiasta ante la idea de la denuncia de los SALT II. "En el fondo, los aliados le hemos dado argumentos para que defienda en Washington su propia postura frente a la del Pent¨¢gono y los halcones", coment¨® un diplom¨¢tico europeo.
Seg¨²n dichas fuentes, lo m¨¢s probable es que Estados Unidos opte por no denunciar el tratado, pero quiz¨¢ busque un cierto reequilibrio a la vista de las infracciones sovi¨¦ticas, postura que inquieta tambi¨¦n a sus aliados, porque puede dar origen a una din¨¢mica peligrosa.
Los ministros, que se dedicar¨¢n hoy a la redacci¨®n del comunicado final y a celebrar entrevistas bilaterales pasaron tambi¨¦n revista a la situaci¨®n interna en la URSS.
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