Una bella aventura rom¨¢ntica

Richard Donner es un director muy conocido gracias a la primera entrega de la popular serie Superman. Su aportaci¨®n al ¨¦xito de esta serie es grande, pues a¨²n siendo como filme discutible, no hay duda de que est¨¦ hecho con gran pericia. Lo mismo puede decirse de La profec¨ªa, filme de poco inter¨¦s, pero bien hecho y, como Superman, con tendencia al efectismo.La probada pericia, de Richard Donner se percibe con generosidad en esta -inesperada para estas fechas, en que las carteleras se llenan de t¨ªtulos mediocres cuando no bajo m¨ªnimos- Lady Halc¨®n, que acaba de estrenarse en Madrid, un filme de amor y aventura muy logrado, ins¨®lito para el tipo de cine que ahora se estila en Hollywood, de elegante factura y con instantes muy bellos y llenos de fuerza.

La pel¨ªcula tiene algunos de los defectos de las pel¨ªculas citadas, sobre todo el de la tendencia al efectismo, que si se justificaba en Superman y La profec¨ªa por la naturaleza de los proyectos, efectista por definici¨®n uno y truculento el otro, en Lady Halc¨®n resulta dif¨ªcil de entender, si se tiene en cuenta que el proyecto es austero y lo bastante serio para que no necesite cubrir con efectos de resultoner¨ªa barata lo que la historia y su desarrollo en el gui¨®n dan de manera directa, por su propia filmaci¨®n solvente.

Amor desaforado

Lady Halc¨®n es una magn¨ªfica historia, llena de encanto, muy bien ordenada por un gui¨®n que domina sus cuatro costados y que, sin necesidad de escarbar en los personajes, consigue que el espectador se adentre detr¨¢s de sus m¨¢scaras en busca de s¨ª mismo. La identificaci¨®n se produce con facilidad y la historia, unas veces p¨ªcara, otras aventurera, ataca a nuestra atenci¨®n por el lado rom¨¢ntico.Es una historia de amor desaforado, una met¨¢fora po¨¦tica con aires de leyenda, que captura, conmueve y hace vibrar.

La realizaci¨®n de este gui¨®n es, por parte de Donner, impecable. El ritmo es brillante, la fotograf¨ªa Storaro posee una extraordinaria calidad y los int¨¦rpretes est¨¢n tan bien ajustados a sus personajes que hacen cre¨ªble la fantas¨ªa y permiten que, en la enloquecida historia, el lado inveros¨ªmil sea una parte de la capacidad de convicci¨®n del filme.

Michelle Pfeiffer es una de las mujeres m¨¢s guapas del cine actual y su encanto en este filme, tan lleno de sombras y luces, es desbordante. El resto de los actores act¨²a en registros altos. Y el filme discurre sobre rostros, actos y paisajes sin que se tenga la sensaci¨®n de que ninguno de ellos sobra. Sobra, en cambio, el excesivo sonido, el abuso de la estereofon¨ªa y ciertas angulaciones de c¨¢mara que dan oquedad ret¨®rica a un filme que podr¨ªa haberse autoeximido de esa superficialidad.