Paraguay: la dictadura olvidada
JOHANNES NYMARKLa dictadura del r¨¦gimen del general Stroessner en Paraguay, con sus millares de presos y torturados, y con medio mill¨®n de exiliados -en un pa¨ªs de tres millones y medio de habitantes-, es la gran olvidada del mundo, arguye el autor de este trabajo. La posici¨®n norteamericana ha sido clave para sus 31 a?os de supervivencia, incluso en la actualidad, cuando este r¨¦gimen se debilita y existen conatos de uni¨®n de fuerzas de la oposici¨®n de dentro y fuera del pa¨ªs y Estados Unidos parece haber optado por que la situaci¨®n siga igual, aunque desaparezca la figura del dictador.
En el concierto pol¨ªtico latinoamericano, Paraguay es el gran olvidado. Incluso en los ambientes de solidaridad son pocas las voces que se levantan para denunciar las atrocidades cometidas por el decano de los actuales reg¨ªmenes dictatoriales de Am¨¦rica Latina. Y no hablemos de la Prensa.Al cumplirse hace un a?o los 30 a?os de dictadura stroessnista en Paraguay, cierto reportero de la televisi¨®n noruega, al ser contactado por un exiliado paraguayo, manifest¨® que el hecho carec¨ªa de inter¨¦s para la opini¨®n p¨²blica. Desgraciadamente dicho periodista no es el ¨²nico de la especie.
Represi¨®n y estado de sitio
Paraguay lleva ahora 31 a?os en estado de sitio permanente. Fiara las grandes mayor¨ªas del pueblo guaran¨ª, la dictadura stroessnista ha significado extrema miseria y fuerte explotaci¨®n, y para los opositores al r¨¦gimen, represi¨®n, secuestro, encarcelamiento, torturas y asesinatos a cargo de nefastos sicarios. Miles de paraguayos han desfilado por los calabozos del pa¨ªs en calidad de presos pol¨ªticos y m¨¢s de un mill¨®n se han visto obligados a abandonar el pa¨ªs por motivos pol¨ªticos o en busca de un mejor futuro econ¨®mico durante estos 31 a?os de dictadura. Esto pasa en un pa¨ªs que apenas tiene 3,5 millones de habitantes.
La enconada lucha antidictatorial que mantiene EE UU respecto a otros pa¨ªses no afecta para nada el r¨¦gimen del general Alfredo Stroessner. Bien al contrario, EE UU apoya a dictadores como Stroessner, Pinochet y Baby Doc ya que se da perfectamente cuenta del servicio que prestan todos estos mani¨¢ticos del poder a la causa de los valores cristianos del mundo occidental en la pugna contra el peligro de la infiltraci¨®n marxista a nivel mundial. Al fin y al cabo, las actuales dictaduras que se mantienen en el poder en Paraguay,, en Chile y en Hait¨ª no son m¨¢s que las consecuencias m¨¢s extremas de la llamada doctrina de la seguridad nacional esgrimida por la superpotencia occidental desde hace ya varias d¨¦cadas.
La dictadura stroessnista, desde su nacimiento, ha dado cobijo a criminales de guerra nazis provenientes de Europa y cazados por la justicia de sus pa¨ªses de origen. El caso m¨¢s notorio es el de Josef Mengele, responsable directo de los asesinatos de, por lo menos, 400.000 hombres, mujeres y ni?os, y del que se ha dicho que actualmente reside en un hotel de Paraguay, debidamente protegido por los militares de dicho pa¨ªs.
Al Carnicero de Riga, Roschamann, se le tributaron, poco antes de su muerte, honores por sus m¨¦ritos prestados al servicio "de la grandeza del III Reich" (sic.). Es indudable la importancia de la ayuda aportada por estos criminales nazis a las fuerzas represivas y destructoras de Stroessner.
23 a?os en la c¨¢rcel
En la actualidad, Paraguay tiene el m¨¢s que dudoso honor de poseer el r¨¦cord latinoamericano de reclusi¨®n de presos pol¨ªticos. El capit¨¢n Napole¨®n Ortigoza cumple este a?o 23 a?os como preso pol¨ªtico en manos de la tiran¨ªa stroessnista y se ha convertido, desde hace tiempo ya, en el preso pol¨ªtico de m¨¢s antig¨¹edad en Am¨¦rica Lati?a. En 1962 fue detenido e inculpado del asesinato de un joven cadete, c¨ªnicamente matado por las fuerzas armadas paraguayas, que con este asesinato principalmente quer¨ªan deshacerse de sus elementos m¨¢s democr¨¢ticos. En la c¨¢rcel Ortigoza ha sido brutalmente torturado, se le ha condenado a muerte, pero su entereza ha sido inquebrantable.
