La proyecci¨®n de 'Je vous salue, Marie' en Madrid se realiza con la vigilancia de la fuerza p¨²blica
La polic¨ªa carg¨® el mi¨¦rcoles para disolver a los que gritaban "?Espa?a, cat¨®lica!"
Una manifestaci¨®n de un millar de personas, en su mayor¨ªa j¨®venes o de edad avanzada y entre las que se encontraba Blas Pi?ar, ex presidente y fundador del grupo ultraderechista Fuerza Nueva, impidi¨® la normal proyecci¨®n de la pel¨ªcula Je vous salue, Marie, de Jean-Luc Godard, el pasado mi¨¦rcoles, d¨ªa de su estreno, en un cine de Madrid. De las cuatro sesiones, una se suspendi¨®, y la nocturna fue la ¨²nica a la que el p¨²blico pudo acceder libremente tras realizar la polic¨ªa una carga contra los manifestantes. Ayer, ocho furgones de la polic¨ªa antidisturbios permitieron que se proyectara la pel¨ªcula, con vigilancia fuera y dentro del cine.
La acera situada frente al cine estuvo ocupada ayer desde primera hora de la tarde por varias decenas de personas, n¨²mero que fue aumentando hasta llegar a unas 800 personas al final de la tarde.Impasible el gesto, una veintea?era ataviada con falda pantal¨®n roja, zapatos y lazos a juego, encabezaba, crucifijo y meg¨¢fono en mano la procesi¨®n que incansablemente sub¨ªa y bajaba la acera rezando el rosario. Entre misterio y misterio, la muchacha vestida de rojo dedicaba los rezos del colectivo que la segu¨ªa "a los compa?eros polic¨ªas que ayer nos agredieron" o la los hermanos pecadores que entran a ver una pel¨ªcula blasfema". Vivas a la Virgen, a Cristo Rey, a Lefevre y a Juan XXIII eran gritados con caras congestionadas por los participantes en la procesi¨®n.
Seg¨²n avanzaba la tarde, entre sesi¨®n y sesi¨®n, se iban incorporando nuevos grupos entre los que destacaban dos curas con sotana. Jovencitos, con caras agresivas, que colgaban de su cuello los m¨¢s variados modelos de crucifijos y adornaban sus mu?ecas con banderas espa?oles, intentaron en diversas ocasiones cruzar la calle e increpar directamente a las escasas personas que hac¨ªan cola para entrar al cine.
Los responsables de la sala se lamentaban de la mala publicidad que estas movilizaciones suponen para su econom¨ªa. A la primera sesi¨®n asistieron 127 personas, cuando el aforo es de 236. La segunda sesi¨®n no alcanz¨® la cifra de la primera y se tem¨ªa que las expectativas para las dos ¨²ltimas no tendr¨ªan mejores resultados. "Si un Godard habitualmente nos dura un mes, tememos que este no nos dure ni 15 d¨ªas", dijo uno de los empleados de la sala.
Al estreno de Je vous salue, Marie, el mi¨¦rcoles, ¨²nicamente pudieron asistir 40 personas. Fueron aquellas que entraron al cine Alphaville, sala 3, antes de las cuatro de la tarde, media hora antes del comienzo de la pel¨ªcula. Los manifestantes eran entonces unas 50 se?oras que exhib¨ªan rosarios y estampas de la Virgen. En cuesti¨®n de minutos, matrimonios acompa?ados de sus hijos se unieron al grupo y ocuparon la entrada del cine impidiendo el acceso.
A la hora prevista comenz¨® la proyecci¨®n de la pel¨ªcula sin que ya nadie m¨¢s pudiera presenciar el estreno. La Polic¨ªa Nacional invit¨® a los manifestantes a disolverse y ¨¦stos se arrodillaron y rezaron y gritaron "Espa?a, cat¨®lica".
