M¨¢s de 20 organizaciones brasile?as presentan al Papa un recurso contra la sanci¨®n a Boff

La decisi¨®n de la Sagrada Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, o ex Santo Oficio, de imponer al te¨®logo franciscano brasile?o Leonardo Boff un per¨ªodo de silencio disciplinario como pena expiatoria, acaba de ser rechazada p¨²blica y oficialmente en Roma por m¨¢s de 20 entidades cat¨®licas y no cat¨®licas de Brasil, encabezadas por los conocidos juristas de aquel pa¨ªs Helio Pereira Bicudo, magistrado, y Jos¨¦ Queiroz, abogado. El primer paso ha sido la presentaci¨®n de un recurso al papa Juan Pablo II pidi¨¦ndole que revoque cuanto antes la decisi¨®n tomada contra Boff y que env¨ªe el caso al Tribunal Supremo de Justicia de la Iglesia.

Los dos abogados que llevan el caso, el primero en la historia de la Iglesia en los tiempos modernos, son dos figuras muy conocidas en Brasil y ambos cat¨®licos de los pies a la cabeza. Helio Pereira Bicudo es, adem¨¢s, un magistrado considerado como un h¨¦roe de la resistencia en su pa¨ªs ya que en 1970 denunci¨® p¨²blicamente a los escuadrones de la muerte. Jos¨¦ Queiroz es abogado, profesor de Sociolog¨ªa en la universidad Cat¨®lica de S¨¢o Paulo y asesor de la Comisi¨®n Justicia y Paz de dicha archidi¨®cesis.El documento ha sido entregado personalmente por los abogados al cardenal Roger Etchegaray, presidente de la pontificia Comisi¨®n Justicia y Paz, por indicaci¨®n expresa del mismo secretario de Estado, el cardenal Agostino Casaroli. En sus 19 folios figuran los datos de las instituciones m¨¢s importantes que firman la petici¨®n, como la Comisi¨®n Pastoral de los Derechos Humanos de la archidi¨®cesis de S¨¢o Paulo, la universidad Metodista de Tirachicaba, el Movimiento de Justicia y Derechos Humanos de Puerto Alegre, el Instituto de Estudios Socio-Econ¨®micos de Brasilia, etc¨¦tera.

Seg¨²n los abogados que junto con dichas asociaciones han preparado el recurso al Papa, la intervenci¨®n ante el supremo tribunal de la Iglesia se ha hecho necesaria por varios motivos. Primero, porque con el comportamiento del ex Santo Oficio contra Boff ha sido herido, seg¨²n ellos, tanto el C¨®digo de Derecho Can¨®nico como la Carta Fundamental de los Derechos Humanos aceptada por el Vaticano. El C¨®digo, porque no se ha actuado conforme a sus reglamentos can¨®nicos, ya que por dos veces ha sido castigado el te¨®logo brasile?o "sin haberle dado el derecho a la defensa". Y la Carta de los Derechos, porque no se puede impedir el derecho de palabra a una persona sin que ¨¦sta haya cometido alg¨²n delito concreto.

Adem¨¢s, porque tras la primera notificaci¨®n vaticana que criticaba p¨²blicamente los presuntos "errores doctrinales" de su libro Iglesia: carisma y poder, Boff hab¨ªa aceptado la reprimenda con un escrito p¨²blico. Por tanto, jur¨ªdicamente, dicen los abogados, todo deb¨ªa haber acabado ah¨ª. Sin embargo, sucesivamente, sin advertencia y sin derecho a la defensa, ha vuelto a ser condenado, esta vez con una pena expiatoria que le obliga a mantener silencio por un per¨ªodo de tiempo indeterminado.

Las medidas de tipo expiatorio o administrativas contra Boff, seg¨²n la carta enviada por el ex Santo Oficio al superior general de Boff, el norteamericano John Vaughn, son las siguientes: "Observar un per¨ªodo de obsequioso silencio; renunciar a sus responsabilidades en la redacci¨®n de la revista eclesi¨¢stica brasile?a y -presentar a censura previa todos sus escritos teol¨®gicos". La carta explica en qu¨¦ debe consistir el obsequioso silencio: "Se refiere a sus variadas actividades de conferenciante, predicador de ejercicios espirituales o relator en congresos o reuniones, etc¨¦tera". Seg¨²n el recurso al Papa este "etc¨¦tera" supone un retazo de " antiguos reg¨ªmenes desp¨®ticos" ya que "las normas m¨¢s elementales del moderno derecho pena? exigen que las penas sean bien definidas y especificadas para combatir el arbitraje en materia punitiva".

Seg¨²n los abogados brasile?os, resulta, adem¨¢s, contra el derecho can¨®nico el hecho de que se imponga una pena "sin haber habido un delito" ya que Boff no ha sido acusado por Roma de ninguna acci¨®n delictiva que merezca una pena expiatoria. Mas a¨²n, el te¨®logo ha sido condenado dos veces por un mismo hecho sin, que haya mediado ning¨²n factor nuevo, ya que Boff hab¨ªa obedecido al primer procedimiento de condena al declarar que estaba dispuesto a revisar sus escritos y a obedecer a la Iglesia.