Espa?a triunfa con un juego feo y aburrido
Espa?a recibe m¨¢s de 90 puntos por partido. Epi estuvo ayer en la cancha hasta el minuto 39.50, lo que quiere decir que descans¨® 10 segundos. Sibilio se march¨® cuando le pitaron la quinta falta personal. Algo ha cambiado con respecto a los primeros encuentros, pero el resultado fue igual de preocupante. Ante Ruman¨ªa se retrocedi¨® en algunos esquemas sin un resultado satisfactorio, porque este equipo se mantuvo demasiado tiempo en posici¨®n amenazante. Espa?a resolvi¨®, pero malamente y, adem¨¢s, no cae simp¨¢tica, hecho inusual, porque la selecci¨®n espa?ola siempre agradaba al espectador extranjero por la belleza y alegr¨ªa de su juego. Algo ha cambiado, porque ayer volvi¨® a ser un equipo triste y aburrido.D¨ªaz Miguel ech¨® mano de sus mejores tiradores para resolver sin m¨¢s un partido que estaba planificado para el descanso de los titulares y el solaz de los reservas, o en todo caso como entrenamiento con sparring. No hubo nada de ello porque Espa?a se empe?¨® en no hacer cumplir su condici¨®n de potencia europea. Estos encuentros, como el de los polacos el d¨ªa anterior, son para empezar ganando de 20 puntos en los primeros minutos. No es una exageraci¨®n, sino lo que hicieron, sin ir m¨¢s lejos, los yugoslavos con los voluntariosos franceses. Eso hac¨ªa la selecci¨®n espa?ola el pasado a?o, pero se empe?a en no intentarlo en esta competici¨®n. D¨ªaz Miguel utiliz¨® durante muchos minutos a los te¨®ricos titulares.
Vistas as¨ª las cosas, result¨® que, el alto porcentaje de acierto en los lanzamientos de Epi o Sibilio o de la impecable acci¨®n ofensiva de Mart¨ªn, que transform¨® sus cinco primeros disparos, no se reflej¨® en el marcador. Con menor intensidad que en el encuentro frente a Polonia, Espa?a no lograba, sin embargo, despegarse m¨¢s de cuatro puntos de los voluntariosos rumanos, con menor altura media. Hasta el descanso, el equipo cuasititular espa?ol s¨®lo recibi¨® tres cambios: Costa por Llorente, Jim¨¦nez por Mart¨ªn y Mart¨ªn por Romay. Con defensa individual y acierto en el tiro, no lograron m¨¢s que una intranquilizadora ventaja de dos puntos (51-49).
Todo parece indicar que ayer se dio una cierta marcha atr¨¢s, en el sentido de mantener a ciertos jugadores durante m¨¢s minutos en pista. Fue una t¨¢ctica conservadora, temerosa para con el rival, y estos tan escasos jugadores mantuvieron una defensa individual con atisbos de presi¨®n que no dio casi ning¨²n resultado. La defensa espa?ola fue una defensa aparente.
Resolver la papeleta
Espa?a jug¨® ayer como si se tratara de un encuentro de preparaci¨®n. Jug¨® como hubiera sido normal hacerlo a primeros de mayo, cuando los jugadores s¨®lo llevan unos d¨ªas juntos y buscan esquemas poco complicados para resolver, sin m¨¢s, la papeleta de un encuentro. As¨ª, se limitaron a buscar la facilidad de Epi y Sibilio y poco m¨¢s. Pero, en el fondo, estaban realizando una defensa que lleva tiempo ensayada y result¨® que los rumanos marcaron con sorprendente facilidad.Los subcampeones ol¨ªmpicos han tenido la enorme virtud de hacer buenos jugadores de polacos y rumanos, porque el p¨²blico alem¨¢n, muy escaso en el encuentro de ayer, emit¨ªa signos de admiraci¨®n al comprobar c¨®mo los modestos rumanos resolv¨ªan con rapidez y facilidad una presi¨®n defensiva de la potente selecci¨®n espa?ola. Hubo incluso una jugada de aut¨¦ntica mala suerte que provoc¨® una ovaci¨®n: los espa?oles presionaban con furia y los rumanos se vieron acosados, imposibilitados de pasarse la pelota y mucho menos de intentar el tiro; se les agotaba el tiempo de juego, pero, a falta de un segundo, Gernat, medio c¨¢ido, suelta la pelota y transforma una canasta de tres puntos. El p¨²blico aplaudi¨®, admirado. Espa?a y su defensa hab¨ªan quedado en entredicho.
?sta fue una ocasi¨®n de mala suerte, pero a lo largo del encuentro hubo jugadas similares. Ruman¨ªa hizo, en sus tiros de cerca, un porcentaje del 88%, mientras que Espa?a se qued¨® en un l¨®gico 59%. Quiere ello decir que la defensa espa?ola se situ¨® de tal manera que permiti¨® una fluida posici¨®n del jugador rival en las zonas m¨¢s cercanas a canasta. Lo mismo sucedi¨® con yugoslavos y polacos, y es que pudieron aumentar los porcentajes justo en la zona donde ¨¦stos son m¨¢s altos, que es a pocos metros del aro. D¨ªaz Miguel quiere una defensa de ayuda que cuando no se hace bien resulta tremendamente peligrosa. Es una defensa muy arriesgada. De momento la factura que ha habido que pagar por ella no es dif¨ªcil de costear: un par de sustos y una derrota que podr¨ªa entrar dentro de lo razonable.
El p¨²blico alem¨¢n volvi¨® a silbar las acciones de los colegiados en favor del equipo espa?ol. En ning¨²n momento, ni siquiera en aquellos minutos de la segunda parte en los que el marcador se?alaba diferencias de hasta 16 puntos, Espa?a levant¨® aplausos ni puso un poco de imaginaci¨®n en su juego. No busc¨®, como en otras ocasiones, acciones de belleza est¨¦tica. Es una selecci¨®n que hasta ahora no encuentra un minuto para recrearse en el juego. Aburri¨® soberanamente.
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