400 a?os del Ingenio segoviano
A orillas del Eresma se amonedaban las improntas m¨¢s bellas de Espa?a
Ahora hace 400 a?os que Segovia acog¨ªa a la rivera del Eresma la m¨¢s moderna y novedosa f¨¢brica de monedas con que la historia patria ha contado. Debido al inter¨¦s que en Felipe II despert¨® la manera de acu?aci¨®n inventada por Brulier, al decir del abate Migne, y utilizada por el archiduque Fernando de Austria en sus cecas. ?ste env¨ªa, a petici¨®n del rey prudente, unos operarios peritos en la materia para elegir acomodo en Madrid para este ingenio. El Manzanares no es el adecuado y s¨ª el Eresma, donde Jorge Miter, Jacome Sauverin, Osvaldo Hilipoli encuentran buen nivel de terrenos y profundidad precisa en un molino ubicado en una propiedad de Antonio San Mill¨¢n, junto al puente del Parral. La compra asciende a 50.000 ducados, que salen en su mayor parte del peculio real, y el resto, de las alcabalas de la ciudad. Tres a?os se trabaja bajo la direcci¨®n de Francisco de Mora, que traza el edificio con el inequ¨ªvoco aliento de Juan de Herrera, el arquitecto del monasterio de El Escorial, y la inestimable ayuda de Diego de Andr¨¦s, esposo de su hija Catalina. Los trabajos son seguidos de cerca por Felipe II, como lo demuestra su visita a las obras en octubre de 1583. Las monedas se hacen en un principio con la, plata de ultramar, y m¨¢s tarde tambi¨¦n se admite la entrega por particulares para su amonedac¨ª¨®n. Amonedaci¨®n que corre a cargo de los especialistas for¨¢neos y espa?oles, auxiliados en las tareas m¨¢s ingratas por esclavos negros, que en alguna ocasi¨®n son comprados en Lisboa con buenos ducados. En el cercano cementerio el paseante puede ver l¨¢pidas de los oficiales del Ingenio.Las monedas hasta entonces se fabricaban en Espa?a por el ¨²nico m¨¦todo de la acu?aci¨®n a martillo, siendo estas labores muy descuidadas en su terminaci¨®n y laboriosas en su ejecuci¨®n, llegando en ocasiones a estar solamente grabada la parte central del cabo de barra, con lo que m¨¢s, parec¨ªan pedazos informes que monedas. No es que el sistema de molino experimentado en el Ingenio de Segovia se implantase en todos los territorios de la corona, pero s¨ª fue el nuevo m¨¦todo una excelente manera de fabricar bien y con bella factura. Este sistema consist¨ªa en pasar una barra de metal entre dos rodillos de laminaci¨®n previamente grabados en hueco; estos rodillos se mov¨ªan con ruedas impelidas por el agua del molino; de ah¨ª su nombre. Por el 1590, el espa?ol Juan de la.Cerca ide¨® un sistema de acu?aci¨®n a tijera, que no era sino una variaci¨®n del sistema a martillo. M¨¢s adelante se implantaron los volantes de acu?aci¨®n; dejemos aqu¨ª estas explicaciones para otra ocasi¨®n. S¨®lo recalcar que Segovia, por su f¨¢brica del Eresma, es conocida en el mundo numism¨¢tico internacional y admiradas sus monedas, que se marcaban con la puente o acueducto famoso.
Colmenares describe la visita que en diciembre de 1587 el rey Felipe y su familia hacen al Ingenio de Moneda, en la que ve fabricar monedas de oro y plata en todas sus denominaciones; piezas ¨¦stas de las que s¨®lo han llegado a nosotros el ocho reales o duro y la peseta o dos reales, y que son f¨¢ciles de distinguir, pues llevan entre la leyenda y el escudo unas hojas de laurel. M¨¢s tarde, en 1592, vuelve a visitarla, seg¨²n nos dice su camarero Jean Lhermite.
L¨¢stima es que los segovianos de hoy no sepan reconocer lo que tienen, y ese sue?o, locura juvenil que algunos compartimos con la serena madurez de los mayores, de un Museo de Artes Industriales y de la Mesta, en ese derruido caser¨®n, no cristalizase por incomprensi¨®n o inercia de los poderes p¨²blicos.
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