Rolf Mengele
El hijo de Josef Mengele, el '¨¢ngel de la muerte', asegura que s¨®lo ha heredado de su padre su funesto apellido
El nombre con el que le ha tocado vivir a este joven abogado evoca los actos de m¨¢s siniestra perversi¨®n de la historia moderna. Nacido en las postrimer¨ªas de la guerra, nada le diferenciar¨ªa de su generaci¨®n de alemanes crecidos y educados en un Estado democr¨¢tico y liberal, de no ser por el estigma de su apellido: Mengele. Rolf Mengele, de 41 a?os, que dirige un bufete en la ciudad de Friburgo, ha tenido que aceptar el sino de ser el hijo de Josef Mengele, el ¨¢ngel de la muerte, el m¨¦dico del campo de concentraci¨®n nazi de Auschwitz que en sus experimentos con seres humanos elev¨® la crueldad a cotas inimaginables.
La semana pasada, Rolf Mengele hizo unas amplias declaraciones a una revista ilustrada, en las que, con numerosas fotograf¨ªas de su padre, revela detalles de la huida, los refugios y las personas que prestaron ayuda a su padre, el criminal de guerra m¨¢s buscado.Las fotos publicadas son aut¨¦nticas. No cabe duda, seg¨²n todos los expertos. Muestran a Josef Mengele con un sombrero de paja ante su casa en Brasil, remando en una piragua con los hijos de la familia que le dio trabajo y protecci¨®n, o sentado con sus amigos en torno a una mesa, con su poblado bigote, imagen ideal de un abuelo bonach¨®n. Son fotograf¨ªas hechas por el hijo en las dos visitas que hizo al padre en Brasil en 1977, dos a?os antes de su supuesta muerte. Rolf asegura que son ciertas las informaciones procedentes de Brasil, seg¨²n las cuales su padre muri¨® ahogado en 1979 en la playa brasile?a de Bertigoa y fue enterrado bajo identidad falsa. El cad¨¢ver que est¨¢ siendo examinado por expertos en Brasil es el de su padre, sepultado bajo el nombre de su amigo Wolfgang Gerhard, que le regal¨® sus documentos cuando se decidi¨® a volver a su pa¨ªs de origen, Austria.
Asegura Rolf Mengele que vio por primera vez a su padre en 1956, cuando ten¨ªa 12 a?os. Le fue presentado durante unas vacaciones en los Alpes suizos y se le dijo que aquel hombre, un excelente esquiador, era su t¨ªo. Tres a?os m¨¢s tarde supo la verdad. Rolf asegura que no ha heredado nada de su padre, excepto el funesto nombre. Durante todos los a?os de huida continua, la familia siempre supo d¨®nde se encontraba el ¨¢ngel de la muerte. Le enviaban entre 300 y 500 marcos al mes (de 17.000 a 28.000 pesetas).
En 1977, Rolf fue a visitar a su padre, ya que su intercambio epistolar se hac¨ªa cada vez m¨¢s tenso. El hijo ped¨ªa explicaciones por los cr¨ªmenes y el padre no mostraba arrepentimiento. En una de sus cartas aseguraba a su hijo que no se entregaba porque para ¨¦l no habr¨ªa jueces, sino tan s¨®lo vengadores. Dice Rolf que cuando lleg¨® a Brasil se encontr¨® a un hombre deshecho, lleno de miedos, depresiones e intenciones de suicidio.
Las dudas sobre la veracidad de las revelaciones del hijo han surgido inmediatamente. La propia revista reconoce la necesidad del escepticismo en este caso. No en vano Rolf Mengele ha confundido durante decenios a la opini¨®n p¨²blica y a la polic¨ªa con pistas falsas para evitar la captura de su padre. Muchos se preguntan por qu¨¦ no hizo estas declaraciones en 1979, cuando, seg¨²n ¨¦l, muri¨® su padre, y no hoy, cuando la b¨²squeda se ha intensificado en todo el mundo. Algunos hablan de un montaje del hijo, deseoso de que Josef Mengele pueda vivir tranquilo los ¨²ltimos a?os de su vida. Rolf se niega a hablar con la Prensa. -Una secretaria del bufete manifest¨® a EL PA?S que no estaba all¨ª y que no sab¨ªa cu¨¢ndo volver¨ªa. A otros medios se ha dicho que ha vendido la exclusiva a la revista y que los ingresos de la publicaci¨®n ir¨¢n a un fondo de ayuda para las v¨ªctimas de Auschwitz.
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