Cine espa?ol 'versus' Mercado Com¨²n
La incorporaci¨®n de Espa?a en la CEE comportar¨¢ algunos cambios importantes para el mercado de la cinematograf¨ªa. La liberalizaci¨®n del sector, sin un per¨ªodo transitorio de adaptaci¨®n, puede tener efectos negativos, pero el sector cinematogr¨¢fico, seg¨²n la autora del art¨ªculo, debe aprovechar los aspectos positivos de la incorporaci¨®n a la Comunidad.
El panorama que se abre a la industria cinematogr¨¢fica tras la adhesi¨®n es sombr¨ªo. Sin per¨ªodo transitorio de adaptaci¨®n, al incardinarse dentro del cap¨ªtulo de negociaci¨®n del derecho de establecimiento y libre prestaci¨®n de servicios, cerrado en marzo de 1982, sin que existiera presi¨®n alguna sobre el entonces equipo negociador por parte de los diversos sectores empresariales cinematogr¨¢ficos -caracterizados por el personalismo, la vana disputa, la desuni¨®n y el enfrentamiento-, dieron como consecuencia la des¨ªnformaci¨®n, la falta de previsi¨®n empresarial y la unidad de acci¨®n, que podr¨ªan haber canalizado las aspiraciones y exigencias del sector de cara a una adecuaci¨®n a las normas de la Comunidad.La incorporaci¨®n a la CEE significa , ante todo, la apertura del mercado europeo para las pel¨ªculas, empresas y profesionales espa?oles del cine y , al mismo tiempo, la entrada libre en Espa?a de pel¨ªculas, empresas y profesionales procedentes de cualquier pa¨ªs miembro de la CEE. Esto supone una ventaja y un inconveniente, seg¨²n sea la capacidad de los sectores cinematogr¨¢ficos de adaptarse con imaginaci¨®n a la nueva situaci¨®n. Para ello se hace indispensable, por un lado, la toma de conciencia por parte de estos sectores a la nueva realidad, basada en la desaparici¨®n de las medidas proteccionistas del Estado y la adecuaci¨®n de sus estructuras empresariales -hoy casi inexistentes y obsoletas-, que la hagan capaz de responder a la nueva demanda y conquistar un espacio propio en competencia directa con las producciones europeas. Por otro, superar las desconfianzas y leg¨ªtimas discrepancias no s¨®lo entre los distintos profesionales que integran cada uno de los sectores, sino tambi¨¦n de ¨¦stos entre s¨ª y de todos con la Administraci¨®n, a fin de lograr puntos de vista en com¨²n que hagan posible, a trav¨¦s del di¨¢logo y la colaboraci¨®n, hacer frente a la nueva situaci¨®n.
Revisar la protecci¨®n
Todas las medidas proteccionistas que han caracterizado la acci¨®n p¨²blica en materia cinematogr¨¢fica habr¨¢n de ser revisadas no s¨®lo por los propios imperativos de la adhesi¨®n, sino tambi¨¦n como consecuencia de la aplicabilidad y el efecto directo de las normas del tratado y del derecho derivado comunitario, y en su caso, modificadas o suspendidas en relaci¨®n con los productos procedentes de los pa¨ªses miembros de la Comunidad. Se pueden citar:
a) Desaparici¨®n de la exigencia de nacionalidad espa?ola de los titulares del capital de las empresas productoras cinematogr¨¢ficas a efectos de nacionalidad de las pel¨ªculas espa?olas y, subsiguientemente, al sistema de subvenciones estatales.
b) Asimilaci¨®n de las pel¨ªculas de los pa¨ªses de la CEE con las espa?olas a efectos de cuota de pantalla, sin perjuicio del mantenimiento de la cuota respecto a terceros pa¨ªses.
c) Equiparaci¨®n de las pel¨ªculas comunitarias con las espa?olas en lo referente a no necesidad de licencia de doblaje ni pago de las correspondientes tasas.
d) Adecuaci¨®n de la cuota de distribuci¨®n a las exigencias derivadas de las disposiciones comunitarias.
e) Mantenimiento del sistema de subvenciones estatales existente previa modificaci¨®n de los requisitos de car¨¢cter proteccionista que afecten a la nacionalidad de las empresas productoras cinematogr¨¢ficas.
Colaboraci¨®n de sectores
A primera vista, estas medidas pueden parecer "la muerte" de la cinematograf¨ªa espa?ola, tal y como ha puesto de manifiesto alg¨²n sector de la industria. No obstante, me atrevo a asegurar que tambi¨¦n puede no ser as¨ª. Como dice el dicho popular, "soluciones, haberlas, haylas". Ahora bien, en esa b¨²squeda la Administraci¨®n necesita la colaboraci¨®n de los sectores afectados para hacer posible el objetivo que hemos pretendido desde noviembre de 1982, y que no es otro que el conseguir una industria espa?ola fuerte, s¨®lida, transparente y estable, que pueda competir y aprovechar las ventajas que sin duda se derivan de la incorporaci¨®n a la Comunidad.
Las primeras bases ya se han puesto por parte de la Administraci¨®n -pol¨ªtica de reconversi¨®n del sector mediante ayudas y subvenciones, disminuci¨®n de la presi¨®n fiscal a trav¨¦s de la aplicaci¨®n del tipo reducido del IVA, etc¨¦tera-; ahora falta el respaldo, ayuda y colaboraci¨®n de los que en definitiva se van a beneficiar, en el plano econ¨®mico-empresarial, de la adhesi¨®n. En definitiva, sumemos y no dividamos.
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