John Beckman
Coordinador del Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias, al que pertenecen los observatorios inaugurados por los Reyes, y experto antiarmamentista
John Beckman oculta tras una apariencia de cient¨ªfico distra¨ªdo la sorprendente personalidad de un investigador preocupado por los peligros b¨¦licos que acechan a la humanidad. Naci¨® hace 44 a?os en Leeds (Gran Breta?a) y reside desde octubre del pasado a?o en Tenerife, al haber sido nombrado coordinador de investigaci¨®n del Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias (IAC), al que pertenecen los observatorios de Roque de los Muchachos (La Palma) e Iza?a (Tenerife), que estos d¨ªas inauguran los Reyes de Espa?a.
Entiende que para un astrof¨ªico resultar¨ªa dif¨ªcil oponerse en solitario al pertrechamiento militar de las naciones, pero no as¨ª para una organizaci¨®n internacional, la Pugwash, a la que pertenece como miembro activo. Es ¨¦sta una plataforma de entendimiento de los dos bloques militares, el occidental y el comunista. Naci¨® en los a?os cincuenta en el pueblo de Nueva Escocia (Canad¨¢) que le dio el nombre. Su inspirador fue el fil¨®sofo canadiense Cyrus Eaton. En el bautizo de dicha instituci¨®n participaron alrededor de 30 cient¨ªficos de EE UU y la URSS entre los que figuraban algunos de los fabricantes de la bomba at¨®mica. Un manifiesto de Albert Einstein y Bertrand Russell apoyar¨ªa el nacimiento de la Pugwash, haciendo un llamamiento a la conciencia de los f¨ªsicos del mundo para que se opusieran a la producci¨®n de armamento nuclear. "Einstein, que fue el descubridor de la ecuaci¨®n que condujo indirectamente a la bomba at¨®mica, era un pacifista puro al que le horrorizaba la guerra".El mensaje de los c¨¦lebres fisico y fil¨®sofo cundi¨® en la comunidad cient¨ªfica mundial. El movimiento est¨¢ formado hoy por unos 3.000 cient¨ªficos, diplom¨¢ticos, expertos en las relaciones ciencia-pol¨ªtica, y cuenta a menudo con la colaboraci¨®n de generales expertos en el tema. Cubre todos los pa¨ªses occidentales, los del Este (incluida la URS S) y los del Tercer Mundo. Cada a?o se celebra una gran reuni¨®n a la que asisten cerca de 300 personas y en la que participan los asesores cient¨ªficos de los jefes de Gobierno norteamericano y sovi¨¦tico. "Las sesiones son confidenciales, y por eso es el ¨²nico foro del mundo en el que los cient¨ªficos hacen alg¨²n tipo de pol¨ªtica", se?ala John Beckman.
Prefiere que le cataloguen como "antiarmamentista" y no como "pacifista", "porque hay guerras, como la que combati¨® a Hitler, que est¨¢n justificadas", precisa. En su opini¨®n, los Gobiernos utilizan la Pugwash como un canal de negociaci¨®n cuando la pol¨ªtica es incapaz de lograr acuerdos. "Fue en el seno de nuestra organizaci¨®n donde se elaboraron las l¨ªneas maestras de lo que fue luego el tratado de prohibici¨®n de pruebas at¨®micas en la atm¨®sfera".
Beckman ha trabajado en la Agencia Espacial Europea (AEE) y es especialista en sat¨¦lites, raz¨®n por la que forma parte, desde hace siete a?os, de la comisi¨®n de trabajo que estudia en la Pugwash la denominada guerra de las galaxias promovida por el Gobierno de Ronald Reagan. Estima que el reciente experimento del Discovery, que logr¨® recibir en el espacio un impacto de rayo l¨¢ser lanzado desde Hawai, es "un logro ¨ªnfimo al lado de lo que representa el objetivo final del proyecto". La idea de la Casa Blanca, seg¨²n el astrof¨ªsico brit¨¢nico, es colocar una red de sat¨¦lites en el universo que permita destruir en 30 minutos alrededor de 1.800 misiles sovi¨¦ticos. "Es s¨®lo un sue?o de Reagan y est¨¢ llamado a ser un fracaso, porque se parte de la base de que en los pr¨®ximos 30 a?os los sovi¨¦ticos no van a perfeccionar sustancialmente su capacidad militar".En todo caso, considera que la guerra de las galaxias, de triunfar, constituir¨ªa un peligro para el ser humano porque desatar¨ªa una guerra preventiva al sentirse. los sovi¨¦ticos amenazados por su principal enemigo.
Prefiere la contraoferta europea que recibe el nombre de plan Eureka. "Me gusta porque no es una idea eminentemente militar. Es el sue?o de Francia de recuperar para Europa las mentes cient¨ªficas m¨¢s l¨²cidas del viejo continente. Hay que apoyar la iniciativa francesa para demostrar que Europa no es una simple servidora de EE UU", indica.
"As¨ª piensa el grupito de la Casa Blanca o del Kremlin, que no desaprovechan ocasi¨®n para intentar ganar una guerra". Seg¨²n sus palabras, el bloqueo en la construcci¨®n de armamento en el mundo podr¨ªa prolongarse hasta unos 20 a?os sin que se produjeran desfases notables en las relaciones entre las dos potencias mundiales. "La gente sensata se pregunta por qu¨¦ un pa¨ªs malgasta en la industria militar mentes tan brillantes", dice. La respuesta, seg¨²n el astrof¨ªsico del IAC, es sencilla: "Para tener la seguridad de que va a vencer a su contrario por el resultado de 15-14, sin importarle que s¨®lo se muere una vez".
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