La cultura oficial europea se enfrenta en Delfos a las dif¨ªciles relaciones Este-Oeste
Los ministros de Cultura o sus representantes de la Europa occidental no consiguieron tratar a fondo el domingo en Delfos (Grecia) el delicado tema de las relaciones culturales Este-Oeste. Todos los funcionarios presentes tuvieron frases elogiosas para la cooperaci¨®n cultural de sus respectivos pa¨ªses con el Este. Pero manifestaron veladamente que pronunciarse sobre este tema en la reuni¨®n del Centro Cultural Europeo de Delfos, bajo auspicios griegos, ser¨ªa prejuzgar la reuni¨®n que el foro cultural de los 35 pa¨ªses europeos ha fijado para octubre en Budapest.
La reuni¨®n de Delfos fue continuaci¨®n de la proclamaci¨®n, el pasado viernes, de Atenas como capital cultural de Europa de 1985 y comenz¨® con el teatral descenso de los cielos de Melina Mercouri, llegada de Atenas en un helic¨®ptero que se pos¨¦ a escasa distancia del anfiteatro, entre las dos rocas tit¨¢nicas de la mitolog¨ªa. All¨ª, la ministra de Cultura griega fue recibida por Marcelino Oreja, secretario general del Consejo de Europa.Marcelino Oreja declar¨® a este peri¨®dico que ¨¦l es muy partidario de que las democracias occidentales se vuelquen en la colaboraci¨®n cultural con los pa¨ªses del Este, lo mismo que hacen con las democracias extraeuropeas. Elogi¨® muy especialmente la presencia en la sala del ¨²nico delegado de un pa¨ªs socialista europeo, el ministro yugoslavo Richard Stayner.
El divo de la reuni¨®n
Richard Stayner fue el divo de la reuni¨®n cultural por dos razones: una, porque el Mercado Com¨²n Europeo y el Consejo de Europa han emprendido una campa?a de atracci¨®n de Yugoslavia hacia la Europa occidental, mediante tanteos de colaboraci¨®n cultural al principio; la otra raz¨®n es que se le supone a Yugoslavia una gran capacidad de negociaci¨®n con el Este en temas culturales.Salv¨® la reuni¨®n de Delfos la adopci¨®n del nuevo convenio europeo sobre infracciones contra bienes culturales, que fue posible gracias a las firmas de Grecia, Portugal y Liechtenstein. La delegaci¨®n espa?ola, presidida por Ana Pu¨¦rtolas, directora general de Cooperaci¨®n Cultural, no firm¨® el convenio. "El Ministerio espa?ol de Cultura ha dado ya el visto bueno, pero est¨¢n en estudio matices jur¨ªdicos, muy delicados en ciertos puntos", coment¨® Guillermo U?a, subdirector general de Cooperaci¨®n Internacional.
En la sala de conferencias estaba una persona especialmente sensible al acuerdo, el representante permanente brit¨¢nico ante el Consejo de Europa, descendiente pol¨ªtico de lord Elgin, que hace m¨¢s de siglo y medio se llev¨® al Reino Unido las mejores esculturas de la acr¨®polis.
Los delegados italiano, holand¨¦s, de Berl¨ªn-oeste y franc¨¦s confirmaron oficialmente que sus pa¨ªses se har¨¢n cargo de la capitalidad cultural de Europa en 1986, 1987, 1988 y 1989, respectivamente. El ministro de Cultura de Berl¨ªn Occidental, Volker Hassemer, afirm¨® que su ciudad siempre ha estado a mitad de camino entre Mosc¨² y Par¨ªs y que sigue siendo un lugar de encuentro Este-Oeste, aunque a veces presente "facetas dolorosas". Defini¨® a la antigua capital alemana como compromiso id¨®neo, ya que ser¨ªa imposible el ideal del ministro de Exteriores germano occidental, Hans Dietrich Genscher: situar en una ciudad del Este europeo la capitalidad cultural de Europa durante un a?o. "Berl¨ªn no puede compararse a Atenas por su pasado cultural, ni a Delfos por su entorno art¨ªstico-natural, pero somos el centro de Europa y acogeremos a artistas del Este y el Oeste con los brazos abiertos", concluy¨® el berlin¨¦s entre vanidoso y humilde.
El cap¨ªtulo de reconocimiento europeo del Centro Cultural de Delfos como instituci¨®n paneuropea qued¨® aplazado y arropadas las aristas en algodones diplom¨¢ticos que ocultaron los recelos de otros centros del continente ante el arrollador deseo de protagonismo de Grecia, el benjam¨ªn comunitario. Oreja acab¨® desafiando a los asistentes en nombre del Consejo de Europa. "A m¨ª este tema me interesa, pero son los ministros, los que tienen la palabra sobre la institucionalizaci¨®n de Delfos como centro de creaci¨®n, di¨¢logo o reflexi¨®n sobre problemas".
En una ¨¦poca remota y complicada, pero no tan bien armada, Delfos fue centro diplom¨¢tico internacional. Desde Marsella hasta el Asia Menor llegaban all¨ª en torno al siglo VI antes de Cristo pol¨ªticos y peregrinos deseosos de consultar el or¨¢culo. Esta vez ha sido Melina Mercouri la que le ha dicho a Europa, con ¨¦nfasis de or¨¢culo, que "el mundo est¨¢ amenazado por dos grandes males, el arma at¨®mica y la apisonadora de la uniformizaci¨®n de las culturas en base al monopolio de la inform¨¢tica y la electr¨®nica, algo especialmente peligroso para los peque?os pa¨ªses que no poseen todav¨ªa esas claves".
Babelia
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