"No estamos dispuestos a irnos", declar¨® uno de los manifestantes, "porque no queremos que nadie vea a nuestra Madre desnuda e insultada. No, yo no he visto la pel¨ªcula, pero no hace falta verla para saber de qu¨¦ va".
Una veintena de polic¨ªas, porra en mano, intent¨® proceder al desalojo de los manifestantes para que dejaran libre el acceso al cine. La presencia, en primera fila, de una mujer embarazada y de ancianos impidi¨® que la acci¨®n tuviera la fuerza necesaria para que resultara efectiva. Un segundo intento tampoco surti¨® efecto.
El comandante de la Polic¨ªa Nacional orden¨® un tercer intento, ya con m¨¢s efectivos, pero con la orden tajante de que no hubiera agresiones. Una a una fueron retiradas por la fuerza las personas que permanec¨ªan en la puerta. En la confusi¨®n, la pistola de un polic¨ªa nacional fue sustra¨ªda, si bien el comandante de las fuerzas asegur¨® que posteriormente hab¨ªa aparecido.
Pagar con calderilla
A las 17.25, la polic¨ªa anunci¨® que la proyecci¨®n de la pel¨ªcula hab¨ªa sido suspendida en un intento de que los manifestantes se retiraran.?stos arreciaron en sus oraciones y c¨¢nticos. Tras el lanzamiento de bombas f¨¦tidas sobre el p¨²blico que hac¨ªa cola, los manifestantes se situaron en ella.
"No pretendemos presenciar la pel¨ªcula, sino impedir que la gente entre. ?C¨®mo? Cada uno de nosotros lleva 290 pesetas en el bolsillo en calderilla. Vamos a darlas una a una, y cuando entreguemos todas, nos retiraremos de la taquilla porque no llevarnos suficiente dinero", confes¨® uno de los manifestantes.
Sobre las siete de la tarde, la manifestaci¨®n adquiri¨® caracter multitudinario -algunas personas hicieron saber su condici¨®n de militar y otras portaban insignias de Fuerza Nueva o de una bandera no constitucional- y fue encabezada por Blas Pi?ar, aclamado como "vicario de Cristo". Un cura, provisto de meg¨¢fono, dirigi¨® los rezos y lanz¨® proclamas en las que record¨® el martirio de los primeros cristianos. Hubo vivas a la Virgen, al Papa y a Cristo Rey. El "mueran los rojos" fue motivo de censura porque podemos perder la raz¨®n". Igualmente, grupos de manifestantes evitaron la agresi¨®n de aquellos que quer¨ªan acercarse a la puerta con el prop¨®sito de ver la pel¨ªcula. Una monja incluso lleg¨® a abrazar a un joven, que hac¨ªa valer su derecho a ver la pel¨ªcula: "No le pegu¨¦is; recemos por ¨¦l".
A las 20.30, la polic¨ªa anunci¨® la suspensi¨®n, por orden gubernativa, de la exhibici¨®n de la pel¨ªcula. Media hora m¨¢s tarde, con la llegada de refuerzos, advirti¨® que de no disolverse la manifestaci¨®n har¨ªa uso de la fuerza. A las 21.15, 200 polic¨ªas cargaron contra la manifestaci¨®n y golpearon a los j¨®venes que, en primera l¨ªnea, permanec¨ªan inm¨®viles profiriendo gritos de "viva la polic¨ªa". A las 22.45, con la sala llena, comenz¨® el cuarto pase de la pel¨ªcula, ya con toda normalidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Jean-Luc Godard
- Manifestaciones
- Encierros
- Censura
- Iglesia Cat¨®lica espa?ola
- Libertad expresi¨®n
- Orden p¨²blico
- Salas cine
- Protestas sociales
- Malestar social
- Seguridad ciudadana
- Distribuci¨®n cine
- Industria cine
- Iglesia cat¨®lica
- Problemas sociales
- Cine
- Cristianismo
- Medios comunicaci¨®n
- Religi¨®n
- Sociedad
- Comunicaci¨®n
- Justicia