A principios de julio de este a?o el general Stroessner deb¨ªa viajar a Alemania Federal en visita oficial. El viaje se deb¨ªa producirse despu¨¦s del considerable revuelo suscitado por la visita de Reagan a ciertos cementerios alemanes y fue motivo de una exhortaci¨®n del Parlamento Europeo a "desinvitar al presidente de Paraguay". Era francamente vergonzoso que un Gobierno alem¨¢n, que se quiere distanciar del pasado nazi, se convirtiera en anfitri¨®n del hombre que m¨¢s consecuentemente ha protegido a los criminales de guerra nazis. El viaje ha sido finalmente suspendido.
La base econ¨®mica
La base econ¨®mica y pol¨ªtica del r¨¦gimen de Stroessner se ha venido minando en los ¨²ltimos a?os, ya que incluso parte de la oligarqu¨ªa se ha mostrado reticente ante el considerable aumento de la importancia del comercio ilegal, que redunda en beneficio de la mafia internacional del tr¨¢fico de droga, coches y joyas, en tanto que el aparato productivo del pa¨ªs se est¨¢ destruyendo cada vez m¨¢s.
Al mismo tiempo, el propio Stroessner ve mermada su influencia en el seno mismo de su partido, el Partido Colorado. En el mes de septiembre de 1984, colorados que est¨¢n en oposici¨®n al general Stroessner se reunieron para discutir el porvenir del pa¨ªs, hecho que no se puede interpretar sino como un reto abierto al r¨¦gimen. Tambi¨¦n en el exterior se registran notables esfuerzos por unificar la lucha contra la tiran¨ªa stroessnista, especialmente en Argentina, que cuenta con un importante contingente de exiliados paraguayos, entre ellos varios sindicalistas y dirigentes pol¨ªticos de la oposici¨®n. Y. quiz¨¢ lo m¨¢s importante y lo m¨¢s prometedor para el futuro del pa¨ªs sean los encuentros que ¨²ltimamente han tenido lugar en Am¨¦rica Latina y en Europa entre destacadas figuras del exilio paraguayo y la oposici¨®n del interior.
Los grupos mas interesantes en este sentido son el Acuerdo Paraguayo en el Exilio (APE) y el Frente Amplio Democr¨¢tico y Popular (Fadepo), ya que los dos aspiran -en los hechos y no s¨®lo en la ret¨®rica- a la unidad en la lucha antidictatorial, y tienen en su programa la ruptura definitiva respecto al stroessnismo.
Son ¨¦stos los grupos que merecen el apoyo sincero de todos los antifascistas y antiimperialistas. En cambio, EE UU parece optar por el stroessnismo sin Stroessner, bien a trav¨¦s del candidato de los militares, el general Gerardo Johansen, bien en la figura de Luis Mar¨ªa Arga?a, presidente en funciones del Tribunal Supremo del pa¨ªs, quien es el hombre fuerte de la parte civil del aparato stroessnista. La nueva burgues¨ªa surgida en torno a la construcci¨®n de la represa Itaip¨² y entrada en crisis a ra¨ªz de la terminaci¨®n de la represa, podr¨ªa sustentar la base social al proyecto yanqui.
En los ¨²ltimos tiempos, y sobre todo 'con motivo del conflicto centroamericano, se han notado notables diferencias de apreciaci¨®n y de actitud entre Europa y EE UU frente a Am¨¦rica Latina. Es de esperar que tambi¨¦n en el caso paraguayo Europa encuentre un camino distinto al trillado por los norteamericanos y levante la bandera de los derechos humanos y de la libre determinaci¨®n de los pueblos.
Un primer paso del apoyo europeo a la lucha del pueblo paraguayo ser¨ªa presionar para arrancar de las garras stroessnistas a los ¨²ltimos presos pol¨ªticos, entre ellos el capit¨¢n Ortigoza. Sin amnist¨ªa general y sin que se levante definitivamente el estado de sitio, no se puede ni hablar de democracia en Paraguay.
es profesor adjunto de Espa?ol de la universidad de Oslo.
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