El l¨ªder de Amal multiplica sus concesiones para encontrar un final a la crisis del avi¨®n de Beirut
El l¨ªder del movimiento shi¨ª Amal, Nabih Berri, multiplica las concesiones como si quisiese deshacerse cuanto antes de los 39 rehenes norteamericanos a¨²n en su poder. El secuestro entr¨® ayer en su tercera y acaso ¨²ltima semana si la presi¨®n que ejerce Siria sobre su aliado liban¨¦s logra forzar su liberaci¨®n. A trav¨¦s de los ¨²nicos medios de comunicaci¨®n a los que concede entrevistas, las cadenas de televisi¨®n de Estados Unidos, Berri ha pedido a la Administraci¨®n del presidente Ronald Reagan que "reitere su condena" del traslado a Israel de los resistentes shi¨ªes capturados en el sur de L¨ªbano, una deportaci¨®n contraria a la IV Convenci¨®n de Ginebra.
Aunque no lo ha dicho expl¨ªcitamente, el jefe de Amal, que es tambi¨¦n ministro de Justicia y ministro para el sur de L¨ªbano da la impresi¨®n de relegar a un segundo plano su anterior petici¨®n, consistente en poner en libertad a los ex pasajeros del avi¨®n de la TWA al mismo tiempo que regresaran a su pa¨ªs los 735 prisioneros libaneses detenidos en la c¨¢rcel israel¨ª de Atlit.Veinticuatro horas antes, Berri hab¨ªa dado ya un primer paso atr¨¢s al sugerir transferir a una embajada occidental en Beirut a los cautivos. Quedaba olvidada por tanto, su amenaza de devolver a los rehenes al comando extremista que secuestr¨® el Boeing 727 y otras reivindicaciones, como el alejamiento de las costas libanesas de los barcos de la VI Flota de la Marina de EE UU.
La idea de ser encerrados en un recinto diplom¨¢tico parec¨ªa seducir a tres rehenes -Allyn Conwell, el reverendo James Mac Loughlin y Simon Grossmayer- que ayer propusieron, en una entrevista con la cadena de televisi¨®n ABC en el domicilio de Berri, someterse a un "cautiverio voluntario para que se resuelva la crisis de forma no violenta".
A menos que no se desarrolle una negociaci¨®n en secreto, lo que el mutismo observado por Washington podr¨ªa hacer suponer, los c¨ªrculos de la izquierda musulmana libanesa s¨®lo explican la moderaci¨®n de Berri por las presiones a las que est¨¢ sometido por parte de Siria.
Las condiciones puestas para aceptarles en sus canciller¨ªas por los dos Gobiernos mencionados por Berri -Par¨ªs y Berna-, que no deseaban convertirse en carceleros de civiles inocentes, incitaron ayer al sucesor del imam. Musa Sadr a "descartar a Francia de la negociaci¨®n". Mientras, la Embajada de Suiza en la capital libanesa segu¨ªa esperando ayer una improbable respuesta. [Berri dijo ayer que los piratas del aire se negaban a transferir a sus rehenes a la Embajada de Suiza, seg¨²n informa France Presse.]
Ante las exigencias de estos dos pa¨ªses, el jefe de Amal piensa ahora en voz alta ante las c¨¢maras de televisi¨®n que "enviarles a Siria ser¨ªa la mejor soluci¨®n", pero reconoce no haber mantenido a¨²n ning¨²n contacto sobre la delicada cuesti¨®n con el r¨¦gimen baazista de Damasco, aunque tiene la intenci¨®n de entrevistarse con su vicepresidente, Abdel Halim Jadam. A pesar de que manifiesta cada d¨ªa, a trav¨¦s de su Prensa oficial, la disposici¨®n a contribuir a que "el asunto acabe de forma satisfactoria", el Gobierno sirio, tradicionalmente cauto, no se ha mostrado hasta ahora p¨²blicamente interesado en albergar a los ciudadanos norteamericanos en su territorio.
Sondeada probablemente por un emisario de la ONU, Jean-Claude Aime, Damasco habr¨ªa dado una respuesta similar a la de Par¨ªs, declar¨¢ndose dispuesta a acogerles, pero s¨®lo tras la conclusi¨®n de un acuerdo que ponga un punto final a su odisea y por un plazo no superior a 48 horas, al t¨¦rmino del cual ser¨ªan enviados a EE UU.
Paralelamente a esta suavizaci¨®n del lenguaje utilizado por Nabih Berri, sus "hu¨¦spedes estadounidenses", como llama a veces a sus prisioneros, dan la impresi¨®n de ser ahora mejor tratados, hasta el punto de que dos de ellos pudieron llamar por tel¨¦fono a sus familiares, que posiblemente han sido incluso invitados a visitarles en L¨ªbano.
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