El ex empleado de la Puigvert reivindica la propiedad de los programas inform¨¢ticos
Juan Luis Abad, el ex empleado de la Fundaci¨®n Puigvert de Barcelona denunciado ante la polic¨ªa y el juzgado por presunta apropiaci¨®n de los programas inform¨¢ticos -software- del centro, ha reivindicado la propiedad intelectual de los citados programas asegurando que "son m¨¢s m¨ªos que de la fundaci¨®n, ya que fui yo quien los cre¨®". Espa?a carece de legislaci¨®n precisa sobre la materia.
La tesis del t¨¦cnico en inform¨¢tica est¨¢ provocando una trascendente pol¨¦mica jur¨ªdica. sobre la propiedad intelectual de los programas de ordenadores y ha puesto en evidencia el vac¨ªo legal existente en torno al tema, que intentar¨¢ ser corregido en Espa?a con la pr¨®xima ley de Propiedad Intelectual que est¨¢ impulsando el Senado. Estos temas ¨²nicamente se hallan reglamentados en los Estados Unidos y en Australia, a pesar de las insistentes recomendaciones realizadas a los pa¨ªses asociados por la Organizaci¨®n Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).El joven t¨¦cnico de inform¨¢tica se ha negado a confirmar si sac¨® copia de los programas de la Fundaci¨®n, alegando que el tema esta sub-iudice, aunque reconoce poseer copias de otros programas de inform¨¢tica de empresas en las que ha trabajado.
Abad Marcos, que ocupaba desde hace cuatro a?os la plaza de subjefe del departamento de inform¨¢tica de la Fundaci¨®n Puigvert, tiene una dilatada experiencia en este campo, habiendo trabajado en diversas compa?¨ªas durante los ¨²ltimos trece a?os. Se despidi¨® de la Fundaci¨®n el pasado 30 de abril para ir a trabajar a una firma especializada en la venta de memorias -C¨¢lcul i Gesti¨® Inform¨¢tica, S L-, donde, ante el litigio, ha recibido todo tipo de apoyos.
El especialista en ordenadores desmiente tambi¨¦n la imputaci¨®n hecha por la denuncia de la Fundaci¨®n Puigvert de que intent¨® comercializar los programas de aquella instituci¨®n y que, para ello, los hab¨ªa ofrecido a otros centros cl¨ªnicos de Catalu?a a precio de ganga.
Una obra colectiva
Esperanza Mart¨ª, gerente de la Fundaci¨®n Puigvert y responsable de la denuncia, opina, sin embargo, que los programas de inform¨¢tica son propiedad del centro cl¨ªnico. La portavoz de la fundaci¨®n sustenta esta tesis aludiendo a uno de los principios jur¨ªdicos internacionales, recogidos en la Ley de Propiedad Intelectual al referirse a los inventos y a las obras literarias, seg¨²n el cual estos programas son fruto de una "obra colectiva producida por un equipo contratado por un patr¨®n, siendo este ¨²ltimo el due?o de la creaci¨®n".La gerente recalc¨® que esta obra inform¨¢tica, que supone el trabajo continuado de un numeroso equipo durante 15 a?os, est¨¢ compuesta por m¨¢s de 2.000 programas, de los cuales podr¨ªa haber sacado copia el denunciado. Insisti¨® adem¨¢s Esperanza Mart¨ª en que el ex empleado ofreci¨® personalmente a dos centros cl¨ªnicos de Barcelona unos programas de caracter¨ªsticas similares a los elaborados en la Fundaci¨®n. Por ¨²ltimo, destac¨® que se hab¨ªan adoptado medidas de seguridad en el departamento de inform¨¢tica del Hospital, colocando contrase?as en los programas, que si intentan ser borrados provocar¨ªan su autodestrucci¨®n"
El vac¨ªo legal existente sobre este tema concreto de la propiedad de los programas de inform¨¢tica, ha obligado a los abogados de la Fundaci¨®n Puigvert, en el momento de redactar la denuncia, a buscar unos argumentos legales at¨ªpicos para proteger la obra y actuar contra el ex empleado. En la denuncia, despu¨¦s de relatar la conducta de Abad Marcos, se sugiere que se cometi¨® una supuesta apropiaci¨®n indebida y otro delito de revelaci¨®n de secreto, de la que ser¨ªan responsables aquel y su actual empresa, C¨¢lcul i Gesti¨® Inform¨¢tica, S L.
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