Esperanza ante los previsibles cambios en la diplomacia del Kremlin
La reacciones producidas en todo el mundo ante la sustituci¨®n de Andrei Gromiko por Eduardo Shevardnadze son de contenida esperanza. Aquellos pa¨ªses que ten¨ªan cursada una invitaci¨®n oficial de visita a Gromiko se han apresurado a confirmarla a Shevardnadze, mientras que otros con alg¨²n conflicto pendiente con Mosc¨² esperan encontrarle ahora una salida.El Reino Unido, por ejemplo, ha reiterado que mantiene la invitaci¨®n cursada a Gromiko, ahora dirigida a Shevardnadze.
S¨ªntoma de las esperanzas suscitadas por el relevo al frente de la diplomacia sovi¨¦tica son los mensajes de felicitaci¨®n enviados por Israel. Desde que Mosc¨² rompi¨® relaciones con Tel Aviv, en 1967, el protocolo no exige que se env¨ªen tales mensajes, pero un funcionario israel¨ª manifest¨® que eran prueba del deseo de su Gobierno de mantener en el futuro mejores relaciones con la URSS.
Pek¨ªn sigue manteniendo su mutismo sobre los cambios realizados en el Kremlin, aunque en medios diplom¨¢ticos de la capital china se considera que la sustituci¨®n de Gromiko por Shevardnadze, un hombre de Mijail Gorbachov, permitir¨¢ al n¨²mero uno sovi¨¦tico profundizar en la apertura hacia el Este ya insinuada desde su llegada al Kremlin. Gromiko, tenido como uno de los principales art¨ªfices de la ruptura entre Mosc¨² y Pek¨ªn, a principios de los a?os sesenta, siempre hab¨ªa considerado a Pek¨ªn como poco fiable.
Algo parecido ocurre con Jap¨®n, donde se espera un cambio en las relaciones sovi¨¦tico-niponas. Tokio recuerda que Gromiko no ha vuelto por Jap¨®n desde su visita de 1976, a pesar de los viajes de sus hom¨®logos japoneses a Mosc¨².
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.